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2008/01/21 23:16:32.241000 GMT+1

Una sanidad sin esperanza

Hoy he acudido al hospital 12 de Octubre. Justo en la entrada hay una placa en homenaje a Francisco Franco. Supongo que ya le llegará la hora. No estoy hoy para memorias. Ni para las históricas ni para las histéricas. He entrado a la consulta de mi doctora con dos horas de retraso. Ni que decir tiene que ella no es la responsable del desaguisado. Todo lo contrario, es una profesional excelente, comprensiva, abierta, inteligente, solidaria y cercana. No de todos los médicos puede decirse lo mismo. Su despacho es austero, muy austero. Carece de medios. Es un habitáculo algo deprimente. Mi doctora soporta largas jornadas de consultas y tediosas y regulares  guardias. La saturación en la sanidad pública es una aberración consentida por nuestros políticos, que miran a otro lado y sonríen, presumiendo en las inauguraciones y agachando las orejas cuando la realidad no les pinta bonito el paisaje. De esto sabe mucho Esperanza Aguirre, que iba a terminar con las listas de espera. Hace tan sólo un par de días, un madrileño murió mientras esperaba un Samur. El anciano estuvo esperando más de 80 minutos,  dicen las hijas. Desde luego que es una forma de terminar con las listas de espera. Será que la lideresa está ahora ocupada con la chochada esa del segundo centenario de 1808 y la historia que ni siquiera se saben los que se van a hartar de contárnosla, después de hacerla pasar por el reformatorio y el confesionario.

 

La impresora no funciona hoy en la consulta del hospital. Hay varios doctores que llevan todo el día como sufridos errantes  tratando de encontrar despachos vacíos –por llamarlos de alguna forma- donde poder atender a sus pacientes. No tienen espacio para guardar los historiales clínicos;  la informática aún suena a ciencia ficción aquí.  Las instalaciones se quedaron en su día obsoletas; yo ni siquiera había nacido. 

 

La lengua de los aspirantes al mamoneo anda caliente estos días entre mítines, verbenas y descaros. Ahora, prometen y prometen, pero pocos les reprochan su vil oportunismo. Sarna con gusto no pica.  Ni el PSOE ni el PP han puesto remedio a la situación que atraviesa la sanidad pública en Madrid. Unos lo hicieron mal y los otros lo están haciendo peor. Los enfermos se quejan en los pasillos, tumbados sobre camillas que parecen ideadas por politicastros del recochineo. Unos pasan de solucionar los problemas; otros sólo piensan en solucionárselos  a los  de su clase. Si Esperanza tuviera lo que hay que tener, se iría a estrechar manos y a intentar ganar votos  a consultas como la que yo visité esta mañana. Se daría cuenta de muchas cosas la señora condesa consorte.  Claro,  que igual nos obsequiaba con algo así como “No, no tenemos camas para los moribundos, pero hemos fichado a Pizarro”.

Escrito por: Jean.2008/01/21 23:16:32.241000 GMT+1
Etiquetas: esperanza_aguirre sanidad_pública pizarro psoe pp | Permalink | Comentarios (4) | Referencias (0)

Comentarios

Qué razón tienes... Espero que, al menos, tu médica haya podido atenderte al final. Y ojalá que no tengas que volver muchas veces.

Escrito por: Belén.2008/01/22 09:27:45.811000 GMT+1

Lo peor es que muchos de los que se quejan de su situación en los pasillos de los hospitales se muestran encantados cuando Rajoy promete reducirles los impuestos, y van y lo votan.

Escrito por: Amador.2008/01/22 19:46:34.492000 GMT+1

Voy a contaros lo que me pasó hace unos cuantos meses.

 

 

Trabajo en un programa de tele infantil, y hacemos salidas para grabar especiales con cosas que interesen (o pudiesen interesar ) a los críos. El caso es que Espe inaguró un gran hospital al sur de Madrid. Para celebrarlo, junto al hospital había una especie de atracción-exposición (bastante cutre, por cierto) sobre el cuerpo humano, con una mujer gigante que te metías dentro... en fin. Al día siguiente de la inaguración oficial fuimos a grabar allí, y cuando llegamos al hospital, que está en lo alto de una colina, vemos que no hay carretera para llegar. Para ir hasta allá, tuvimos que meter el coche por una cantera sin asfaltar, llena de agujeros, piedras y monticulos de arena por la que en un futuro irá la carretera. A parte de de que estuvimos apunto de colisionar contra una máquina excavadora (o sea, que nos jugamos todos la vida), el coche d emi compañero en el que íbamos estuvo a nada de joder los bajos. O sea, se inagura un hospital al que no se puede aún acceder porque no hay carretera que te acerque hasta allá.

 

Y ahora bien, ¿qué es más indignante?

¿La cara dura de Esperanza, que inagura cosas que aún no están terminadas?

 

¿Los periodistas, que cubrieron esa inaguración a todo trapo y ninguno dijo ni mú sobre una tomadura de pelo d etal calibre?

 

 

Un abrazo.

Escrito por: Flaky.2008/01/25 10:38:11.913000 GMT+1

Cuando leo cosas como esas me pregunto que tiene de solialista el devolver 400e que podrían ser bien empleados en mejorar la calidad de vida de la gente. Ah, sí, que de esta forma cada uno se lo gasta en lo que quiere y no hace falta pensar en las necesidades de los demás....


Escrito por: angel.2008/02/02 09:50:29.837000 GMT+1

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