Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

2012/02/06 15:16:49.932000 GMT+1

Gritos sordos

El mejor bajo del mundo caería en el mayor de los ridículos si pretendiese representar en una ópera el papel reservado para una soprano. Carme Chacón, cantante más bien de play-back, ídolo de barro del marketing progresista, sucumbió sobre las tablas de un escenario que se le hizo inmenso. Agitada, inverosímilmente vehemente, Chacón cometió un pecado imperdonable en el paraje de la política: la demagogia se le notó. A los pocos segundos de comenzar su discurso, la catalana ya daba muestras de una arritmia desconcertante, de una sobreactuación hiperbólica que terminó por darle puntos…pero de sutura. Chacón confundió el consejo de llevar a cabo un discurso encendido con el papel de pirómana. Chamuscó sus opciones a grito pelado. El único pero que cabe ponerles a sus prestigiosos asesores es que no le hicieran catar el método Stanislavski. Otro gallo le hubiera gritado a Chacón. ¿O era cantado? Bastaría, en cualquier caso, con que le hubieran explicado que no por mucho gritar amanece más temprano. 

 

Foto: EFE

 

Y eso que Alfredo Pérez Rubalcaba no había puesto el listón excesivamente alto. El cántabro se hace entender y transmite con mayor credibilidad, pero dista mucho de ser un orador brillante o un animal del embaucamiento como Felipe González, uno de sus mayores valedores en el sarao socialista del pasado fin de semana. Rubalcaba es el paradigma del dicho “ni una mala palabra, ni una buena acción”. El ya nuevo Secretario General de los socialistas tiene difícil procurarse el barniz de la credibilidad. En cierta forma, representa una línea continuista, un eslabón más de la cadena del partido que más ha defraudado en este país a sus militantes. No en vano, los discursos de los aspirantes adolecieron, precisamente, de una preocupante ausencia de ideas, de nociones, de iniciativas claras, lejos de los lugares comunes, clichés y frases huecas que han venido caracterizando los ronroneos de los contendientes en las fechas previas al decisivo debate. Ni ella ni él han mostrado a las claras los defectos, las inoperancias y los errores que les han llevado a perder la confianza de más de tres millones de votantes en las últimas elecciones. La batalla entre Chacón y Rubalcaba se ha escenificado de puertas hacia dentro, desoyendo, desatendiendo las críticas de una parte del electorado que contempla con angustia y desesperanza a partes iguales el carácter acomodaticio de un partido al que se le va la fuerza por la boca y que, a la hora de la verdad, arroja sobre el tapete las cartas, una vez descubierto su farol. También han hecho oídos sordos a una parte del partido que aboga por un cambio drástico en su línea de actuación y por el otorgamiento de mayor relevancia a los jóvenes y a las bases. Eso no es precisamente compatible con las imágenes de un congreso en el que sobresalían las figuras de Txiqui BenegasJosé Antonio Griñán, Alfonso Guerra, e incluso la del ausente más presente, el aburguesado González, paradójicamente aún símbolo de la progresía entre buena parte de los socialistas. 

 

 

El PSOE, en el que Chacón y Rubalcaba manifestaron un  peso indiscutible, ha sido durante los últimos años el perro ladrador y poco mordedor con una derecha reconstruida sobre el endeble liderazgo de un Rajoy flojito. El PP vive ahora cómodamente de los errores de una izquierda irreal y de falsa identidad. Rubalcaba ha iniciado la nueva etapa del PSOE hablando de unidad. Eso lo hace de puertas hacia fuera, porque él sabe que el partido está dividido. En lo único en lo que el PSOE parece haber llegado a un consenso es en la más fría carencia de autocrítica. Sin ella, estos espectáculos de democracia interna no son más que paños calientes. Solo les faltó cerrar la reunión cantando todos juntos aquello de “Y si somos los mejores, bueno ¿y qué?”

 

 

 

 

Escrito por: Jean.2012/02/06 15:16:49.932000 GMT+1
Etiquetas: felipe_gonzález rubalcaba psoe benegas alfonso_guerra rajoy chacón | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)