La Celda de Jean Valjean

No es que las aguas anden revueltas en el PP, es que el PP no existiría si las aguas no anduviesen revueltas. Al trinque, mangoneo y despipote que ahora ocupa y preocupa a Garzón (cuando ya hay informaciones y "denuncias" con los mismos personajes desde hace tres años), se une la trama de espionaje en plan chapucero que tiene en vilo a Mariano Rajoy, el hombre que vive sin vivir en él. Esperanza Aguirre huele a cadáver político. Aguirre no tiene palabra. Eso al menos se deduce del incumplimiento de su promesa electoral, realizada  en 2007, cuando anunció que aumentaría el cheque bebé de 100 a 300 euros por nacimiento en la Comunidad que preside. No sólo no lo ha aumentado nunca, sino que acaba de anunciar que lo retira. Con un par. Ya le dedicaré a Esperanza un día de estos espacio en esta trinchera. Con cariño, que ya se sabe que hay amores que matan. Pero ahora es el turno de Gallardón, que en pleno temporal, en plena inclemencia y hecatombe económica va y persiste en su empeño de convertir a Madrid en sede olímpica. ¿Podría aclararnos don Alberto cuánta pasta se está gastando del erario público en perseguir ese sueño personalista e innecesario? Podría tomar ejemplo de la chapuza valeciana y su Copa América, que iba a ser la panacéa, la gallina de los huevos de oro, y que iba a crear trillones y trillones de puestos de empleo para los valencianos. Después llegó Agag, muy amigo de uno de los detenidos en la última acción de Garzón superstar, y cambió la fórmula, y las velas por los bólidos en la ciudad del Turia. Y los valecianos soltando la guita. ¡Cuántas semejanzas entre Madrid y Valencia!¡Y cuántas cloacas por ventilar! A ver si Garzón tira del hilo, y esta vez la memoria histórica no encuentra su sempiterno antídoto.