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2005/09/18 06:00:00 GMT+2

Maragall no es Cisneros

Ha levantado mucho revuelo que Pasqual Maragall haya dicho que «quien se oponga al nuevo Estatut tendrá que vérselas» con el pueblo de Cataluña.

Algunos se lo han tomado como una amenaza velada a los partidos políticos mayoritarios en las Cortes de Madrid. Han errado. Basta con atender al contexto de la afirmación para comprobar que el presidente de la Generalitat se estaba refiriendo a quienes podrían romper el consenso necesario para sacar adelante el proyecto en el Parlament. A CiU, sobre todo.

Al hilo de esa confusión, cabe preguntarse qué habría pasado si la frase de Maragall se hubiera referido realmente a los jefes de los dos grandes partidos con sede en Madrid.

No es ocioso plantearse esa hipótesis porque, si bien una advertencia así no vendría a cuento ahora mismo -no se está en esa fase del procedimiento-, puede cobrar sentido en un futuro no muy lejano, si el proyecto de nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña acabara empantanándose en el Congreso de los Diputados.

¿Resultaría descabellado que, en tal caso, Maragall advirtiera a los políticos con mando en la capital del Reino de la posibilidad de «tener que vérselas» con la gran mayoría de los catalanes? No lo creo. Sobre todo considerando que eso de «tener que vérselas» puede ser un modo de aludir a respuestas de muy diverso género. La legislación española no reconoce el derecho de autodeterminación, pero, aparte de los referendos ad hoc, los pueblos tienen a su disposición métodos muy pacíficos y muy legales, pero también muy elocuentes, de dejar claro lo que quieren. Desde las manifestaciones masivas y reiteradas hasta las votaciones convocadas en principio con otros objetivos.

Muestran algunos su desagrado con la frase de Maragall porque ven en ella «un tono de amenaza» que les parece «preocupante» de cara al futuro. Nos vuelven a mostrar su aprecio por la ley del embudo. Un «tono de amenaza» realmente «preocupante» es el que adopta la Constitución Española cuando pone en manos de las Fuerzas Armadas la preservación de la unidad de España. Quedaron advertidos con ello los nacionalistas catalanes y vascos desde 1979 de que más les valía andarse con mucho ojo porque, como quisieran materializar sus propósitos, así fuera por la vía de las urnas, se podían encontrar con una -con otra- guerra civil.

Frente a esa concretísima amenaza, que ahí sigue figurando por si alguien tuviera la tentación de olvidarla, cualquier elevación de tono que pueda permitirse Maragall hay que inscribirla obligatoriamente en el rango de lo candoroso.

Nadie se asuste con Maragall. No es ningún cardenal Cisneros.

Pero tampoco crean que bastan cuatro artificios legales para contrariar la voluntad de un pueblo.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (18 de septiembre de 2005). Subido a "Desde Jamaica" el 19 de septiembre de 2009.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2005/09/18 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: ejército españa cataluña psc antología cisneros autodeterminación euskal_herria apuntes ciu 2005 constitución euskadi maragall | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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