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2004/12/09 06:00:00 GMT+1

Las angulas del hambre

Hay una publicidad de una ONG que pide a la gente que le dé dinero porque ella lo utilizará «sin intereses políticos».

Pues qué mal.

Qué mal, para empezar, que los dirigentes de esa ONG -y los de algunas más- alimenten implícitamente la idea de que en el mundo de la política priman los intereses sectarios, si es que no los particulares.

¿Qué concepción de la política tienen? Todos hacemos política, si por tal entendemos lo que la política es realmente. Todos aportamos algo al desarrollo de la vida colectiva. También los que se quedan al margen: ellos aportan su aceptación más o menos consciente de lo establecido. Muchos asumimos intereses políticos que identificamos con los intereses de la mayoría de los habitantes de esta polis global que es hoy en día la Humanidad. ¿Qué tienen de malo esos intereses políticos?

Los dirigentes de esa ONG -y los de algunas más- lo que hacen es apuntarse a la idea topiquera, ramplona e inducida que se hace de la política buena parte de la ciudadanía, que la ve, en primer lugar, como una actividad que permite a algunos desenvueltos vivir a lo grande a costa del contribuyente y, en segundo lugar, como una profesión especialmente dada a la corrupción y al chalaneo sin principios.

Políticos de ésos hay no pocos -sabido es que la nave del Estado es la única embarcación que hace más fácilmente agua por arriba que por abajo-, pero gente de ese género, en sociedades como la nuestra, se la encuentra uno en todos los gremios: entre los periodistas, entre los ingenieros, entre los arquitectos, entre los obispos... y entre los dirigentes de más de una ONG, algunas de las cuales reciben subvenciones oficiales de tal monto que resulta una humorada que se pretendan «no gubernamentales» y que finjan pudoroso rechazo hacia quienes viven a cuenta -o a cuento- del erario.

Cualquier ONG importante posee un sólido aparato burocrático, cuyos integrantes se sustentan gracias a lo que reciben de los poderes públicos y a las aportaciones de gente bienintencionada deseosa de acallar su mala conciencia. Me sé de algunos que llevan viviendo desde hace sus buenas dos décadas de lo que ellos siguen presentando como si fuera un voluntariado desinteresado.

¿Que hay muchos trabajadores fijos de organizaciones no gubernamentales que son perfectamente honorables? Doy por hecho que sí. Pero viven de eso, igual que los políticos profesionales.

Conviene que lo admitan y que no traten de hacernos creer que cada euro que reciben llega impoluto a sus pobres destinatarios. Porque la verdad es que una parte sustancial de ese dinero se va en sueldos, en viajes, en vehículos, en alquileres, en publicaciones y en comidas.

Y es que -dicho sea remedando un tópica broma de la profesión periodística- es increíble la cantidad de angulas que tienen que comer algunos para conseguir solidaridad con los que pasan hambre.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (9 de diciembre de 2004) y El Mundo (11 de diciembre de 2004). Hemos publicado la versión del periódico. Subido a "Desde Jamaica" el 11 de julio de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/12/09 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: españa 2004 política estado ongs el_mundo apuntes | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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