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2004/04/17 06:00:00 GMT+2

Entre apunte y columna

Algunos lectores me han escrito para decirme que la columna que hoy publico en El Mundo -o, mejor dicho, que hoy me publica El Mundo- les parece demasiado severa. Uno me comenta que, tal como pinto el voto favorable de IU y ERC a la investidura de Zapatero, tal parece creyera que han vendido su primogenitura por un plato de lentejas. Le contesté con la misma broma que gasté el pasado miércoles en la tertulia de Radio Euskadi. «Si; de lentejas... con chorizo».

No; no creo que hayan cometido una felonía, y menos una felonía irremediable. Me consta que se puede dar el «Sí» en una investidura y luego ejercer una labor de oposición firme, e incluso severa, en contra del investido. Con independencia de que sea una práctica política que me guste más o menos, sé que eso se ha hecho, y no creo que deba constituir necesariamente -insisto: no necesariamente- un motivo de ruptura política con quien lo haga. Dependería de lo que el partido aquiescente obtuviera a cambio de su voto, tanto en cantidad como en calidad. Creo que, para valorar como estimables las contrapartidas obtenidas, deberían reunir tres condiciones: 1º) Ser de importancia fácilmente evaluable por los votantes; 2º) Verificarse a corto plazo y no ser retirables en caso de conflicto con el electo; y 3º) Contabilizarse no tanto en beneficios para el partido que concede el voto como para los colectivos humanos que representa.

Pero, aparte de la importancia intrínseca de las contraprestaciones, hay que valorar también el contexto político general en que se produce la situación. En el caso que nos ocupa, el voto favorable de ERC e IU a Rodríguez Zapatero presenta dos desventajas añadidas (o una que se divide en dos): hace ver que el nuevo Gobierno no tiene una efectiva oposición de izquierda (que la tiene sólo retórica) y refuerza considerablemente la imagen de una escena política bipartidista.

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Fue pensando en esto último por lo que decidí ayer escribir la columna que aparece hoy en El Mundo. Y pensando en las reflexiones anteriores por lo que escribo hoy y aquí este apunte.

Me explico.

Cuando uno escribe una columna que va a aparecer publicada en un diario que vende más de 300.000 ejemplares y tiene un público lector potencial superior al millón debe planteársela de un modo, y de otro muy distinto cuando lo que redacta es un apunte que va a salir en una página web que tiene 1.500 lectores (cerca de 5.000, si se cuenta los que acceden a su lectura gracias a reproducciones y links de otros sitios de la Red). En el primer caso, uno habla urbi et orbi. En el segundo, a gente por lo general políticamente bastante instruida y definida... pero poca.

Son ámbitos distintos no sólo por el público receptor, sino también por la importancia que le dan los destinatarios de los halagos o críticas que uno incluye. Como todo el mundo supondrá, si yo critico en esta web a Llamazares y a Cardod-Rovira, ni se enteran. O, si se enteran, se quedan más anchos que largos. Pero si les largo una andanada a babor -o sea, por la izquierda, según se mira desde el timón hacia el horizonte al que la proa apunta-, y si lo hago desde un periódico de amplia difusión, les toca. Y no sería absurdo que se plantearan que lo mismo tienen que cuidar también ese flanco. Quod erat demostrandum.

Señalaré otra diferencia más, para no dejar el tema a medias: cuando me toca decidir sobre qué voy a escribir en El Mundo, suelo fijarme asimismo en qué puntos de vista tienen menos presencia en los mass media. Por el aquel de cumplir una función subsidiaria. Me consta que no es frecuente encontrar en los grandes medios de comunicación críticas por la izquierda a IU y ERC. Razón de más para hacerlo.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (17 de abril de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 16 de mayo de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/04/17 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: apuntes 2004 | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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