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2004/04/07 07:00:00 GMT+1

El debate pendiente

El PP no quiso participar en la manifestación del lunes en Leganés porque en la convocatoria figuraba una consigna favorable al regreso de las tropas españolas destacadas en Irak. Comprendo que al PP le disguste esa demanda, pero no negará -supongo- que refleja un sentimiento que es muy mayoritario en nuestra sociedad.

El PP había perdido la costumbre de participar en manifestaciones unitarias convocadas con consignas que no le cuadran. Se había habituado a fijar él las consignas. Es lo que hizo Aznar tras la matanza del 11-M, cuando llamó a la ciudadanía a participar en una gran manifestación no sólo para repudiar el cuádruple atentado, sino también para respaldar la Constitución, pese a saber que hay partidos políticos con representación parlamentaria (ERC, PNV, EA, BNG), radicalmente opuestos a la masacre del 11-M y en desacuerdo con la Constitución en su redacción actual. Quiso ponerles en un brete, pero no entraron al trapo: dejaron sentada su discrepancia y acudieron a la protesta.

De todos modos, da igual. Para lo único que sirven las manifestaciones de este tipo es para que los ciudadanos que sienten la necesidad de exteriorizar su repulsa encuentren un modo de hacerlo. Lo cual no tiene nada de malo, desde luego, pero tampoco mayor trascendencia. A los terroristas -los destinatarios de la protesta-, lejos de molestarles, les satisfacen: consiguen que se hable más de ellos y constatan que sus actos han logrado el efecto pretendido. Tampoco valen para mostrar la unidad popular contra el terrorismo. Primero, porque la oposición de la ciudadanía a los atentados no precisa demostración. Es obvia. De hecho, las manifestaciones no dan cuenta de la verdadera amplitud del rechazo: también lo comparten la práctica totalidad de quienes no se manifiestan. Y segundo, porque la supuesta unidad popular, fuera del enunciado más genérico -contra los asesinatos-, no es tal: basta con ver el rifirrafe político que hay en relación al mantenimiento o al regreso de las tropas españolas en Irak y a su presunta «misión humanitaria».

La convocatoria de manifestaciones no tiene demasiada utilidad, ya digo, como tampoco la tiene el aparatoso despliegue de fuerzas de la Policía y el Ejército que se ha puesto en marcha para tener bajo vigilancia determinados «objetivos posibles» de los terroristas. Porque ese despliegue no puede mantenerse indefinidamente y porque cualquier lugar en el que se concentre un gran número de personas -y los hay por cientos- puede convertirse en un objetivo.

Paños calientes aparte, lo que urge es no seguir eludiendo el debate sobre las causas profundas de los incendios que asolan el mundo actual y, más en concreto, sobre la disparatada alianza que mantiene España con ésos que presumen de bomberos pero que no paran de echar más y más leña a todos los fuegos, incluidos los que ellos mismos crean.

Javier Ortiz. El Mundo (7 de abril de 2004). Basado en el apunte publicado un día antes: Da igual. Subido a "Desde Jamaica" el 19 de abril de 2018.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/04/07 07:00:00 GMT+1
Etiquetas: irak pp el_mundo 11m madrid manifestación 2004 | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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