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2004/11/26 06:00:00 GMT+1

Cosas que son verdad

De todos los argumentos utilizados en defensa de Miguel Ángel Moratinos y sus declaraciones sobre la actuación del Gobierno de Aznar durante la intentona golpista de Venezuela, el que menos me vale es el que insiste en que lo dicho por el ministro es verdad.

Qué tendrá que ver.

No dudo de ello. Por todos los datos que salieron a la luz durante aquellos días de aguda crisis, era evidente que el entonces presidente Aznar se habría dado con un canto en los dientes con tal de que triunfaran los golpistas. En realidad, se dio con un canto en los dientes: se puso en evidencia de la manera más escandalosa. Pero la operación les salió mal. A él, a su amigo Bush y a todos los que alentaron de un modo o de otro la aventura.

A todos, digo. También se comprometieron en aquel golpe frustrado no pocas fuerzas de la Internacional Socialista y algunos influyentes aliados mediáticos del propio PSOE. Fue una conjunción de poderosos de muy diversa laya. En este periódico salió publicado, meses antes de aquel intento golpista, que el diputado socialista madrileño Eduardo Tamayo, aún no entregado a los placeres del transfuguismo, había estado en Venezuela conspirando como una fiera contra Chávez en nombre del PSOE.

Que lo dicho por Moratinos sobre el Gobierno del PP y Venezuela responda a la verdad carece de la más mínima importancia. El ministro tiene constancia a diario de toneladas de verdades, tan graves o aún más graves que ésa, y se las calla con muchísima prudencia.

Por ejemplo: como experto que es en la realidad de Oriente Medio, sabe que algunos dirigentes del Estado de Israel -empezando por Ariel Sharon, al que él mismo trata cual si de un querube se tratara- son criminales de guerra, amén de ladrones. Pero se cuida de decirlo. ¡Y las cosas que no sabrá de George Bush! O del rey de Marruecos -al que alguien cuyo nombre no recuerdo ahora mismo llama «mi hermano»-, que se monta toda suerte de tropelías en el Sahara exespañol con armas neo españolas. O de las maravillas que hacen los excolonos franceses por Costa de Marfil y otros pagos. Y de cómo están realmente las cosas en Afganistán, en donde el Ejército español tiene tropas de apoyo.

Si son realidades que conocemos incluso los que sólo nos enteramos de lo que pasa por ahí a través de lo que oímos, vemos y leemos en los medios de comunicación, ¿cómo podría no sabérselas de memoria el ministro español de Exteriores, que las tiene todo el día delante de las narices, «en vivo y en directo», como aquel que dice?

Pero se hace el longuis. Sólo lanza imputaciones cuando cree que puede sacar rentabilidad política de ellas.

Las podría soltar en tropel y en todas las direcciones, sin miedo a equivocarse. No veo qué pueda tener de especial que alguien que vive en una cochiquera acierte a señalar a un cerdo cuando se decide a levantar el índice.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (26 de noviembre de 2004) y El Mundo (27 de noviembre de 2004), salvo las disculpas inferiores, las cuales únicamente se publicaron con el apunte. Hemos publicado la versión del periódico. Subido a "Desde Jamaica" el 12 de julio de 2017.

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Disculpas.- Pido disculpas a las muchas personas que me han escrito durante estos días y a las que no he respondido.

Se ha producido una desdichada conjunción de problemas. Primero: he estado de viaje y liadísimo, lo que no me ha permitido atender el correo sobre la marcha. Segundo (y derivado del hecho mismo de estar de viaje), lo poco que he escrito lo he hecho en el ordenador portátil, como es lógico. Pero mi ordenador portátil (lo que ya no es tan lógico) ha decidido tener algunas dificultades técnicas. Se desconfiguró el módem, un par de programas entraron en conflicto... En fin, cosas de ésas. Cuando regresé a casa y quise rebotar el correo del portátil al fijo, parece que hubo bastantes mensajes que se esfumaron, quién sabe por qué.

En tercer lugar, y por antipático que me resulte, he de dejar constancia de que recibo a diario una cantidad de correo que me excede mucho. Muchísimo. Incluso aunque contara con alguien que me ayudara en las labores de secretaría, estaríamos hasta el cuello. Ambos. Pero estoy solo. A lo cual hay que añadir el maldito spam, que también absorbe no poco trabajo, porque hay que separar el trigo de la paja, etcétera.

El resultado de todas estas circunstancias reunidas es que hay bastantes misivas a las que me habría gustado contestar, así fuera sólo por mera educación, pero que me quedaré con las ganas. En unos casos porque no tengo tiempo para hacerlo y en otros porque, sencillamente, he perdido los mensajes. Recuerdo en especial un par de amables invitaciones, que no encuentro por ningún lado, en las que me preguntaban por la posibilidad de que fuera a los respectivos puntos de residencia de los remitentes a conferenciar sobre asuntos varios. No creo que pueda ir a ningún lado en los dos o tres próximos meses, pero si quienes me hicieron esas invitaciones quieren volver a escribirme, por lo menos les responderé.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/11/26 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: tamayazo chávez el_mundo zapaterismo moratinos aznarismo 2004 españa venezuela apuntes | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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