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2003/12/03 06:00:00 GMT+1

Claves de ERC

¿Por qué Esquerra Republicana de Catalunya se inclina por el pacto con el PSC e IC-EV, y no con CiU? Durante mi estancia en Barcelona oí algunos argumentos, cuyo peso real ignoro -no conozco la realidad catalana de primera mano-, pero que reproduzco, porque pueden ser de interés para otros foráneos como yo.

En primer lugar, ERC no se fía de la sinceridad de Artur Mas. Loco por lograr la Presidencia de la Generalitat, ahora promete el oro y el moro, pero una vez investido podría fácilmente dar largas a los compromisos.

La voluntad transformadora de alguien que ha sido uno de los principales cómplices de la política pujolista de chanchullos (*) y de conciliación con Aznar no merece mucha confianza, ciertamente. (Su precipitada visita a Ibarretxe da muestra perfecta de su oportunismo: hace un mes no quería verlo ni en foto.) Si ERC se viera atrapada en esa red, perdería buena parte del crédito de izquierdas que se ha ganado en los últimos años.

El PSC tampoco es de fiar, por supuesto. Pero Maragall, si llegara a president, se jugaría toda su carrera política a esa carta. ERC lo tendría pillado por los cuatro costados.

En esa alianza -que en Cataluña llaman de progrés-, ERC representaría la parte gobernante del nacionalismo. Con CiU en la oposición (y en forzosa crisis, por eso mismo), una parte de la burguesía catalana se volvería de su lado, así fuera sólo por espíritu práctico. ERC se convertiría en el interlocutor necesario de bastantes sectores económicos, sociales y culturales. Además, su gestión de un buen puñado de materias sensibles para el electorado catalanista le ayudaría a neutralizar los efectos inevitablemente negativos que le acarrearía haber pactado con un partido que, por mucho que se pretenda autónomo, es parte del ultraespañolista PSOE. La presencia en el Govern de IC-EV le serviría para tener vigilado a Maragall también en los asuntos de más carga social.

Todo ello mueve a pensar -insisto en que estoy reproduciendo argumentos ajenos- que la presencia de ERC en una Generalitat presidida por Maragall con respaldo de IC-EV reforzaría las posibilidades del partido de Carod-Rovira de convertirse de aquí a cuatro años en la principal fuerza política del nacionalismo catalán, lo que le situaría en condiciones de aspirar a la Presidencia de Cataluña con el argumento irrebatible de sus propios votos.

Ése es, según lo entendí, el núcleo esencial de la argumentación de quienes respaldan en ERC la idea del tripartito.

Visto el asunto desde fuera de Cataluña, parece obvio que un gobierno catalán así supondría un elemento de dinamización de la monocorde política española. Obligaría al PSOE a replantearse su seguidismo pepero en bastantes terrenos. Porque, si quiere regresar alguna vez a la Moncloa, no puede prescindir a la vez de Euskadi y Cataluña: es demasiado censo junto. Incluso el propio Rajoy, menos fanatizado que Aznar, tal vez creyera bueno bajar el pistón y mostrarse menos beligerante.

Ahora bien, y al margen de que sea deseable: ¿es posible ese Govern de progrés? ¿Lo permitirán las presiones del establishment sobre el PSOE? Sigo dudándolo.

 

(*) Hace años escuché el testimonio privado -por eso no lo cito por su nombre- de un empresario capitalino que aspiraba a hacer un negocio importante en Cataluña. Según él, fue convocado de urgencia por Jordi Pujol. Le dijo que, si quería el visto bueno de la Generalitat, tenía que pasar por la caja de Convergència y depositar el porcentaje correspondiente. Lo que más le había sorprendido es que fuera el propio Pujol quien se hubiera encargado de la gestión.

¿Cierto? ¿Falso? Yo, desde luego, no estuve en la reunión.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (3 de diciembre de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 2 de noviembre de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2003/12/03 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: 2003 apuntes cataluña erc | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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