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2005/12/29 06:00:00 GMT+1

Atado a la columna

Acaba de salir al mercado Atados a la columna, libro de entrevistas que el veterano periodista Jesús María Amilibia ha confeccionado tras interrogar en profundidad a 26 columnistas.

Uno de ellos soy (fui) yo. Vino Amilibia a casa y estuvo haciéndome preguntas durante un par de horas. Sin magnetófono. Tomando notas al viejo estilo, con un cuaderno grandote, de los de espiral y hojas cuadriculadas, y un bic.

Ayer repasé el libro, que acaba de llegarme. Empezando -sería idiota tratar de ocultarlo- por la parte que me dedica.

Me llevé una agradable sorpresa.

Ya sabía que Amilibia, que está en el oficio periodístico casi desde que se inventó la rotativa, escribe bien, cosa nada frecuente en estos tiempos. De lo que no estaba seguro es de que fuera a recoger los matices del rollo que le solté. Porque para conseguir algo así se requiere que el entrevistador establezca con el entrevistado un buen nivel de simpatía (dicho sea en el sentido del griego συμπαθεια comunidad de sentimientos).

Amilibia lo hizo. Quiero decir no sólo que reconozco lo que le dije en lo que finalmente ha publicado, sino que me reconozco yo.

Por lo que he tenido tiempo de ver, no trata ni mejor ni peor al resto de los columnistas (y de las columnistas: ha incluido a siete mujeres).

Ahora que lo conozco un poco, me da que, si alguien le felicitara por ello, se encogería de hombros y diría: «No tiene mérito. Es simple profesionalidad». Pero de simple nada.

Lo único que me ha disgustado del capítulo que me dedica es la desagradable sensación de aristocraticismo intelectual que produce el puñado de veces que digo de otros columnistas que no los leo. Él lo ha escrito así porque así debí de decírselo; seguro. Y es verdad. Pero no se lo expliqué. No le dije que, si no leo casi ninguna columna no es porque desprecie a sus autores, ni mucho menos, sino porque apenas leo nada que no sea información. Leo poquísima opinión. Y todavía menos literatura. No es ninguna virtud, sino todo lo contrario. Pero es así. Leo columnas de opinión sólo de manera ocasional, cuando no tengo ninguna otra cosa que hacer. En un viaje de avión que se alarga, por ejemplo, o si me toca comer sin compañía fuera de casa, una vez que ya me he leído todas las noticias del periódico que lleve encima.

No sé por qué actúo así. Se lo preguntaría a mi psicoanalista, pero no tengo psicoanalista.

Alguien me dijo hace tiempo que tal vez lo haga para no dejarme influir por otras opiniones u otros estilos. No sé. Me parece improbable. Para mí que debe de ser más bien un reflejo instintivo de autoprotección. Ya me cabreo bastante con la información que leo como para añadir más leña al fuego de mi enfado general.

P.D. Podría escanear e incluir el texto de la entrevista de referencia. Pero no lo haré. El trabajo que ha hecho Amilibia se merece que quien tenga interés en él se pase por una librería y compre el libro.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (29 de diciembre de 2005). Subido a "Desde Jamaica" el 1 de enero de 2010.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2005/12/29 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: periodismo apuntes 2005 | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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