Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

2007/10/02 04:30:00 GMT+2

Roberto García Calvo

La cuestión verdaderamente importante no es que en los años 30 del pasado siglo existiera un cabo austríaco llamado Adolf Hitler, pintor de brocha gorda, feroz antisemita y anticomunista  recalcitrante, que estuviera obsesionado con la idea de mandar al otro barrio a todo el que no le resultara debidamente ario. Lo realmente digno de honda reflexión es que Alemania –o sea, la mayoría del pueblo alemán de la época– convirtiera a ese personaje en su Führer, respaldándolo en las urnas con singular entusiasmo.

La reflexión es la misma: la cuestión no es que un falangista, jefe de las hordas de Franco en Almería por orden de Arias Navarro y justificador –al menos justificador– de delitos de sangre, sea hoy magistrado del Tribunal Constitucional español. El problema de fondo no es  que un homínido así exista y perviva, quiera el cielo que por muchos años –yo sí que milito en contra de la pena de muerte–, sino que estemos en  un régimen político que permite que alguien con semejante pasado de vómito llegue tan alto. Quizá sea por aquello que decía el doctor Lawrence Peter, famoso por sus principios (no está mal que haya alguien que los tenga), según el cual en toda fosa séptica son los trozos más gordos los que mejor flotan.

Don Roberto, especie de trasunto de su coterráneo don Rodolfo, el de Vitoria, arguye que todo el mundo arrastra anécdotas curiosas de su pasado.  Decía Carlos Marx que todos llevamos el pasado como una losa sobre nuestras espaldas. La de Roberto García Calvo es una losa funeraria, en concreto: la de Javier Verdejo, al que sus policías mataron en 1976 en Almería por tratar de hacer una pintada.

Algunos juramos entonces: «¡Javier, hermano, nosotros no olvidamos!»

Es el momento de demostrarlo.

Nota de edición: columna publicada en Público: Roberto García Calvo.

Coda

Me parece recordar que fue la fotografía del cadáver de Javier Verdejo, tirado en el suelo y ensangrentado, la que convertimos en portada del primer número de la revista Saida. Era la época en la que los partidos de la oposición democrática acudían a la ventanilla del Ministerio del Interior para tratar de legalizarse. El titular de nuestra portada decía: «¿Y en qué ventanilla legalizamos nuestros muertos?»

Escrito por: ortiz.2007/10/02 04:30:00 GMT+2
Etiquetas: justicia martín villa arias_navarro público javier_verdejo andalucía almería alemania 2007 transición garcía_calvo franquismo hitler franco | Permalink | Comentarios (13) | Referencias (0)

Comentarios

Tristemente y repetidamente esos troz gordos son no sólo los que flotan, sino los que señalan quiénes pueden flotar.
Es un tanto cínico lo que ha proclamado SM el rey en Oviedo ante un auditorio, parece, joven... Ni se le ha ocurrido preguntarse por qué su reinado está sindo tan... pacífico o tan pazguato: Durante é los trozos gordos han ido marcando el camino por donde debían irse los que sobraban en la cloaca... Y se han tenido que ir; ellos, los gordos, permanecen.

Escrito por: Antonio Gil.2007/10/02 09:06:3.497000 GMT+2

¡Un artículo brutalmente brillante!

Escrito por: Jean.2007/10/02 10:18:18.883000 GMT+2

El director Público Nacho Escolar escribió sobre este mismo sujeto ayer en su blog.

Escrito por: Luistxo.2007/10/02 10:48:11.684000 GMT+2
http://www.tagzania.com

Siento ser inoportuno.

Lo primero, porque es de justicia, mi recuerdo emocionado para Javier Verdejo, asesinado.

Pero hay que tener cuidado con las emociones. Se pueden instrumentalizar y, de hecho, su función primera es ser instrumentalizadas.

Hace pocos días tuve la sorpresa desagradable de ver un ejemplo de manipulación mediática burda que no esperaba ver tan pronto en un periódico en principio esperado para otras cosas. Público titulaba sobre este juez: "Las maniobras de un juez ultra en el Constitucional".

De todo lo que se podía entender del artículo, lo de ultra originalmente iba porque había sido Gobernador Civil de Almería, aunque luego el artículo intentaba asociar "por contacto" la calificación de ultra a sus recientes o futuras actuaciones en el Tribunal Constitucional (su intervención en recusaciones, sus previsibles votos). Pero se cuidaban de dar alguna prueba de comportamientos ultras (lo que se entiende convencionalmente ultra) desde la Transición. Por las mismas, cualquier comportamiento actual de Vestrynge podría ser descalificado como procedente de un profesor "ultra".

El mismo día, en otro artículo, Público destacaba: "En su mandato se produjo el asesinato de Javier Verdejo, un joven que estaba haciendo una pintada". De todo lo que se comentaba en el artículo (tomó otra copa al conocer la noticia, advirtió a los contactos de la oposición democrática que intentasen controlar los desbordamientos de las bases, etc.) no se detectan rasgos de personalidad política ultra mayores de los que podrían presentar el 100% de los personajes del PP con más de 50 años. Y tampoco se aportan datos que permitan asignar al entonces Gobernador Civil un papel individual especial en la muerte de Javier Verdejo.

Luego me encuentro con que Javier Ortíz se une al coro de linchamiento del desagradable juez pepero, con calificativos como homínido, falangista jefe de las hordas de Franco en Almería, etc.

Y todo porque la votación del Estatuto Catalán, del matrimonio homosexual, o lo que sea, se puede perder. Si la relación de fuerzas en el TC fuese distinta, este señor seguiría, como ha estado estos 30 años, tan campante, como lo están los miles de Martín Villas.






Escrito por: Maurho.2007/10/02 11:50:3.217000 GMT+2

No es el único que no tenemos que olvidar.

en: http://kevinvazquez.blogspot.com/

"Tesis 1975: los últimos asesinados por el franquismo

Con la exactitud de un teorema matemático, los cinco asesinatos perpetrados en Madrid, Burgos y Barcelona por cuadrillas de voluntarios uniformados, la mañana del 27 de septiembre de 1975, demostraron, entre otras cosas y a la vista de su gestación y consecuencias posteriores, que toda solución autoritaria a la dictadura franquista era inviable.
Todo el franquismo, en especial sus sectores económicos, eclesiásticos y militares (con alguna excepción marginal e inoperante) lo sabían mucho antes de que se consumasen los asesinatos citados. Tales crímenes, aparte de saciar la sed de sangre de los cuerpos represivos de la dictadura, tenían objetivos de mayor alcance. Estaban dirigidos contra los sectores revolucionarios del anti-franquismo y sus apoyos sociales, no en vista a preservar el régimen que todos sabían habría de cambiar a corto plazo, sino en vista a proteger su futuro inmediato, la salida monárquica al mismo, salida que llevaba años fraguándose y negociándose con los sectores pactistas de la oposición extramuros, el PCE, el PSOE y los partidos nacionalistas periféricos. El franquismo necesitaba un cambio, una transición más o menos democrática, con, al menos, igual urgencia de lo que pudieran necesitarla las fuerzas anti-franquistas.
En las ambiciosas filas (ambiciones políticas y económicas) de tal pactismo (asentadas socialmente en la aristocracia obrera y las clases medias urbanas y profesionales nacidas al calor del desarrollismo de los sesenta) se sabía todo lo anterior, ellos mismos eran coautores del invento y estaban a punto de entrar a formar parte del club de los dueños del país.
Todo ello, no obstante, no fue óbice, más bien todo lo contrario, para que sus dirigentes y cuadros enarbolasen el espantajo de la involución y la posibilidad de una solución continuista para mejor refrenar y atemorizar al conjunto de los pueblos de España, ya que un pueblo atemorizado es más fácil de conducir a las metas apetecidas por sus dominadores.
Maniobras para sembrar el terror y forzar la aceptación mayoritaria de la solución monárquica, sostenida y apadrinada por la conjunción franquismo-oposición pactista, fueron las matanzas de manifestantes que durante años ensangrentaron las calles de las principales ciudades españolas y, sobre todo, vascas, la matanza de Atocha (aviso a determinados sectores del PCE) y, guinda del pastel, la gran farsa del intento golpista más cateto que vieron los tiempos, el 23-F de 1981, acompañada oportunamente de la comparecencia televisiva del jefe supremo de los Ejércitos españoles, el Rey Juan Carlos I, debidamente uniformado; momento culminante de su aceptación por cojones por parte de la mayoría del pueblo español.

- ¡Eh!, Bruno, ¿me he pasado?
- No sé, me parece que sí.
- ¿De veras?
- Mira Kevin, es que tú no sabes lo que fue el franquismo.
- Hombre, pero ahora…
- Precisamente…
- Si quieres lo borro, tu tienes la última palabra.
- No sé, no sé,…
- Total, lo van a leer cuatro…
- En eso tienes razón, pero ya sabes eso de la cantidad y la calidad. Además, los cuatro amigos son los que cuentan.
- No te me pongas hegeliano… Por cierto ¿digo algo de la manifestación fascista del uno de octubre del 75, para celebrar la sangre, en la Plaza de Orienteeriente deOriente…?
- Hombre, no creo que sea necesario.
- Allí estuvo Juan Carlos, a la sombra del Caudillo. Y por ahí circula todavía la foto que lo testimonia. Así le llamaban ¿verdad? Caudillo…
- Visto a distancia, creo que la lectura de la foto de marras es otra. En realidad, Franco, regente dictatorial y vitalicio, prestaba su último servicio a la monarquía, tras sus exitosos esfuerzos por restaurarla o instaurarla como le gustaba decir a él y a una legión de políticos y periodistas que le obedecían. Acababa de hacerle el gran trabajo sucio, acababa de señalar quienes serían los perseguidos con él o sin él, es decir, los que no aceptasen a aquél hombre que estaba a su lado y al que tantos esfuerzos había dedicado. Los asesinados por las fuerzas para-policiales y policiales de la transición, a los que has hecho alusión, no fueron sino la prolongación de los asesinatos del 27 de septiembre del 75 y con el mismo objetivo, asolar el campo de los enemigos de la monarquía.
- Ahora eres tu el que se ha pasado, Bruno. Según eso, los últimos asesinatos perpetrados por los tribunales militares, antes de la muerte de Franco, fueron, por así decirlo, en un doblete de intencionalidad política muy precisa, los primeros de la monarquía…
- De alguna manera...
- ¿De cuál?
- ¿No estaba Juan Carlos, el príncipe heredero de Franco, en el balcón presidencial de la celebración, aceptando simbólicamente el favor? No lo puso allí el fotógrafo. (Del libro de Manuel Blanco Chivite De bar en bar hasta llegar al mar, Ed. VOSA SL, 2006)"

Escrito por: xavi.2007/10/02 12:37:42.165000 GMT+2
http://amorin69.blogspot.com/

segun esa manera de manipular,cualquiera que hubiera sido funcinario en tiempos de franco,o hubiese ocupado un cargo publico,es un fascista contumaz

Escrito por: jlzv.2007/10/02 17:26:43.130000 GMT+2

Jlzv, no era un cargo público; era un cargo político. Y sí, para tener un cargo político de esa envergadura, en el franquismo, había que ser un fascista contumaz.

Escrito por: dédalo.2007/10/02 20:27:18.294000 GMT+2

No he leído lo que ha escrito xavi (me interesa, pero hay problemas de tiempo). En todo caso, quiero responder a la intervención de Maurho.

Seré breve porque lo importante, en este caso, es sencillo.

Roberto García Calvo tuvo un papel importante en la dictadura fascista, y tiene un papel importante en el actual régimen democrático (llamémosle así, independientemente del significado real de la palabra democracia; nos entendemos). Y eso es todo, que no es poco. Lo demás viene por añadidura: qué se hacía en la dictadura, etc.

No vale el ejemplo de Verstrynge, pues ni ocupó cargo alguno con Franco ni lo ocupa ahora. Sí el de Martín Villa, aunque ahora mismo ya no.

El TC es un órgano dotado de un gran poder. Recordar que uno de sus miembros participó en la dictadura me parece importante. Más allá de condimentos emotivos, o de que hacerlo ahora sea echarle una mano al PSOE, eso es lo que ha hecho Público.

Escrito por: Vicent.2007/10/02 23:02:41.475000 GMT+2

"Lo esencial es invisible a los ojos" (Saint Exupery)

Al deporte de las depuraciones políticas sobre la base de lo ocurrido hace 30 años se están dedicando intensivamente en Polonia. Incluso están llegando a lo ocurrido hace 70 años (participación en las Brigadas Internacionales)  para quitarles la pensión a los viejitos.

30 años pueden tener efectos demoledores o dignificadores. Pueden convertir a un maoista en Federico Jiménez Losantos o en Javier Ortiz. También pueden convertir a un camarada trotskysta en cargo del PP o del PSOE, en magnate de MediaPro o en honrado empleado de Banca. Es la vida.

El tratamiento que Público dió a este tema fue una manipulación "de libro". No faltaba nada: la foto en blanco y negro del  gobernador facha. La alusión a que cuando le notificaron la muerte, siguió tomando copas como si nada. La calificación de juez "ultra", la alusión a que "en su mandato" se produjo el asesinato, sin justificar su papel activo.

Se da la circunstancia que en las fechas del asesinato de Javier, Adolfo Suárez, entonces Presidente de Gobierno, estaba en la provincia de Almería, creo recordar que para unas fiestas patronales en las que su hija iba a ser coronada Reina de las Fiestas. ¿Suspendió Adolfo Suárez su visita? ¿Se puso en contacto con su Gobernador Civil para reclamarle la inmediata aclaración del caso y el castigo a los culpables?. ¿Por qué no califica Público a Adolfo Suárez de "Presidente Ultra" y le responsabiliza también de lo sucedido?

¿Le preocupan a Público por igual las biografías de todos los miembros actuales del TC o del Consejo de Estado? ¿O más bien le interesa concentrar el fuego en el que les viene más a mano?

La utilización de ideas con apariencia "de izquierdas o progresistas" para fines instrumentales bastardos es una realidad que ha definido la historia de los últimos 30 años en España.

Recuérdese la monopolización de la idea "Izquierda" por el grupo PRISA y el linchamiento al que sometieron por ej. a Julio Anguita (¡salud Julio!). Ahí tampoco dejaron de utilizar el pasado (esta vez falangista).

Superficialmente podría parecer fuera de lugar meter en el mismo saco a personas como Julio Anguita o el pepero García Calvo. Sin embargo, sirven como ejemplo de las técnicas manipuladoras a las que recurren los poderes político/mediáticos, al servicio o en contra de FG, AZ o ZP.

Decía Javier Ortíz en una entrevista que le leí que es más seguro "dar por hecho" que los medios de comunicación le están vendiendo una moto. ¿Cómo pueden estar vendiéndote una moto un grupo mediático progresista que apoya a un gobierno progresista que ha hecho con cosas progresistas como la Ley de Memoria Histórica, o el matrimonio homosexual, o la ley de dependencia? No puede ser.









Escrito por: Maurho.2007/10/03 12:34:49.132000 GMT+2

Para Maurho:

Dale las vueltas que quieras, pero el hecho esencial que hay en el reportaje de Público sigue inalterable: Roberto García Calvo tuvo un destacado papel en la dictadura fascista, y lo sigue teniendo ahora.

Que eso sea aplicable a Suárez no cambia las cosas (no hace falta decir que en este caso no hablamos de alguien que ostente un cargo en el presente).

¿Que hay más casos como el de García Calvo? Saquémoslos a relucir, creo que vale la pena. Eso sí, hablamos de personas que -repito- tuvieron un cargo importante con Franco y lo siguen teniendo ahora. Muy importante.

¿Manipulación? Puedes quedarte con los detalles que tratan de mostrar al personaje como a un ser maligno (lo de tomar copas), o puedes quedarte con el hecho innegable que no voy a repetir. Hecho que nos recuerda que aquí no hubo ruptura; que este régimen es una continuación del anterior. El ejemplo de García Calvo es bueno para dejar patente esa realidad.

Hay más ejemplos, claro que sí. Sin apartarnos de los temas de moda, ahí tenemos al Rey. Pero el de García Calvo sigue siendo un muy buen ejemplo.

Escrito por: Vicent.2007/10/03 13:06:21.177000 GMT+2

Termino por mi parte con unos comentarios:

Es de gran interés el número de Socialist Register de 2006 (en inglés) dedicado a "La Verdad". En su portada (ver http://www.socialistregister.com/recent/2006) aparece La Verdad (con Mayúsculas), La Verdad (marca registrada), La Verdad pasada por el tamiz religioso, La Verdad parcial, La Verdad torcida.

En estos tiempos los poderes dominantes utilizan, como siempre, la ignorancia, pero la combinan inteligentemente con la mentira amplificada por cuantiosos medios.

La lucha entre poderes por controlar la "agenda mediática" es una lucha feroz. No bastan las decenas de millones de euros invertidos en los medios. Los poderes necesitan alistar al máximo de líderes de opinión (corifeos los llamaban en tiempos del abuelo Marx) o simples entusiastas para conseguir vencer con el boca a boca, o comentario a comentario, en esta lucha. Nosotros somos su mejor instrumento. Por contra, la resistencia a transmitir como autómatas sus ideas es una apuesta por su fracaso en el intento de alistarnos en la lucha por sus intereses.

Asistimos a la aparición de una nueva estrella mediática progresista con la sensación de haberla vivido antes: no en balde hemos visto crearse, crecer y debilitarse la alianza PSOE-PRISA durante las últimas décadas. Ahora vemos un intento por parte de ZP de crear una nueva alianza político/ económica/ mediática para perdurar en el Poder (sin adjetivos).

Algunos ya no estamos dispuestos a perder el tiempo en discusiones inútiles. Engáñense quienes quieran engañarse con "grupos mediáticos progresistas". En un rasgo de sinceridad/cinismo, J. Estefanía (entonces director de El País) respondió a una pregunta de El Loco de la Colina sobre si era de izquierdas. Respondió: ¿Cómo el director de El País va a ser de izquierdas?

Seguramente, en los tiempos del marketing político, el concepto de izquierdas es tan vacío como el de progresista. Lo que no falla, en cambio, es la geometría: los de abajo y los de arriba.

Enseñar a la ciudadanía a distinguir la manipulación mediática, los abusos de su ingenuidad o buena fe, es, seguramente, la tarea más importante que los rebeldes tienen ante sí. El campo de batalla son las mentes y la principal arma el espíritu crítico y racional.




Escrito por: Maurho.2007/10/03 16:37:33.124000 GMT+2

¿Sobre qué debatimos?

Es más que evidente que Público es un periódico pro-PSOE, tratando de ocupar el espacio que abandonó El País más o menos desde que gobierna Zapatero. No vamos a ser tan ingenuos de creer que hay un nuevo medio con afan crítico. Si queremos leer algo crítico de verdad, acudiremos a Diagonal (www.diagonalperiodico.net), al portal www.nodo50.org, a la contrainformación, en suma.

Los medios de masas son una empresa cuyo único fin es ganar dinero; y para ello buscan un sector de población concreto: conservadores, jóvenes anti-PP, intelectuales simpatizantes del PSOE, etc... Del mismo modo en que un programa de TV busca un público al que dirigirse; o un coche es construido pensando en determinado tipo de gente.

No obstante, debemos seguir esos medios para conocer cómo tratan de vender la moto a los diferentes sectores de la población. Y de vez en cuando, encontramos informaciones que son útiles, más allá de los motivos que llevaron a tales medios a publicarlas.

Escrito por: Vicent.2007/10/04 09:20:28.785000 GMT+2

<por un error de edición lo siguiente salió cortado>

En estos tiempos los poderes dominantes utilizan, como siempre, la ignorancia, pero la combinan inteligentemente con la mentira amplificada por cuantiosos medios...Pero en raras ocasiones es una mentira absoluta, flagrante. Los poderes han desarrollado una gran capacidad de administrar las verdades, en torcerlas, fragmentarlas, administrarlas en el tiempo, siempre utilizadas como armas para sus intereses. <fin de lo cortado>

Las luchas entre poderes son la mayor parte del tiempo una guerra de posiciones en las que no se utiliza de una vez toda la munición o personal disponible. En los sistemas de dominación actuales, prácticamente todo el mundo tiene algo por lo que se le puede atacar. Si los poderes atacasen "con todo" a sus rivales correrían el riesgo de romper el "encantamiento" de los súbditos. Como en el ajedrez, la atención se concentra en los peones. El peón, en este momento de la partida, es García Calvo. Pero es seguro que todos saben muchas más cosas de todos. ¿Las dirían si afectasen a un personaje de su bando? Seguro que no.

¿Se ha podido acusar con fundamento a García Calvo en su comportamiento público durante los últimos 30 años de ser algo más que un personaje conservador pepero? Como parece que no, se sigue buscando. Era Gobernador Civil en Almería cuando murió Javier Verdejo. ¿Tiene más responsabilidad en la muerte de Verdejo el Gobernador Civil de Almería que el de Lugo, por ej.? Parece que no está demostrado. Pero mucha gente no necesita más que eso, la inducción de causalidad por proximidad, más el desagrado que le suponen los peperos, para aceptar el "meme" y convertirse en eslabones de la cadena de propagación. Y en cada nuevo eslabón de la cadena, se le van añadiendo a las cualidades originales del personaje nuevas cualidades de cosecha propia. Al final, el personaje se ha convertido en un monstruo.

Y el gran problema, es que la gente habla sin saber, en eso reside el atractivo de los sistemas democráticos y su estabilidad. Y lo que tampoco saben, es que gracias a eso, los mensajes de los poderes llegan a los más recónditos lugares con la amplificación gratuita que le dan a los mensajes las emociones de los portadores.

<
termino aquí porque no es cuestión de hacer de okupa de los comentarios de Javier Ortiz.
>










Escrito por: Maurho.2007/10/04 13:14:40.183000 GMT+2

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)