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2007/05/11 05:00:00 GMT+2

Cuatro reyes y un revólver

Parece que se discute bastante –entre los especialistas, claro– sobre si es constitucional o no lo que se está haciendo con las candidaturas de la izquierda abertzale vasca. He leído a un jurista que, tras dejar constancia irritada de media docena de verdades constitucionales de Pero Grullo, afirma: «Sé que no sirve para nada lo que estoy escribiendo». Me ha recordado el modo en el que Carl Marx remató su crítica al Programa de Gotha, optando por el latinajo: «Dixi et salvavi animam meam».

«Que luego nadie me venga con que no lo dije», habría que traducirlo al román paladino.

Para mí que, llegados a ese punto, lo que se impone es recordar el principio constitucional supremo, que formuló con franqueza Al Capone redefiniendo las reglas del póquer: «Cuatro ases pierden contra cuatro reyes y un revólver».

El Poder (con mayúscula) funciona así. «Quien tiene las armas tiene el Poder», escribió Mao Zedong. La Constitución Española de 1978 dedicó a eso su artículo 8º. ETA, que se autodefine como «militar», no lo teoriza, pero lo deja muy claro: si estás de acuerdo, perfecto; si no, ve haciéndote un seguro de vida, o un traje de madera. Todos los poderes, incluyendo el ejecutivo, el legislativo y el judicial, tienen un único nombre, por más que se considere de mal gusto citarlo: el poder coercitivo.

Las cosas son así, es cierto. Pero son así en último término. Lo cual quiere decir que existen términos previos, que a veces se hacen notar, aunque en España no mucho y sólo de vez en cuando.

Me cuentan que hay no poco nerviosismo en las altas instancias españolas porque podría ser que el Tribunal de Estrasburgo dictaminara no dentro de mucho que la Ley de Partidos que rige por aquí es un bodrio jurídicamente infumable.

Den ustedes por descontado que nuestras autoridades  están haciendo todo lo posible para que tal dictamen no se produzca, pero tampoco es tan sencillo conseguir que los integrantes de un tribunal supranacional –que tienen su prestigio, o eso se creen– hagan como si fueran todos Jiménez de Parga. Se recuerda del ex presidente de nuestro Tribunal Constitucional que introdujo una sesión del alto organismo llamando la atención de los presentes sobre sus deberes para con el Estado, entendido como causa suprema. Pero, para considerar que un asunto es cuestión de Estado y avenirse a sacrificar en su ara cualquier hipotético remilgo o zarandaja, lo primero que se precisa es que uno se sienta –sea– parte de ese Estado. O sea, que viva de él y comprenda la importancia de aquella otra máxima romana: primum vivere, deinde philosophari (*). Primero, vivir; después, filosofar. Ahí está el peligro: los jueces de Estrasburgo parece que no están en ésas.

Lo más deprimente para los que todavía nos movemos animados por tontos principios/prejuicios es la certeza de que quienes tienen capacidad de decisión sobre todos estos asuntos no están reflexionando sobre ellos guiados por la idea fija de hacer justicia, ni mucho menos. Que lo suyo es más bien mirar de reojo a ver quién tiene cuatro reyes, a ver quién cuatro ases, a ver quién un revólver y a ver quién un montón de cartas en la manga y, ya de paso, una cuenta corriente con muchos ceros.

Nota de edición: Javier publicó una columna con el mismo título en El Mundo: Cuatro reyes y un révolver.

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(*) Tratando de comprobar la más correcta ortografía de este latinajo, que siempre se me atraganta, me he topado con otra frase que tenía olvidada, también atribuida a Aristóteles –que para mí que no hablaba en latín, pero ésa es otra– y que apunta en la dirección diametralmente opuesta: «Amicus Plato, sed magis amica veritas» (o sea: «Platón es mi amigo, pero más amiga mía es la verdad»), cosa que se pretende que dijo en cierta ocasión en la que se vio obligado a contrariar los dictados de su corazón para sujetarse a los de la razón.

A Aristóteles lo habrían expulsado del Tribunal Constitucional español a hostia limpia.

Escrito por: ortiz.2007/05/11 05:00:00 GMT+2
Etiquetas: justicia estrasburgo apuntes ley_de_partidos tribunal_constitucional euskal_herria 2007 españa jiménez_de_parga al_capone euskadi | Permalink