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2009/05/01 12:09:0.518000 GMT+2

En un mugriento chiringuito al Este de Madrid

Javier: ayer, mientras volabas hacia Jamaica, algunos amigos tuyos nos reunimos en un mugriento chiringuito al Este de Madrid. Descorchamos algunas botellas de Rioja, nos comimos unas Gildas y abrazamos a las mujeres que más has querido.

¿Ventajas? (como dirías tú) Pues que por fín pude conocer a muchos de tus amigos, esos de los que me contabas siempre maravillas. Pero tampoco es plan.

Si soy sincero, te diré que la celebración fue bastante deslucida. ¡Qué coño! Si es que me alegro de que todo saliera así de soso. ¡Sólo faltaba que ahora nos convirtiéramos en unos profesionales de las despedidas! Además, faltabas tú.

¡Lo que te hubieras reído si llegas a ver el careto que teníamos todos! Con decirte que, por un momento, se me ocurrió la maldad de pedirle a Rafa que saliera a contar el chiste del “niño cantor”, para ver si así nos relajábamos un poco... ¿Te acuerdas? Ese chiste con el que te partías y que le pedías que te repitiera cada vez que echábamos un “diccionario” en casa. Por cierto, que sepas que ya nos hemos enterado de que en lo del “diccionario” jugabas a varios paños y que lo practicabas en distintos corros. Hemos decidido seguir jugando sin ti. Espero que no te parezca mal. Total, seguirá ganando Caffaratto, pero sólo porque es el que llevaba y llevará las cuentas. ¡Miento! Lo único cierto, amigo, es que no sé si podremos seguir jugando sin ti, si tendremos fuerzas.

Ayer iban a cantar Christy Moore, Emilou Harris y Paul Simon pero el local era tan cutre que la megafonía no funcionó. Brel, Brassens y Ferré disculparon su ausencia; es comprensible, aunque estaban invitados  -por lo visto tienen previsto darte un macro concierto de bienvenida, con fiestorro incluido, en Jamaica-. No se lo digas a nadie pero Desproges quiere ejercer de maestro de ceremonias. Está como loco por conocerte desde que se ha enterado de que vas para allá. Va a proponerte que sigáis escribiendo a medias “Las requisitorias” y “La crónica del odio ordinario”. Ya me contarás. Me da un poco de rabia y de envidia porque era un proyecto que tú y yo teníamos a medias y era un buen pretexto para seguir riéndonos juntos. Pero qué le vamos a hacer, seguro que hacéis algo genial. No me lo pienso perder cuando vaya por allí.

Sólo una cosa más: que no quiero pasar de los tres mil caracteres porque el espacio vale tiempo y eso es más que el dinero. ¡Qué te voy a contar a ti que lo sabes todo del oficio de escribidor! En relación a eso, y como el lunes cuando te estuve viendo en el hospital mostrabas tu preocupación por el espacio que quedaba vacío (y sin aprovechar) y hacías referencia a ello en  tu autoobituario (¡qué palabro! Cabrón, me hiciste llorar a mares aunque me lo habías avisado),  pues que no te preocupes Javier, que ya estamos en ello.  Entre todos vamos a intentar llenar el vacío porque Ane ya está en ello, porque somos muchos y porque las huellas que nos dejas no son virtuales. Empezaremos organizándonos para mantener este espacio virtual y nuestro plan es seguir creciendo, creciendo y ganando espacio. Como tú nos has enseñado. Espacio de libertad y libertad en el espacio.

Pero, eso sí Javier, no nos engañemos: en nuestro espacio siempre habrá un hueco y ése es el tuyo, el que nos has dejado.

Oscar Ladoire

Escrito por: Oscar Ladoire.2009/05/01 12:09:0.518000 GMT+2
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