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2009/10/13 08:51:29.105000 GMT+2

¿Premio a un nuevo orden (económico)?

Que la Real Academia de Ciencias sueca haya concedido el Premio Nobel de Economía a Oliver E. Williamson y sobre todo a la politóloga Elinor Ostrom constituye, a primera vista, una interesante y atrevida novedad. En el caso de Ostrom, no porque sea una mujer, o porque estrictamente no se trate de una economista, sino por su especialidad: los bienes comunes, la propiedad común (commons). En este blog me referí no hace mucho a esta cuestión desde una perspectiva histórico-jurídica que enlazaba los comunes con los derechos y las libertades democráticas.

La tradición liberal sólo contempla la dualidad propiedad privada-propiedad estatal, y por tanto no reconoce otros modos de gestión de los recursos naturales que el del mercado o el del Estado, que Ostrom describe como las opciones "Privatización" y "Leviathan". Todo lo relativo a la gestión comunal se ha considerado desde esta óptica como un arcaísmo, un residuo improductivo del pasado en vías de extinción. Sin embargo, la obra de Elinor Ostrom reivindica la gestión en común, que puede ser tan "eficiente" -disculpen la expresión- o más que la estatización o la privatización, según los casos. Ostrom ha demostrado en un lenguaje respetable lo que muchas comunidades campesinas e indígenas ya sabían: que se puede realizar una gestión comunal de bosques, pastizales, sistemas de riego, recursos pesqueros, cuencas de aguas subterráneas, que sea productiva y al mismo tiempo sostenible. Lógicamente, en los últimos años ha extendido su análisis a Internet y a la economía del conocimiento. Elinor Ostrom distingue entre los "recursos de acceso libre", libremente disponible para todos, y los "recursos de uso común" (common-pool resources), regulado por normas de acceso y uso.  Lo importante es cómo enlaza la cuestión de los comunes con la participación activa de los usuarios (autogestión) y la cuestión del "gobierno", de la comun-idad y las reglas que establecen. Significativamente, en sus primeras declaraciones tras anunciarse la concesión del Premio, Ostrom ha declarado que lo que ella hace es "economía política", una práctica caída en desuso, desgraciadamente, por muchos de los pensadores y activistas que se declaran de izquierdas.

Por su parte, Oliver E. Williamson es el representante más destacado de la economía neoinstitucional que surgió en los años setenta y destacó por su estudio de las transacciones económicas y por qué algunas se desarrollan en el ámbito de la empresa y otras en el mercado. Su trabajo versa, por tanto, sobre la frontera entre ambos, en una época en la que la producción ha superado los límites de la fábrica y de la empresa como se entendía bajo el capitalismo industrial. En su estudio sobre las transacciones y el intercambio, Williamson pone de relieve el oportunismo de los agentes económicos, lo que de nuevo trae a colación la problemática del gobierno. De ahí la internalización en el análisis económico de las instituciones, de las reglas, del derecho.

El título del comunicado de prensa de la Real Academia Sueca de Ciencias es revelador: "Gobernanza económica: la organización de la cooperación". Ahora que la crisis financiera ha cuestionado seriamente la racionalidad económica pregonada por la teoría neoclásica, el capitalismo cognitivo se busca a sí mismo en los márgenes de la ciencia económica dominante y en la frontera con otras ciencias sociales.

Sería un grave error que el pensamiento crítico del capitalismo ignorara esta marejada de fondo, y dejara pasar la oportunidad que supone que, tras años de modelización abstracta, matematización de la conducta humana y centralidad del intercambio se vuelva a debatir el gobierno, la propiedad y la empresa. Como afirma Fréderic London, a propósito de la publicación del último libro de George A. Akerlof y el candidato fallido a Nobel Robert J. Shiller (Animal Spirits. How Human Psychology Drives the Economy, and Why it Matters for Global Capitalism), al menos "se abre una puerta (...) en la que, si fueran lo suficientemente hábiles, algunos heterodoxos maleducados podrían meterse a continuación de nuestros minoritarios futuros mayoritarios. (...) En suma, desde el momento en que la tiranía de la hipótesis de la racionalidad recula un poco, todo el mundo respira mejor, hasta los más alejados de la ventana."

Post scríptum: entiéndaseme bien. Lo interesante de Ostrom es su reflexión sobre los comunes y la gestión colectiva o pública de los mismos. Algo positivo. En cambio, lo que me ha parecido interesante del premio a O. Williamson, destacado neoliberal, es aquello que ha privilegiado el comité  -la economía institucional de transacciones, los límites de la empresa-, por el tipo de preocupaciones que pone de manifiesto, vinculado a la gobernabilidad.

Escrito por: Samuel.2009/10/13 08:51:29.105000 GMT+2
Etiquetas: comunes capitalismo economía ecología premio-nobel | Permalink | Comentarios (3) | Referencias (0)

Comentarios

Como siempre interesantísimo. Gracias

Escrito por: basatxoria.2009/10/13 15:15:0.876000 GMT+2

Por cierto, dudo que el Pensamiento Crítico del Capitalismo deje pasar este momento de marejada de fondo. Pero quien echará las redes y pescará en rio revuelto será el Pensamiento Oportunista del Capitalismo.

Escrito por: Basatxoria.2009/10/14 08:35:10.809000 GMT+2

No tengo ninguna duda de que en esas están...

Escrito por: Samuel.2009/10/14 11:21:27.038000 GMT+2
www.javierortiz.net/voz/samuel

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