Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

2009/05/11 08:29:52.563000 GMT+2

Pistas

Primera pista. Hace casi treinta años, en 1980, 700 vecinos del pueblo de Marinaleda, con el apoyo del ayuntamiento gobernado desde hacía un año por el Colectivo de Unidad de los Trabajadores (CUT), iniciaron una huelga de hambre para denunciar la explotación, la miseria y el paro en el campo andaluz y para reclamar una reforma agraria. Además de la huelga, los jornaleros se movilizaron con cortes de carretera y ocupaciones de tierras, incluyendo la del cortijo de "El Humoso", una finca de recreo del Duque del Infantado. Finalmente, lograron que la Junta de Andalucía expropiara 1.250 hectáreas de tierra que desde entonces serían trabajadas por las cooperativas que formaron los jornaleros. El experimento autogestionario y asambleario hace tiempo que dejó de serlo. Marinaleda se mantiene viva, y hace poco lo recordaba RTVE.


Segunda pista.  Hace siete años, en medio de una crisis política y económica sin precedentes, los obreros de la fábrica de cerámica de Zanon (Neuquén, Argentina) decidieron no esperar a que gobierno y patrón decidieran sobre su destino y ocuparon las instalaciones. Zanon era la fábrica de cerámica más importante del país, con una planta de 80.000 metros cuadrados. Una vez ocupada, los obreros retomaron la producción y años más tarde llegarían a fabricar un volumen superior al de antes de 2001. Desde entonces todos los trabajadores cobran el mismo sueldo, y las decisiones empresariales se toman en asambleas y en diversas comisiones (de ventas, de higiene, de administración, etc.). Ahí siguen.

No fueron los únicos: junto con Zanón, ahora bajo el nombre de Fasinpat (Fábrica Sin Patrón), más de 150 fábricas recuperadas en las que trabajan unas 13.000 personas continúan funcionando, con mayores o menores dificultades. Zanón es la más emblemática, por sus dimensiones, y por el carácter político radical de su lucha. A diferencia de otras fábricas recuperadas, Fasinpat optó por insertarse plenamente en la comunidad, aprovechando externalidades positivas, recibiendo pero dando también, con donaciones a hospitales, escuelas, comedores infantiles y populares. Los mapuche, antes enfrentados a la fábrica, ahora ponían a disposición de los obreros sus canteras de arcilla. La actualización de su modelo de producción se hizo con apoyo de la Universidad de Comahue (Neuquén) y la de Buenos Aires.

Hace unos días la cadena francoalemana Arte recordó su experiencia en un reportaje. Para quienes no dominen el francés, en la web del canal puede encontrarse una interesantísima entrevista, en español, a Raúl Godoy, uno de los líderes obreros de Fasinpat.


Argentine, Les usines sans Patrons

Tercera pista. Spokane es una ciudad de unos doscientos mil habitantes situada al noroeste de los Estados Unidos, concretamente en el Estado de Washington. Desde hace algo más de un año una coalición de activistas, miembros de sindicatos y grupos ambientalistas trabaja por juntar firmas para que se someta a votación una serie de importantes enmiendas a la carta constitucional de la ciudad en las elecciones generales de noviembre de 2009. Pretenden incorporar a la misma una community bill of rights, una declaración de derechos comunitarios que reconozca la protección de los derechos de los ciudadanos y de su medio ambiente, siempre en el marco de una reflexión sobre la ciudad. Los asuntos que desean incorporar a la declaración son diversos y superan una estricta visión liberal: energía, vivienda, medio ambiente, salarios, derechos laborales, etc. Lo novedoso es que la declaración de derechos busca proteger al ciudadano no de la arbitrariedad del Estado, sino de las corporaciones. En una entrevista a Democracy Now!, uno de sus promotores compara la iniciativa con el movimiento ciudadano que se ha desarrollado en varios condados de Nueva Inglaterra, al otro lado del país. Frente a los vertidos a los ríos de corporaciones como Nestlé, en varias localidades los ciudadanos se han dirigido a sus autoridades locales y han dicho: "no vamos a esperar a que las agencias regulatorias nos salven." (...) "no vamos a permitir el dominio corporativo del agua en estas áreas."

Estas son historias mínimas, poco representativas.  Micropolítica. Pero a veces abajo lo pequeño nos enseña cosas más importantes que las grandes narraciones de los de arriba, que en estos días sólo transmiten miedo e incertidumbre para que el rebaño no se desmande. En estas historias podemos atisbar posibilidades de una reapropiación colectiva de la decisión política. Sus protagonistas no han cambiado el mundo, pero al menos han empezado a cambiar ellos mismos, en un aprendizaje político continuo. Cuenta Raúl, de Fasinpat, en la entrevista a Arte:

"El mayor problema que hay es la cabeza. Es romper la cadena que tenemos en la cabeza. Esas son las mayores cadenas. Cuando se empieza a descubrir que uno puede hacer...y que depende de uno, es maravilloso, cambia todo. Hay mucha creatividad, las cosas salen mucho más fáciles. Después hay que tener mucha paciencia, porque no a todos los compañeros se les rompe las cadenas al mismo tiempo. Hay compañeros que siguen pensando en que (...) en algún momento alguien tiene que dar una orden (...), si no es un patrón, es el sindicato, si no es un supervisor, un sindicalista o un dirigente, o si no un coordinador. Quieren delegar. Ahora, esa es una pelea permanente para que no haya delegación. O sea la mínima, indispensable. Pero que el control la tenga la asamblea. "

Escrito por: Samuel.2009/05/11 08:29:52.563000 GMT+2
Etiquetas: españa estados-unidos fasinpat democracia marinaleda argentina | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)