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2013/03/06 14:47:21.437000 GMT+1

Muerte de un plebeyo

Pocas veces un proceso político se identificó tanto con una sola persona como en Venezuela. La explicación no encaja en los parámetros que emplea la ciencia política de las academias estadounidenses y europeas, ni en el carisma weberiano ni en la categoría peyorativa del populismo.

Hugo Chávez Frías encarnó ante todo la irrupción apabullante de los pobres y sus pasiones en una política a la que previamente habían declarado técnica, inodora e incolora. Irrupción no ya del proletariado de la vieja izquierda europea del siglo XX, sino del pueblo de los cerros, el lumpen variopinto – masivo en Venezuela- que había sido denostado y relegado al cubo de la basura de la historia y que contaba con muy pocas vías de ascenso social (una de ellas era el ejército). Millones de venezolanos adquirieron la condición de ciudadanos durante la revolución bolivariana, o mejor dicho, rompieron los diques de contención de la ciudadanía respetable previamente delimitadas por las oligarquías. Unas pocas estadísticas dan fe de ello. Entre 1998 y 2012 se redujo el porcentaje de población en edad de votar no inscrita –sin registro no se puede ejercer el derecho de sufragio, y ni el registro ni el voto son obligatorios- de 20% en 1998 (más de 4 millones y medio de personas procedentes de las capas populares) a 5% en 2012 (un millón y medio, contando el incremento poblacional). En 2000 había 900.000 universitarios. En 2010 Venezuela llegó a los 2.300.000. Más allá de las disputas estadísticas, lo cierto es que tanto la pobreza y como la desigualdad en el ingreso se redujeron significativamente. La Venezuela de Hugo Chávez nunca cometió crímenes equivalentes a los de la Colombia de Álvaro Uribe. El odio dirigido contra el plebeyo mestizo Hugo Chávez ha consistido en un odio de clase.

La mayoría de los venezolanos no quieren renunciar a la democratización emprendida en el país. Lo expresaron en 2002 cuando evitaron en las calles que Hugo Chávez acabara como Salvador Allende y en 2007, cuando rechazaron en las urnas una reforma constitucional que pretendía salvar la revolución centralizando y reforzando el poder ejecutivo (rechazo que fue aceptado por Chávez y que no implicó su derrota en las elecciones sucesivas). Fue este apoyo popular y sus circunstancias históricas, junto con el contacto con otras izquierdas latinoamericanas, en un contexto geopolítico favorable marcado por el declive estadounidense en la región y el ascenso brasileño, lo que más contribuyó a su evolución ideológica y a la de su carisma.

Su liderazgo se mantuvo contra viento y marea durante casi catorce años. Este papel simbólico recuerda al de las monarquías africanas, mediadoras entre lo real y lo mágico, que continuaron resistiendo en tierras americanas: a ojos de los de abajo Chávez aparece como el Zumbí de los Palmares del palenque venezolano. Un papel que se acrecienta al haber muerto desde la victoria y no desde la derrota. Mientras unos denunciaron este liderazgo como una carga para una transformación democrática, otros lo presentaron como su salvaguarda. Lo cierto es que paradójicamente supuso tanto lo uno como lo otro.     

Salvo los ataques furibundos de la oposición más recalcitrante y de los medios corporativos, abajo las críticas a las deficiencias del sistema político y económico venezolano se efectuaron principalmente en el marco de la profundización del complejo proceso bolivariano, sin pretender salirse de él. Desgraciadamente, entre los intelectuales que apoyaron el mismo –especialmente entre los no venezolanos- dominaron los análisis que se basan en contrarrestar la propaganda negativa de sus enemigos, no en la revolución bolivariana realmente existente, cuyos problemas -vinculados a las continuidades con el modelo anterior- no son menores. La muerte del presidente debería facilitar esta tarea. Habrá "chavismo sin Chávez", sin duda, y podrá seguir ganando elecciones. Pero lo importante ahora es si seguirá habiendo revolución.

Escrito por: Samuel.2013/03/06 14:47:21.437000 GMT+1
Etiquetas: chavismo venezuela hugo-chávez | Permalink | Comentarios (1) | Referencias (0)

Comentarios

Gracias Samuel, por tus comentarios e información.

Escrito por: Francisco Martín.2013/03/06 23:09:9.419000 GMT+1

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