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2010/01/20 14:21:37.654000 GMT+1

La reconstrucción mediática

A diferencia de las infraestructuras físicas de Haití, de los cuerpos y psique de los haitianos, que tardarán bastante en recomponerse de semejante catástrofe, la reconstrucción mediática de Haití comenzó el mismo día del terremoto, el pasado día 12 de enero.

El patrón que sigue la prensa internacional es el mismo que el empleado habitualmente en este tipo de situaciones. José María Ridao explica en el diario El País (el subrayado es mío):

"A partir del momento en que el resto del mundo conoce un enunciado tan brutal y tan escueto, el esfuerzo para ilustrarlo y darle desarrollo tiene que ajustarse necesariamente a un mismo e invariable esquema. Primero, los testimonios del momento crítico; luego, la búsqueda desesperada de supervivientes; poco después, el consuelo de los milagros, cada vez más raros a medida en que pasan los días; finalmente, las escenas de pillaje a consecuencia del hambre, la sed y la desesperación."

Falta una última fase: la autocrítica hipócrita de los medios, que suele llegar a destiempo. Se equivoca Ridao. No existe esa necesidad de la que habla, como tampoco es inevitable que Haití algún día "no sea noticia", como titula su artículo. Si los medios operan así es porque aplican esquemas y lenguajes preconcebidos para recrear una realidad que no son políticamente inocentes. De hecho, no parece que los periodistas se hayan encontrado con el nivel de violencia que esperaban, por lo que acaban por repetir las mismas imágenes y los mismos prejuicios. Esta producción mediática de la inseguridad -una percepción maleable- ha tenido repercusiones en el mismo reparto de la ayuda de emergencia. Por supuesto que hay tensiones, conflictos, grupos armados. Los hay. Pero de ahí presentar la búsqueda desesperada de productos básicos como pillaje -¡la propiedad ante todo!- o identificar a muchos haitianos como criminales va un trecho. Hasta la huida del desastre es presentado en tono policial: los haitianos no viajan, son "transportados ilegalmente". La cuestión estriba, pues, en cómo mostrar los pedazos de realidad, cómo contextualizarlos, sobre la base de qué elementos de juicio. Y la prensa insiste en subrayar -y tergiversar- dos cosas: la falta de seguridad y de gobierno. El objetivo es claro: legitimar la intervención exterior.

El guión es el habitualmente empleado para representar el África negra. Haití es África, pero en América. Predominan por tanto las imágenes corrientes del género, un imaginario del negro que ha cambiado muy poco desde la literatura colonial: violento, pasivo, incapaz de gobernarse y sometido a la tradición. Incapaz para ser libre, pues. En televisión, volvemos a encontrar blancos -en el sentido amplio y simbólico del término- que "salvan" negros, entre los que encontramos cada vez más periodistas...


El periodista Anderson Cooper socorre a un niño herido de un disparo. Fuente: CNN, cadena campeona en manipulación y amarillismo.

Un negro que no merece el mismo pudor que el blanco que muere bajo los escombros del World Trade Center. Aquí las cámaras no tienen recato alguno en mostrar entrañas, huesos rotos, sangre, cadáveres. Más que de "emo-periodismo", podríamos hablar de "necro-periodismo", una especie de pornografía gore que prescinde de la reflexión y el análisis.

Afortunadamente, algunos periodistas, que normalmente trabajan para medios públicos o comunitarios, intentan adoptar un enfoque más honesto. Algunos se centran en dar voz a los haitianos. El periodista Reed Lindsay, para Telesur, mostraba hace unos días cómo los sobrevivientes se levantan poco a poco, se mueven, se organizan, se ayudan:


"Sobrevivientes se desplazan de la capital a las provincias", 18 de enero de 2010. Fuente: Telesur.

Escrito por: Samuel.2010/01/20 14:21:37.654000 GMT+1
Etiquetas: medios televisión haití prensa | Permalink | Comentarios (1) | Referencias (0)

Comentarios

Ahora nos queda por ver si tras invadir Haití, EEUU procederá a atacar Cuba y Venezuela. No hablo de ataque militar, porque eso es más que obvio, sino de ataque verbal. ¿Recuerdas el terremoto en Perú hace dos años? Recordarás entonces el montaje mediático según el cual Venezuela enviaba a los damnificados latas de comida con propaganda a favor de Chávez y de Ollanta Humala. Conociendo el papel del ALBA en el país antillano ( http://www.rebelion.org/noticia.php?id=99085 ), no me extrañaría ver más de lo mismo.

Por cierto, recuerdo que en un post Javier Ortiz contraponía las escenas de cooperación entre supervivientes en ciertas películas sobre catástrofes de la naturaleza y la actitud de los supervivientes de Nueva Orleans tras el huracán Katrina ("La imagen de la degeneración"). Sin embargo, los medios fueron más considerados hacia ellos. Ventajas de vivir en el Norte, así sea en el Sur del Norte.

Escrito por: Gonzaga.2010/01/22 16:43:34.440000 GMT+1

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