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2008/11/24 10:04:37.984000 GMT+1

Kivu

La última ofensiva del CNDP de Laurent Nkunda en Kivu Norte se produce un año después del terremoto geopolítico que provocó el acuerdo firmado entre la República Popular China y la República Democrática del Congo en septiembre de 2007, concretamente entre un consorcio de empresas estatales chinas (China Railway Engineering Corporation, Sinohydro, Eximbank of China) y la sociedad estatal congoleña Gecamines, sucesora de la empresa colonial Union Minière du Haut Katanga. Se trata de un trueque por el que las empresas chinas aportan un préstamo que debería servir para construir miles de kilómetros de carreteras y vías férreas, 31 hospitales, 145 centros de salud y 4 universidades, a cambio de la explotación de 10 millones de toneladas de cobre, 200.000 de cobalto y 372 de oro. El 68 % de la joint venture que se ha constituido (Socomin) está en manos chinas, mientras que Gecamines participa en el 32 % restante. El acuerdo, con un valor total que supera los 9 mil millones de dólares, es la principal baza con la que cuenta el presidente Joseph Kabila para afrontar las cinco prioridades de su gobierno (agua, electricidad, educación, salud y transporte) y contribuir a reflotar una empresa, Gecamines, que en 2003 se encontraba al borde del colapso, pese a la intervención del Banco Mundial (muy implicado en la reestructuración de la economía congoleña). Lo cual no impide que Gecamines cree consorcios mineros con otras empresas, concretamente con el gigante canadiense Katanga Mining.

Este acuerdo, así como el proceso de revisión de las concesiones mineras en Katanga, no ha gustado demasiado en algunas cancillerías occidentales, que en 2006 habían apostado por garantizar la reelección democrática de Joseph Kabila como presidente del país. Hasta ahora la competición geopolítica en África central se limitaba a Estados Unidos y las ex potencias coloniales de Francia y Bélgica (en ocasiones bajo el paraguas de la Unión Europea). La entrada a hurtadillas de un tercero en discordia con tanto peso como China puede que tenga algo que ver con reacciones airadas como la del Ministro belga de Asuntos Exteriores Karel de Gucht, que lleva tiempo enfrascado en una batalla verbal con el presidente Kabila. Pero, ¿hasta qué punto este episodio sirve para explicar lo que sucede en la región de Kivu Norte?

Una posición muy difundida entre los congoleños de la diáspora y determinadas organizaciones europeas es aquella que culpa en exclusiva al gobierno ruandés de Paul Kagame y, por extensión, a Estados Unidos, de la reciente ofensiva del sanguinario guerrillero Laurent Nkunda en la región de Kivu Norte. El casus belli: los mencionados acuerdos firmados por el gobierno congoleño y las autoridades chinas, que habrían desplazado a empresas como Freeport-McMoran y pondrían también en riesgo los intereses económicos ruandeses en el este del Congo. Semejante tesis reduce a los actores africanos -tanto locales como regionales- a meros peones manipulados por las grandes potencias y sus transnacionales. Una variante del eurocentrismo que podrá favorecer la movilización (la adrenalina parece que sube únicamente cuando entra en escena el reconocible y tranquilizador imperialismo estadounidense), pero no el análisis crítico.

No se trata de elegir entre un discurso minero-economicista y uno etnicista, sino de reintroducir el factor minero, el geopolítico y el étnico-comunitario en la comprensión de un contexto local más complejo de lo que parece a primera vista. Así, en los últimos años el coltán, oro y niobio que extraía el hutu FDLR ha sido comercializado por sectores del enemigo Frente Patriótico Ruandés (FDR), el partido del presidente Kagame. Las relaciones entre Ruanda y Nkunda no son unívocas, y parece que existen divisiones en el seno del gobierno sobre cómo tratar la cuestión del Congo.

Los problemas de Kivu Norte (y sobre todo de los departamentos de Masisi y Rutshuru) vienen de lejos, preceden desde luego a la presencia china en Katanga, y se ha complicado considerablemente después del genocidio ruandés y las dos grandes guerras de los Grandes Lagos (1996-2003), mientras que la situación en Ituri o Kivu Sur parece que ha mejorado un poco en términos comparativos. Mucho se ha hablado de la lucha por los recursos mineros entre las diferentes facciones armadas, pero este dista de ser el único factor de tensión en la zona (aunque sea el principal combustible).

Tras el fracaso de la ofensiva gubernamental contra las tropas de Nkunda en 2007, cuando Kabila intentó imponer el nuevo orden minero al conflictivo Kivu, tuvo lugar el que quizás fue el intento más serio hasta la fecha de tratar las raíces del conflicto: la Conferencia de Goma de enero de 2008, cuyas actas acaban de ser publicadas por la editorial L'Harmattan. En ella se discutieron cuestiones como las siguientes:

  • conflicto entre comunidades (nande, tutsi banyarwanda, hunde, hutu, nyanga y tembo), no necesariamente entre grupos étnicos, también al interior de los mismos, por el acceso a la tierra, agravado por la espinosa cuestión de los refugiados presentes tanto en Kivu (por ejemplo, el problema de los refugiados hutu ruandeses) como en Ruanda (el retorno a Masisi de los tutsi banyamulenge refugiados en el país vecino) y la extrema pobreza en la que viven la mayoría de sus miembros;
  • impunidad de los criminales de guerra y la legitimidad que mantienen como garantes de la seguridad de unas comunidades presas de un comprensible terror al genocidio;
  • una economía basada en la extracción, contrabando y exportación de los recursos mineros por parte de potentados locales tutsi, shi y nande, por lo general vía Ruanda, y que se apoya en la violencia armada de los diferentes grupos armados (milicias Mai Mai, CNDP de Nkunda, FDLR, el propio ejército congoleño).

Todas estas cuestiones están relacionadas entre sí. El impacto social de la depredación minera ha quedado sobradamente probado. Por lo general, las minas desplazan a las poblaciones locales, a las que se les arrebata el acceso a la tierra y a los recursos naturales. La minería en África suele recurrir a variantes de trabajo forzoso o semi-forzoso por parte de los subcontratistas de las transnacionales (que pueden ser guerrillas o estar vinculadas a ellas, como en Kivu). Las consecuencias ecológicas son menos conocidas, pero igualmente devastadoras, como la contaminación de los ríos.

Que una pequeña parte del maná minero quede en Kinshasa o en Kigali (son otros los que se llevan la parte del león) es una discusión que por sí sola no va a solucionar los problemas de una población agotada tanto física como psicológicamente después de quince años de guerra.

Mientras tanto, el volcán Nyiragongo, situado a muy poca distancia de Goma, contempla desde sus 3.470 metros de altura el empeño de los mineros por adentrarse en las entrañas de la tierra, las matanzas de las guerrillas y el triste deambular de los refugiados. Y espera su turno.

Mapa de Kivu Norte. Fuente: International Crisis Group

Escrito por: Samuel.2008/11/24 10:04:37.984000 GMT+1
Etiquetas: minería estados-unidos áfrica comercio kagame banco-mundial congo china ruanda belgica kivu | Permalink | Comentarios (2) | Referencias (1)

Comentarios

La verdad es que el mundo es un gran quilombo. Qué razón tienes. Pero a veces. A veces también es maravilloso...
Cada mañana veo pasar aviones cargados de coltan y estaño hacia el aeropuerto de Goma. Como si nada. A unos pocos kilómetros de aquí la gente padece lo indecible.
Gracias por hablar de todo esto en tu blog, es muy importante. Al menos nadie puede impedir que hablemos de ello.
No sabía que se habían publicado las actas de la conferencia de Goma, gracias.
Un hispanohablante desde Goma, RDC

http://stopthewarinnorthkivu.wordpress.com/wp-admin/

Escrito por: blogadmin.2008/11/24 20:58:9.008000 GMT+1
http://stopthewarinnorthkivu.wordpress.com

Muchas gracias por escribir. Me alegra que este blog sirva de punto de encuentro para personas establecidas en los lugares más insospechados, como Goma. Espero que no sea tu última visita a esta casa.

Por cierto, quilombo no tiene solamente un significado peyorativo, que es el que le han dado los poderosos. Originalmente era el lugar, situado en tierras americanas, donde se refugiaban los esclavos negros fugitivos (cimarrones) y en el cual crearon comunidades que se gobernaban a sí mismas, a menudo reproduciendo estructuras políticas tradicionales africanas.

Saludos, y mucho ánimo, especialmente a las gentes de Kivu.

Escrito por: Samuel.2008/11/25 08:55:54.936000 GMT+1
www.javierortiz.net/voz/samuel

Referencias

...90221elpepuint_6/Tes">febrero de 2009- o indirecta -apoyando guerrillas-, ha contribuido al saqueo de los minerales de las provincias de Kivu. Una explotación en la que participan Referenciado por: El incómodo visitante - Quilombo 2010/07/19 16:15:54.254000 GMT+2

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