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2011/03/28 09:20:44.984000 GMT+2

Las ideologías ante Libia

Desde el pensamiento que se tiene por progresista o de izquierdas (por confusa que sea esta última denominación), la intervención militar en Libia ha suscitado un debate que merece la pena observar. Hay quienes, por motivos ideológicos basados en un sólido y razonable antiimperialismo, unido a veces a un lógico pacifismo, rechazan de plano toda intervención militar en la guerra civil libia. Les convendría recordar la necesidad de tener en cuenta el coste en vidas humanas que puede causar la intervención en comparación con el que se produciría si ésta no tuviera lugar.
 
Es preciso empezar aceptando que la rebelión libia ha sido, y sigue siendo, como las de Túnez y Egipto, el levantamiento espontáneo de un pueblo harto de sufrir una dictadura. Si para ponerlo en duda hay quienes atribuyen tortuosas intenciones a los alzados contra el régimen, sin aducir prueba alguna que lo demuestre, estamos ante un claro caso de prejuicio de base ideológica.

No está de más recordar que cuando en la 1ª Guerra Mundial la naciente Rusia revolucionaria firmó la paz con los imperios centrales, para justificar tan humillante transacción escribió Lenin: "Hay que analizar la situación y las condiciones concretas de cada compromiso. Deberíamos distinguir entre el que entrega a los salteadores su dinero y sus armas, para atenuar el mal que pueden hacerle y facilitar su detención, y el que hace lo mismo, pero para participar en el pillaje".

¿Cuáles son las circunstancias que han rodeado a la intervención militar en Libia? ¿Existía alternativa a la creación de una zona de exclusión aérea? Cuando en la ONU se votó la resolución que lo autorizaba, las tropas de Gadafi se acercaban peligrosamente a Bengasi, que también era atacada desde el aire. Su caída era inminente. La propuesta de rendición y amnistía hecha por el hijo de Gadafi carecía de toda credibilidad.

¿Hubiera bastado con facilitar armas a los sublevados? Los que esto sugieren ignoran que las armas más útiles en esta ocasión (antiaéreas y contracarro principalmente) requieren cierta preparación por quienes van a utilizarlas, un plazo de tiempo con el que los rebeldes ya no podían contar.

Hablemos con claridad: ni desde el punto de vista práctico ni desde la más elemental moral humana podía ser rechazada la petición de los rebeldes a las potencias occidentales para que impusieran una zona de exclusión aérea. Los que a esto se oponían solo aducían rígidas razones ideológicas, sin analizar esas "condiciones concretas" que citaba el revolucionario ruso.

¿Quiere esto decir que la resolución 1973 y la intervención ejecutada posteriormente, en la que ya se ha implicado la OTAN, constituyen un acierto? Rotundamente: no. Como he expuesto en otras ocasiones (1), la citada resolución es muy poco satisfactoria, lo que puede obedecer tanto al apresuramiento y falta de acuerdo para lograr algo mejor como a los intereses de las grandes potencias que votaron a favor de ella. Establece la finalidad de "proteger a los civiles y a las áreas pobladas bajo amenaza de ataques", pero no precisa el modo de hacerlo, aunque autorice la creación de una zona de exclusión aérea y prohíba la invasión terrestre.

Aparte de esto, es mucho lo que queda por definir y admite gran variedad de interpretaciones. Por un lado, no se articula una clara responsabilidad política para el conjunto de las operaciones; por otro, queda una puerta abierta para justificar cualquier ingerencia en el futuro político de los libios. Además, no establece controles claros sobre el objetivo de la operación, por lo que no se puede vislumbrar un final razonable para ella. Hay pues, en definitiva, motivos suficientes para poner en duda los resultados de la intervención aprobada por la ONU, aun aceptando y considerando imprescindibles las operaciones iniciales que, paralizando la ofensiva de la aviación libia contra su propio pueblo, tanto están contribuyendo a proteger a los sublevados.

Todo lo anterior incita, además, a plantear otras cuestiones importantes. ¿El pueblo de Gaza no merecería también una protección análoga contra los bombardeos israelíes? ¿Y qué hacer en casos como los de Siria, Bahréin o Yemen, donde pacíficos manifestantes son masacrados con total impunidad? Es preciso, también, seguir reflexionando sobre los antecedentes que han llevado a esta situación, como la aceptación benévola de los regímenes tiránicos mientras los respectivos dictadores sean útiles para los intereses occidentales. Sin olvidar la culpable manipulación de sucesivos fantasmas (el comunismo antes, el terrorismo después, ¿y luego...?) para justificar el menosprecio real por la democracia exhibido por quienes más alardean de ser sus defensores, el ancestral desdén por los pueblos remotos, que tan a menudo surge en Occidente, y la mitificación de una presunta estabilidad que garantiza las nuevas formas de explotación pero que se revela tan falsa como muestran los acontecimientos que aquí se comentan.

Publicado en CEIPAZ el 28 de marzo de 2011

(1) Véase, por ejemplo, "Libia: entre la tardanza y el desconcierto", en este mismo blog.

Escrito por: alberto_piris.2011/03/28 09:20:44.984000 GMT+2
Etiquetas: ideología 1973 resolución libia | Permalink | Comentarios (3) | Referencias (0)

Comentarios

Si, considero que tienes razon tanto en la primera mitad de tu articulo como en la segunda. Algunos dirian que es cotradictoria pero yo lo veo como la constatacion de la realidad social internacional en este momento. Claro que hay mil dudas sobre las intenciones de los aliados al intervenir y decimos, si claro, aqui si y alli como no interesa pues no. Pero ¿que hacer entonces? La respuesta es ¿o todos o ninguno?,o ninguno y que se las arreglen solos dentro de su soberania?
    La realidad nos lo dirá dentro de 3 meses que es al parecer el plazo que se han dado las potencias para la "intervencion" esperemos que no "ocupacion".
Y creo, con todo respeto que la izquierda una vez mas fragmentada no está dando la talla en estos acontecimientos, que yo veo como una verdadera revolucion de este siglo.
En cualquier caso gracias por la posibilidad de reflexionar contigo.Un saludo.
 
 

Escrito por: flamboyan.2011/03/30 11:07:16.878000 GMT+2

¿Sólo por ser un levantamiento espontáneo merece nuestro apoyo? ¿No deberíamos cuestionarnos también el tipo de levantamiento? ¿El tipo de dictadura? Con otras palabras ¿no hubo represión cruel en Egipto y en Túnez? ¿Allí el pueblo se levantó en armas haciendo una guerra civil? ¿No te produce esto una cierta sospecha de que las condiciones del levantamiento no eran iguales?

Por otro lado, conociendo un poco como funcionan los servicios de inteligencia ¿tanto te extrañas de que no haya pruebas de la injerencia extranjera presionando contra el gobierno del dictador Gadafi? ¿No funcionan así tradicionalmente los servicios de inteligencia? ¿No es esa la base material de las paranoias de Chavez, Castro o tantos otros?

 

Escrito por: jesus cutillas.2011/04/01 11:03:10.051000 GMT+2

Estimado Alberto, No estoy de acuerdo con ud cuando afirma que "Es preciso empezar aceptando que la rebelión libia ha sido, y sigue siendo, como las de Túnez y Egipto, el levantamiento espontáneo de un pueblo harto de sufrir una dictadura." Y no solo por "prejuicio ideológico" como ud sugiere , que no sé muy bien a qué se refiere, si no porque los datos que he podido reunir no me dejan otra opción: lo de Libia se parece más a lo de Irak y, si me apura, al golpe de estado de los militares africanistas encabezado por Franco. A lo de Irak, porque la presencia de los intereses petrolíferos en las tierras libias ha sido determinante en la actuación internacional. A lo de Franco, porque sin una parte del ejército libio a favor del levantamiento y la aquiescencia internacional nada de aquello ni de esto se habría producido. Con esto, lo último que yo quiero es asimilar el gobierno de la 2ª República española con el gobierno de Gadafi: en el primer caso el gobierno fue legítimamente elegido. (Curiosamente armas españolas fueron utilizadas para masacrar al pueblo español republicano, y hoy otras armas españolas han servido para matar ciudadanos libios sin que se haya producido un atisbo de debate o de autocrítica). ¿Dónde están las imágenes del pueblo protestando pacíficamente ante el ejército y las cámaras de televisión? A los dos días lo único que podíamos ver en la televisión eran imágenes de sublevados en armas: nada que ver con las protestas de Túnez y Egipto. ¿Por qué Siria es inmoral hoy por y es señalada con el dedo por vender armas a Gadafi y no lo es España por vendérselas ayer? Pero lo que resulta más inmoral a todas luces es que los mismos países que han armado a Gadafi quieran derrocarlo. ¿Por qué no una presión diplomática y comercial que fuerce unas elecciones libres -al estilo occidental? Es preciso empezar aceptando que por lo que se lucha en Libia no es por su democracia y la justicia, si no porque Gadafi caiga y con él su trama de poder basada en el petróleo. Saludos.

Escrito por: Miguel.2011/04/07 09:50:3.748000 GMT+2
http://www.trebol-a.com/author/miguel/

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