Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

2003/04/03 08:30:00 GMT+2

Periodismo y basura

Tiempo de contrastes. Profesionalidad contra chabacanería. Formación, ilustración, capacidad y valía frente a irresponsabilidad, carencia, incultura y mediocridad. Hay periodistas que no suelen recibir premios, esas distinciones que sirven en los últimos años para compensar y recompensar los favores prestados y premiar la fidelidad al discurso políticamente correcto. Hay periodistas que no ganan el TP de oro ni otras mandangas. No. Pero se trata de periodistas que, pese a no contar con el reconocimiento multitudinario, demuestran día a día que se puede hacer periodismo televisivo de calidad, con decencia. Vicente Vallés (Telecinco), Almudena Ariza y Ángeles Rodicio (ambas de TVE) son algunos de los periodistas que están cubriendo la información de esta guerra en Irak que puede cambiar tantas cosas. Ellos dignifican una profesión tan maltrecha y desecha en tiempos de guerra como en tiempos de paz. No buscan el protagonismo, conscientes de que ellos no son la noticia, sino que están frente a la cámara para contarla. Informan, explican, detallan, diseccionan, mostrándonos a los telespectadores esa parte de la realidad que han visto con sus propios ojos o que ha llegado hasta sus oídos. Ponen en cuarentena aquello que no lograron contrastar, advirtiendo de que se puede tratar de la propaganda de uno u otro lado.

El contraste a este ejercicio cabal del periodismo lo ponen los merodeadores de los tablaos de la llamada prensa rosa. Nos venden vísceras, embarazos psicológicos, insultos de gelatina y otras materias viscosas, artes adivinatorias, orgías coloristas, lenguas de fuego, sexo barato, desvergüenza atroz. Todo ello sin contrastar, sin medir las consecuencias de una falsedad pasada por el altavoz de cualquiera de los programas

ignominiosos que plagan esta televisión agonizante. Están tomando la televisión sin reparos. Repiten una y otra vez el desfile de necios que han saltado a la palestra en un infarto múltiple. Unos gramos de silicona, un rumor bien extendido gracias a la metástasis irracional o un par de poses junto a viejas glorias de la España franquista bastan para hacerse familiar en este circo de desmentidos y arcadas orquestadas.

La televisión se deifica, para regocijo de los fieles. La televisión los crea y Hotel Glamour los junta. Este becerro de oro es el nuevo dios.

Yo me quedo con los periodistas que hoy se refugian en las catacumbas. Malos tiempos para la lírica..

Escrito por: Marat.2003/04/03 08:30:00 GMT+2
Etiquetas: | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)