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2009/10/31 12:10:00 GMT+1

Las cosas de Nando (XXVI) Querida adolescencia

Este año mi hijo termina un ciclo escolar, último año antes de pasar al “insti”. En una reunión el profesorado nos advirtió de que este año, entre otras cuestiones, nuestras hijas e hijos se incorporarían a la adolescencia, siendo estos algunos de los síntomas posibles de aparecer: cambio de voz, desarrollo de los órganos sexuales, la comunicación con los padres disminuye, la noche tiene ahora un atractivo mayor, lenguaje contracultural, las negativas de los padres son recibidas con rebeldía, sed de independencia, la importancia del sexo es cada vez mayor,…

Ayer por la mañana tocaba vestirse según el calendario escolar, gimnasia a la mañana y deporte al mediodía. Unai se estaba colocando el pantalón del chándal y cuando estaba a punto de introducir su segunda pierna le dije: “te podías haber puesto el chándal nuevo, ya le hemos recogido los bajos”.

Me miró y apoyando la pierna que en esos momentos comenzaba a introducir al igual que había realizado con la otra pierna dijo: "¿Y cuándo me lo pensabais contar?"

Esta pregunta, que sonó igualmente como exclamación, la expresó con una combinación de tonos (algo así como unir a Raphael y Pimpinela). Hubo extrañeza y algo de no entender la situación e, incluso, preocupación.

¡La adolescencia¡” me vino rápidamente. Días antes había llevado el pantalón a la costurera y ella me había preguntado: "¿Costura simple o doble?" Desconociendo yo la diferencia, fue ella misma quien me informó: "Dos rayitas la doble, una la simple". Elegí la doble.

Nunca pensé que esto debía ser comunicado. La cuestión es que me bloqueé y comencé a disculparme por este error de comunicación.

-Lo siento, Unai. La verdad es que últimamente he estado algo ocupado.

Sin mayor atención elevó su pierna y continuó poniéndose el chándal.

Como imaginarán, en ningún momento le comuniqué mi elección de doble costura. Digo que en la adolescencia la respuesta sería algo como: “ ¡Ké moña!”, que unido al cambio de voz, desarrollo de los órganos sexuales, disminución del grado de comunicación y demás síntomas, la situación habría sido realmente complicada.

Le acompañé hasta la puerta y me despedí como antes de la aparición de estos síntomas de la adolescencia:

"Feliz día. Sepa usted que se le quiere", y cerrando la puerta y en bajito:

"Tenga usted feliz adolescencia", rematé.

Nando. Más Cosas de Nando.

Escrito por: nando.2009/10/31 12:10:00 GMT+1
Etiquetas: nando unai adolescencia | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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