La Celda de Jean Valjean

Lo primero es lo primero: señor Garzón, palabrita del niño Jesús que ni conozco de nada al señor Alejandro Agag, ni éste fue testigo en mi boda. Aclarado esto, por lo que pudiere suceder, voy a refrescar la memoria del personal, así, sin más, buscando el bien por el bien.

En el programa con el que el PP se presentó a las elecciones autonómicas de 2007, doña Esperanza Aguirre incluía  la promesa de aumentar de 100 a 300 euros la cuantía del cheque-bebé, que se otorga por nacimiento o adopción de menor. Pues bien, ni 300, ni 100, ni Tamayazo, ni ná de ná. Aguirre se ha cargado el cheque de 100 euros con que premiaba a sus vasallos. No, no eran 100 euros al mes; eran 100 euros y punto. Eran. Eso sí, luego, Esperanza Marco Polo se pega un rulo por los hoteles de lujo de  Bombay con empresarios madrileños y acaba pisando charcos de sangre. Toma ración de liberalismo y mercado inteligente. A la Espe, que la dejen hacer.

La señá Aguirre dijo que su programa era  "un contrato" con los ciudadanos,  terminología muy del Siglo de las Luces en boca de quien sólo demuestra luces para echar cerillas a la pira de su propio partido. La incendiaria Aguirre definió su programa en plena campaña electoral como  "transparente, participativo, innovador, que huye del intervencionismo y sabe a libertad". "Está hecho con el corazón, no como un ejercicio frío y racional de despacho", dijo, añadiendo además que no contenía  "cuestiones de realización imposible", sino proyectos "solventes y realistas", que aportarían "soluciones eficaces" a los madrileños. Eficacia liberal, se entiende.

 

No es que las aguas anden revueltas en el PP, es que el PP no existiría si las aguas no anduviesen revueltas. Al trinque, mangoneo y despipote que ahora ocupa y preocupa a Garzón (cuando ya hay informaciones y "denuncias" con los mismos personajes desde hace tres años), se une la trama de espionaje en plan chapucero que tiene en vilo a Mariano Rajoy, el hombre que vive sin vivir en él. Esperanza Aguirre huele a cadáver político. Aguirre no tiene palabra. Eso al menos se deduce del incumplimiento de su promesa electoral, realizada  en 2007, cuando anunció que aumentaría el cheque bebé de 100 a 300 euros por nacimiento en la Comunidad que preside. No sólo no lo ha aumentado nunca, sino que acaba de anunciar que lo retira. Con un par. Ya le dedicaré a Esperanza un día de estos espacio en esta trinchera. Con cariño, que ya se sabe que hay amores que matan. Pero ahora es el turno de Gallardón, que en pleno temporal, en plena inclemencia y hecatombe económica va y persiste en su empeño de convertir a Madrid en sede olímpica. ¿Podría aclararnos don Alberto cuánta pasta se está gastando del erario público en perseguir ese sueño personalista e innecesario? Podría tomar ejemplo de la chapuza valeciana y su Copa América, que iba a ser la panacéa, la gallina de los huevos de oro, y que iba a crear trillones y trillones de puestos de empleo para los valencianos. Después llegó Agag, muy amigo de uno de los detenidos en la última acción de Garzón superstar, y cambió la fórmula, y las velas por los bólidos en la ciudad del Turia. Y los valecianos soltando la guita. ¡Cuántas semejanzas entre Madrid y Valencia!¡Y cuántas cloacas por ventilar! A ver si Garzón tira del hilo, y esta vez la memoria histórica no encuentra su sempiterno antídoto.

Casi aparezco por mi propio blog con sonrojo infinito  y mis inseparables ojeras,  que forman parte ya del escenario y de mis luces y  sombras. Cada día tengo menos luces, mientras que las sombras me crecen al estilo de la inoperancia del Gobierno y de la oposición con que nos han castigado el destino, los dioses del Olimpo o la madre naturaleza, que para ser madre ya le vale…

Confieso que me tragué lo del Wyoming durante al menos cuarenta segundos. Luego le di a eso de la razón, que, aunque me chirría, aún funciona y me obedece al grito de ar. Sabía que era una trampa para las plantas carnívoras que juegan a ser periodistas. Pero más gracia que la coña marinera del Wyoming me ha hecho leer la indignación que ha despertado  entre los periodistas de postín y en las asociaciones de prensa la jugarreta del gran Monzón. Vaya por delante –y ya lo trataré un siglo de estos- que la prensa está en mínimos históricos, en peligro de extinción, en horas bajas, en un réquiem continuo, aletargado, con un Dies Irae tenebroso  y  un Confutatis que hace que se me salten las lágrimas y se me oxiden las ganas de reconocerme como uno del gremio, el oficio o como quiera cada uno llamarlo. ¿Por qué se rasga las vestiduras Urbaneja? ¿Qué critican quienes callan con la boca llena de canapés y los bolsillos repletos de descaro? ¿Qué critican quienes callan y pasan por alto  las puñaladas traperas que se dan cada día a la verdad en los medios de comunicación?  El periodismo se está convirtiendo en la ciencia de resucitar al muerto para volver a darle muerte y volver a cobrar por el asesinato.

Érase un hombre a un bigotín pegado. Dejémoslo aquí, que ni yo soy Quevedo ni estamos en el Siglo de Oro. El caso es que ha dicho el inefable Aznar que María San Gil es un referente moral. Hay que calibrar con esmero los halagos del menda que considera que George W. Bush es un gran estadista. Es menester poner en cuarentena las consideraciones que este neoliberal de tres al cuarto tiene sobre la moral. ¿Qué se puede esperar de un tipo que pone acento tejano en una conferencia de prensa en Texas? A mí, desde luego, no me gustaría residir en el paraíso de halagos aznarí. Josemari es el hombre resentido por antonomasia, un aspirante a pipiolo  que cree que el calentamiento global es un alucinógeno puesto en circulación por una conpiración judeo-masónica. Si acudimos a la raíz del problema encontramos que ni siquiera estamos ante un problema. Así de sencillo. Aznar habla por hablar. Aznar habla por no callar. Aznar habla para cobrar. O sea que este mequetrefe se apunta a un bombardeo –nunca mejor dicho- con tal de que su soldada  de turno vaya a parar al baúl de sus tesoros. ¿Qué demonios sabe Aznar acerca del calentamiento global? Lo mismo que de armas de destrucción masiva en Irak. Exactamente lo mismo. Él adecua sus teorías al calor del billetaje que aguarda en el bando de los mecenas, de esos que están dispuestos a sacar la billetera para no perder uno solo de sus privilegios, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Quizá podría haberme ahorrado esta disertación; todo se reduce a una teoría harto demostrada: de calentamiento global, de ciencia, Aznar no tiene ni p… idea. El hombre de la triste figura, que parece haber inventado una vacuna o un botijo sin agujeros, el saltimbanqui seudo intelectual, cuenta con  la “virtud” de ser en sí mismo un calentamiento, pues lo mismo calienta al Gobierno socialista que convierte en incandescente el tinglado que hay montado en su partido. Aznar es en sí mismo un calentamiento global.

Sí, el 2 de julio de 2006, Marat,  mi extraviado compañero de "Voces amigas",  ya lo tenía claro. Os dejo aquí lo que escribió en su blog cuando se confirmó que Ramón Calderón ganaba las elecciones a la presidencia del Real Madrid en medio del escándalo por la anulación del voto por correo.

La tele de Marat (2 de julio de 2006)

Ramón Calderón: de lo malo, lo peor

El club de fútbol más laureado del mundo amenaza ruina. Deslumbrada por el oro falso, extasiada por los cuentos galácticos,  crédula hasta la médula,  parte de la masa social del Real Madrid ha decidido que Ramón Calderón, discípulo de Florentino Pérez, sea el próximo presidente del club. Apenas un 25% de los socios con derecho a voto  ha acudido a las urnas.   Es una pena, una tragedia para los madridistas, pero en esta histeria (que no historia) se cumple eso de que  “tienen lo que se merecen”.  Calderón es lo que se merece el Madrid y es de lo peorcito que se podía encontrar un club maltratado por presidentes nefastos.  

 El ganador de unas asombrosas y vergonzantes elecciones ha sacado tajada de la  nefasta  experiencia del empresario Pérez, ahora más rico que antes. Fue uno de los bailaores de su cuadro flamenco, pero cuando Paquetito de ACS se bajó del tablao, Calderón vio su oportunidad y preparó su vestidito de faralaes. 

  Digo que es una tragedia porque este tipo ha aplaudido a boca llena las maniobras orquestales en la oscuridad de Florentino, al que ayer más de uno llamó traidor. Esta es una historia de idolatría a Judas. El Madrid se prepara para vivir la última cena, que queda todo como muy bíblico.

 El engominado Mijatovic se perfila como director deportivo, sin que sepamos si Ana Obregón será directora de comunicación de la entidad. Fabio Capello volverá a aburrir al personal en el Bernabéu, aunque en esta ocasión no tendrá a Lasa como jugador número doce. Y a estas horas hay codazos por colocarse en la noria periodística de Calderón, que ha prometido una radio on line, consejo directo de uno de sus amigos divos, necesitado de dar jipios y voces en radios menores, ya que en las mayores no lo quieren.

Esta apuesta huele que apesta. Robben, Kaká y Cesc han sido los protagonistas de la charlatanería de Calderón en esta feria de vanidades y colosal descaro. A ver si este hombre de verbo fácil y excelente olfato para los negocios cumple su palabra. Aunque, claro, en el fútbol todo es una cuestión de talonario y manejar el dinero ajeno es fácil. Calderón es lo que se merecen los socios del Real Madrid. Ahora sólo les queda decidirse por el epitafio.

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A mí el tufillo también me irritaba, que conste en acta. He aquí una muestra:

-Calderón rima con dimisión (7 de diciembre de 2008)

- La metamorfosis de un madridista (19 de noviembre de 2008)

 

 

 

Mientras en Gaza llueve munición y la vida se hace otra vez triste, en Madrid dio el otro día por nevar y reinó el caos. Tres días después de la gran nevada, las aceras de muchas calles siguen convertidas en pistas de peligro, resbalón y caída. No hay sal. Ni siquiera tenemos sal. Y la explicación de Ana Botella, que dicen que se encarga del Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Madrid, fue un tontológico “es que en invierno nieva”. Mientras su señor marido vende a buen precio liberalismo y abdominales en Chile e insiste en que hay que dejar hacer al Mercado, ella pasea su peinado de laca diciéndonos a los madrileños que hay que dejar hacer a la meteorología, como si ésta siguiera preceptos divinos. No sé por qué tantos se empeñan en buscar en el más allá las explicaciones a lo que pasa por su puñetera culpa acá. Sencillamente acá.

Son cada día  más los medios "serios" que en sus páginas dan cuenta  de ñoñadas, sabañones de folclóricas y otras naderías.  Convertidos en productos de distracción, propaganda, mitineo e incandescencia empresarial,  los otrora diarios de información son ya más un soporte para publicidad -incluida la del sexo, si es que no todo es sexo- y un bazar de productos que van desde los libros para niños hasta las  planchas para alisar el pelo, que un medio para conocer la actualidad -que no la realidad, que ésa conlleva introspección y espeleología-.   

Hace unos días se podía leer en  el diario digital que presume de liderazgo mundial  lo siguiente: "La actriz Kate Winslet revela el secreto de su belleza. Hacer pilates. Ese es el truco de la actriz británica..."

La verdad es que me importa un comino si la belleza de la chica de Titanic se debe al Pilates o a un pacto con el diablo, pero, vamos, digo yo que algo tendrán que ver los cosméticos, el tinte para el pelo, la depilación láser y otros artificios.  

Aquí pueden leer otro ejemplo de lo que es una noticia absolutamente intrascendente que ocupa un lugar excesivamente prioritario. Si lo que se cuenta en ella merece espacio en la portada de un medio digital con más de un millón de lectores, que venga Pedro J. -incluyendo su nuevo diseño-  y lo vea. El gatekeeper estaría de vacaciones, digo yo. Esto es, en fin, el periodismo del siglo XXI.

TeleAguirre emite en directo la Misa de las Familias y el Angelus del Papa. En la plaza de Colón de Madrid debe de haber a lo sumo unas 40.000 ó 50.000 personas, incluyendo voluntarios, sacerdotes, curiosos, extraviados, turistas en tránsito y carteritas. Pero en la televisión particular de Esperanza Aguirre, esa televisión que sufragamos los madrileños con el dinero que sale de nuestros bolsillos, se apresuran a decir que "hay cientos de miles" de asistentes. El objetivo era reunir a dos millones de "fieles", pero mucho me temo que eso no se produzca ni sumando a los telespectadores. Vamos, que los propagandistas-periodistas de TeleAguirre han llevado a cabo una multiplicación milagrosa en el recuento de los congregados, dejando pequeño el episodio de las bodas de Caná. Parábolas al margen, la manipulación de TeleMadrid resulta cada día más  indignante, burda, descarada, sucia y aberrante. Aplicando sus reglas, podríamos decir que lo que hacen  es  "pecado", aunque, por desgracia, nada original.

Los obispos tildan de 'zafia' la campaña de Sanidad sobre los preservativos

Pues que no los usen. Allá ellos.

A pesar de que hoy no es el  día de los Santos Inocentes, tratemos de imaginar que el rey de España sólo recibie en su cuenta los cerca de 9 millones de euros anuales que establecen los Presupuestos Generales del Estado. Desterremos, por tanto,  o anestesiemos al menos los dimes y diretes que señalan a Juan Carlos de Borbón como poseedor de una de las mayores fortunas económicas de Europa. Como hoy no es el día señalado para la inocentada popular, ¿podría don Juan Carlos decirnos cómo piensa él arrimar el hombro para salir de la crisis generalizada en la que nos encontramos? ¿Va a rechazar el aumento del 2,7% del presupuesto que se le asigna? ¿Va a veranear menos tiempo, con el notable ahorro que ello conllevaría en seguridad, desplazamientos, protocolo, etc? ¿Va a poner una hucha? ¿Va a cazar menos osos? ¿Va a consumir menos? ¿Ahorrará en alimentación o vestuario? ¿Abandonará el lujo los días impares de los meses impares de los años impares? Haría bien el monarca español  en dar ejemplo con luz y taquígrafos. Aunque sólo fuera por esta vez.