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1994/01/12 07:00:00 GMT+1

Una historia escatológica

Alguien publicó hace unos días un sondeo sobre la intervención de Banesto por parte del Banco de España: el 60 % de los encuestados se manifestaba a favor de la medida y el 11 %, en contra. Conclusión que saco yo: este país cuenta con un 70 % de ciudadanos que expresa opiniones con una pasmosa frivolidad.

La experiencia directa me dice que el personal de a pie, en su aplastante mayoría, no tiene ni pajolera idea de esas cuestiones; que no sabe qué narices puede ser «provisionar minusvalías», en qué consiste tener «reservas ocultas», en qué se diferencia realmente un «agujero patrimonial» de unas «necesidades brutas», qué diablos es una dotación de reservas, cómo funciona un crédito fiscal, qué es un «artificio contable»...

Me telefonea mí buen amigo Gervasio Guzmán: ¿Te ha convencido Conde?

No sé/No contesto le digo.

Hacer una encuesta entre el común de los mortales sobre esta batalla billonaria es como sondear sobre lo que la ciudadanía opina acerca de si E = MC2 o no. Es imposible emitir un juicio sobre algo cuya comprensión requiere unos conocimientos técnicos de los que uno carece. Bueno, imposible no lo es. De hecho, mucha gente lo hace Y no sólo por la calle, en la peluquería y en la barra del bar.

También en los periódicos, las revistas, las radios y las televisiones. Hay algunos que, a pesar de que con todo lo que ignoran sobre el mundo de las finanzas se podría escribir una muy completa enciclopedia, sentencian, pontifican, dan y quitan razón... y se quedan tan anchos.

Al final, mucho me temo que sobre lo que opina la mayoría de los ciudadanos no es sobre si Banesto tenía o no tenía salvación con sus anteriores gestores, sino sobre lo mejor o peor que le cae Conde, el Gobierno, el BBV, Aznar y demás dramatis pernonae. Eso sin contar con los que hablan de esta feria según sale su bolsillo de ella.

A los efectos del análisis que hago mío, me resulta indiferente que Banesto tuviera salvación, y que el Gobierno se haya cargado a Mario Conde y los suyos a mala uva, o que no tuviera remedio y González haya sacado partido de la circunstancia. En todo caso, lo que advierto es que el asunto ha permitido al trust dominante pasar a la ofensiva política, dar sensación de firmeza, sembrar la idea de que la corrupción no está en la política sino en el tiburoneo financiero como si no pudiera estar en ambas partes y, de modo más coyuntural, hacer que no se hable de la huelga del 27, ya tocada del ala por el affaire PSV.

No seré yo quien defienda a Conde. Alguien que se arruga tan pronto en la pelea final demuestra que se atiene al dicho que Amalia Rodrigues volvió fado: Quien tiene tejado de vidrio / no debe andar a pedradas. El error sería buscar al bueno de esta historia. Porque en la economía y en la política, como en las fosas sépticas, hasta arriba sólo llegan los cagarros más gordos.

Javier Ortiz. El Mundo (12 de enero de 1994). Subido a "Desde Jamaica" el 18 de enero de 2011.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1994/01/12 07:00:00 GMT+1
Etiquetas: gervasio_guzmán 1994 el_mundo mario_conde | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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