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1993/06/07 07:00:00 GMT+2

Un Gobierno débil

Bueno, pues ya sabemos los resultados. Lo que seguimos sin saber es qué va a resultar de esos resultados.

Los santones de la política están muy preocupados porque temen que la nueva correlación de fuerzas pueda dificultar la gobernabilidad del Estado. Obsérvese que, en el sentido implícito en que lo emplean, el término gobernabilidad no se refiere a la posibilidad de gobernar, en general, sino a la posibilidad de gobernar con comodidad, desde un Ejecutivo fuerte. Dan por hecho que un Gobierno débil es indeseable por definición. Como si la bondad de los gobiernos fuertes fuese algo evidente por sí mismo, que no requiriera de previa demostración.

Muy al contrario, una de las grandes ventajas que le encuentro a la situación política que hoy se abre es precisamente ésa: que tal vez el próximo Gobierno que nos toque en suerte sea débil. Un Gobierno débil se caracteriza por su incapacidad para imponer sus criterios sin contar con la opinión ajena o, dicho en positivo, por la necesidad continua en que se ve de negociar los pasos que da.

Un Gobierno débil le vendría de perlas a este país. Y no sólo por consideraciones políticas de tipo coyuntural. También mirando las cosas a más largo plazo.

Nos convendría, y mucho, para ahondar la educación democrática de nuestra sociedad. Salvando el breve paréntesis ucedista, hace demasiadas décadas que España no vive una situación de fluidez e incertidumbre políticas, en la que los gobernantes deban ganarse día a día el derecho a continuar mandando. A este país le vendría bien pasar por una etapa en la que nadie pudiera gobernar con sus solas fuerzas. Eso contribuiría a que se asimilara la relatividad de las diversas opciones -porque son relativas- y a que se dejara de considerar la alternancia en el Poder como un cataclismo.

La existencia de un Gobierno débil ayudaría también al despertar de nuestra adormecida vida civil. Unos movimientos sociales y una vida cultural sin control del Poder se volverían seguramente más libres, más atractivos y más dinámicos.

Un Gobierno débil tiene muchas ventajas. La principal de todas es que gobierna menos. Y a menos gobierno, más libertad.

Javier Ortiz. El Mundo (7 de junio de 1993). Subido a "Desde Jamaica" el 14 de junio de 2011.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1993/06/07 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: elecciones españa felipismo 1993 felipe_gonzález aznar el_mundo | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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