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2001/09/12 07:00:00 GMT+2

Gigante con pies de barro

Por supuesto que ignoro en qué acabará todo esto. Como todo el mundo. Pero se me ocurre que hay ya algunos puntos que merecen consideración.

Primero: hay quien está comparando lo ocurrido ayer con el bombardeo de Pearl Harbour. El símil no me parece válido. En aquella ocasión, fue un Estado -Japón- el que lanzó el ataque. Además, asumió la responsabilidad. Aquí no creo que haya ningún Estado al que quepa culpar pero, en todo caso, doy por hecho que ninguno va a admitir la paternidad de lo sucedido. Es cierto que la organización del operativo terrorista ha sido de una frialdad y un cálculo impresionantes, pero no necesitaba de medios especialmente complejos. A diferencia de Pearl Harbour, esta vez los kamikazes también los ha puesto el atacante, pero la flota aérea la han proporcionado los EE.UU.

Segundo: aunque no se encuentre pruebas de que ningún Estado haya intervenido en la planificación del crimen, doy por hecho que los EE.UU. tomarán represalias. Mucho me temo que Bush se creerá obligado a hacer algo espectacular, por razones de consumo interno. Lo cual puede meter al mundo entero en una escalada bélica extremadamente peligrosa.

Tercero: en contra de lo que se está diciendo, el ataque terrorista múltiple de ayer no revela en absoluto que el plan de escudo antimisiles de Bush tenga sentido. Lo que evidencia es más bien todo lo contrario: los EE.UU. pueden tener la protección más poderosa contra un ataque bélico convencional, pero estar simultáneamente desprotegidos contra una ofensiva terrorista no convencional de este género.

Cuarto: una acción terrorista de enormes proporciones como la de ayer sería incomprensible sin contar con dos factores: de un lado, la insoportable arrogancia de la política del tándem Israel-EE.UU. en el Oriente Próximo, que ha generado un clima de humillada desesperación en cientos de jóvenes nacionalistas árabes, dispuestos hoy en día a cualquier cosa, incluyendo la autoinmolación, y, del otro, la existencia de un mercado negro de armas y explosivos que se beneficia de la falta de control del comercio internacional que ha surgido como corolario de la globalización.

Un primer resumen: EE.UU. -el conjunto de Occidente- es un gigante con los pies de barro. O vamos pensando entre todos en cómo poner cimientos sólidos a esta sociedad enloquecida o el disparate puede conducirnos al hundimiento general. Más vale que nos tomemos el hundimiento del World Trade Center como una trágica y sangrienta parábola.

Javier Ortiz. El Mundo (12 de septiembre de 2001). Subido a "Desde Jamaica" el 12 de septiembre de 2010.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2001/09/12 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: preantología el_mundo usa bush 2001 11s | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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