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2004/05/15 07:00:00 GMT+2

Tales para cuales

Lo más preocupante del rápido viaje que realizó anteayer el secretario de Defensa de EE.UU. a Irak es que tuviera intenciones electoralistas, como se ha dicho. Porque si lo que hizo y dijo le añade prestigio, vamos buenos.

Para empezar, Donald Rumsfeld no movió ni un dedo para enterarse de lo sucedido realmente en la prisión de Abu Ghraib. No se entrevistó con ningún iraquí, ni siquiera de los que colaboran con las fuerzas de ocupación a su mando. No tuvo contacto con nadie que pudiera aportarle información imparcial sobre las denuncias de torturas a los prisioneros. No pidió perdón al pueblo de Irak, a quien de hecho no se dirigió en ningún momento, ni directa ni indirectamente. Sin contar con ni un solo dato más de los que ya tenía antes de emprender vuelo hacia Bagdad, acusó a los medios de comunicación de haber exagerado lo ocurrido e incluso de haberse «servido de mentiras», aunque se cuidó muy mucho de señalar cuáles.

En defensa de sus posiciones, Rumsfeld empleó argumentos que obligan a preguntarse si es él quien no da los mínimos o si se expresa así porque piensa que es la audiencia la que no se merece nada mejor. Por ejemplo, llegó a decir que no es verdad que las denuncias de torturas hayan debilitado gravemente el prestigio de su país en el mundo y aportó como prueba... que cada vez hay más extranjeros que quieren hacerse ciudadanos de los Estados Unidos.

Otra joya de no menos quilates: informó de que sus soldados tienen el expreso encargo del presidente Bush de tratar a los prisioneros «humanamente y de acuerdo con la Convención de Ginebra» salvo si se trata «de talibanes o de personas vinculadas a Al Qaeda». Como quiera que los encargados de hacer esa catalogación son ellos mismos, lo que Rumsfeld dijo en realidad es que tienen el encargo de tratar humanamente a los prisioneros que les venga en gana, y a los que no, no. (Por cierto: ¿alguien sabe de algún artículo de la Convención de Ginebra que autorice a los ejércitos a no «tratar humanamente» a los prisioneros -es decir, a tratarlos inhumanamente- en tales o cuales casos especiales?)

Human Rights Watch acaba de denunciar que agentes de los servicios secretos y del Ejército de los EE.UU. en Afganistán maltratan «de forma sistemática» a los detenidos y que los abusos que vienen registrándose allí son «similares» a los constatados en Irak. Según HRW, el Gobierno de Washington cuenta desde hace meses con informes detallados al respecto, pero no ha hecho nada.

«Ustedes han ayudado a liberar a 25 millones de seres humanos», clamó Rumsfeld en su arenga a la tropa estadounidense en Bagdad. Casi de forma simultánea, The Washington Post publicaba los datos de un sondeo realizado en Irak bajo los auspicios de la ONU según el cual el 82% de esos «seres humanos» quiere que sus liberadores se vayan con viento fresco cuanto antes. ¡Ingratos!

Javier Ortiz. El Mundo (15 de mayo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 20 de abril de 2018.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/05/15 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: irak tortura el_mundo afganistán guerra 2004 pentágono rumsfeld | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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