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2001/03/07 06:00:00 GMT+1

Siempre lo mismo

Cuando empecé este Diario, la duda principal que albergaba se refería a mi tesón. ¿Sería capaz de escribir el equivalente a una columna periodística todos los días, uno tras otro y sin fallar ni uno solo, hiciera frío o calor, me encontrara pletórico o agotado, exultante o tirando a depre, sentado cómodamente ante el ordenador de mi casa o perdido por la Cochimbamba?

Siete meses y pico después, sé ya que sí, que soy perfectamente capaz de hacerlo, y además sin que eso me suponga mayor esfuerzo. Está claro que la compulsión patológica que me empuja a escribir a diario mis opiniones, forjada a lo largo de toda una vida de opinador impenitente, es para estas alturas más fuerte que cualquier obstáculo que se le interponga. No es ya que pueda hacerlo, sino que, en buena medida, necesito hacerlo: proporciono con ello una espita de salida al inagotable furor que me produce la realidad circundante. Si no destapara mi olla un rato todos los días, acabaría reventando.

Lo que ni siquiera imaginé al inicio de esta aventura diaria es que mi relación escrita con la realidad pudiera entrar en crisis no por culpa mía, sino de la realidad. No de toda la realidad –faltaría más–, sino de la parte de ella que elegí como blanco preferente de mis iras cotidianas: la realidad política.

La vida política de la España de hoy ofrece, en efecto, posibilidades cada vez más limitadas.

Lo vi con claridad apabullante ayer por la noche, según escuchaba las noticias del telediario. Fui haciendo inventario de los temas, de cara a seleccionar uno que me diera pie al apunte de hoy. Se me iban cayendo de las manos, uno tras otro.

Primera noticia: «Aznar dice que ETA no son sólo los comandos armados, sino también todo su entorno». «¡Cielo santo!», me dije. «¡Pero si ya he comentado esta parida varias veces, por activa y por pasiva!». Un solo ángulo nuevo: que el presidente del Gobierno siga insistiendo erre que erre en esa doctrina, tan cara a Mayor Oreja y Garzón, después de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional la haya refutado con argumentos jurídicos de solidez incontestable. ¿Podría dedicar a eso mi comentario? Vaya aburrimiento.

Más noticias: aparece de nuevo Aznar y afirma que el PSOE no hace oposición real y que carece de alternativas. Acto seguido, otra vez Aznar –yo no tengo la culpa de que el 50% del telediario esté dedicado a él– sostiene que ay del PSOE como se le ocurra tener alternativas propias en relación a Euskadi y se distancie de la Gran Verdad. ¿Escribo sobre la manía de este caballero de criticar constantemente al PSOE por carecer de alternativas y de calificarlo de irresponsable cada vez que presenta una? Puf.

Cambio de tercio: sale Cándido Méndez y dice que el decreto del Gobierno sobre la reforma del mercado laboral va a tener el mismo efecto «que el iceberg al chocar con el Titanic». Me deprimen los patéticos esfuerzos que hace este hombre para parecer ingenioso. Casi lo prefiero cuando se muestra en todo el esplendor de su mediocridad. ¿Quién diablos es, según él, el Titanic? ¿Quién se va a hundir? ¿Y él, por quién se toma? ¿Por el director de la orquesta? Nueva sensación de hastío: no me apetece nada volver a escribir que el problema de las actuales direcciones de UGT y CCOO es que se han convertido en estructuras funcionariales tan dependientes del Estado como independientes de la mayoría de la gente trabajadora y que toda la cháchara bravucona que están soltando ahora no tiene más función que la de disimular su incapacidad para montar movilizaciones dignas de ese nombre porque el personal pasa olímpicamente de ellos.

Último bloque del noticiario: Raúl ha dado una nueva victoria al Real Madrid metiendo un gol con la mano, gol que el árbitro del encuentro –atención Cataluña: ¡un árbitro polaco!– dio por bueno. Pues estupendo, qué emoción.

Me doy cuenta de que ha llegado el momento de replantearme este Diario. No puedo seguir hablando de estas cosas. Es imposible que interese y divierta a mis hipotéticos lectores y lectoras si les hablo de historias que a mí mismo ni me interesan ni me divierten.

Dentro de un rato salgo para Alicante en coche. Tengo por delante tres horas para pensar en nuevos rumbos. A ver si se me ocurre algo.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (7 de marzo de 2001). Subido a "Desde Jamaica" el 13 de marzo de 2010.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2001/03/07 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: diario 2001 | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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