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2005/05/26 06:00:00 GMT+2

Pisando fuerte

Por la mañana, ETA mete un bombazo en Madrid. A última hora de la jornada, el juez Grande Marlaska, de la Audiencia Nacional, ordena -a petición del fiscal, y eso es lo importante, porque el fiscal actúa oficialmente a las órdenes del Gobierno- el ingreso en prisión de Arnaldo Otegi, eludible bajo pago de una fianza de 400.000 euros.

Examinados estos comportamientos con criterios de estricta racionalidad, sólo cabe calificarlos de incoherentes.

Lo es que ETA ponga bombas en lugares habitados mientras sus simpatizantes insinúan que ha renunciado a los atentados mortales a modo de tregua parcial. Ayer se supo que los chavales que encontraron el pasado domingo en Zarautz una de las mochilas-bomba que había colocado ETA miraron su interior, vieron que había una pequeña caja de caudales -era el envase de la bomba, puesto para dificultar su desactivación y para que sirviera de metralla-, supusieron que podía contener dinero... y se liaron a golpes con ella. Al poco se les encendió una lucecita en el cerebro, se dieron cuenta de lo que podían tener entre sus manos y avisaron a la Ertzaintza. No les estalló en la cara de milagro. Con lo cual la presunta «tregua de atentados mortales» se habría ido al carajo. Dije ayer en ETB que la única bomba que no corre el peligro de matar a nadie es la que no se pone. Me reitero en ello.

Es también una prueba de incoherencia política -de otro tipo, pero no menos grave, a su modo- que el fiscal de la Audiencia Nacional, dependiente de la Fiscalía General del Estado, es decir, del Gobierno, pida el encarcelamiento de Arnaldo Otegi ateniéndose a la aberrante doctrina según la cual cualquiera que tenga algún punto de relación con ETA, así sea meramente ideológico, así sea indirectísimo, debe ser tenido por miembro de ETA. En este caso, el fiscal ha argumentado que Otegi formaba parte de la dirección de Batasuna, las Herriko Tabernak tenían vinculación con la dirección de Batasuna, fondos de las Herriko Tabernak sirvieron para costear actividades relacionadas con ETA (de solidaridad con sus presos, por ejemplo)... ¡ergo Otegi es de ETA! Siguiendo silogismos de ese tipo, yo podría «demostrar» que Rodríguez Zapatero fue cómplice los asesinatos de García Goena, de Mikel Zabalza y de Lasa y Zabala -de hecho, ni siquiera condenó esos crímenes- y pedir que sea encarcelado como miembro de los GAL.

La «lógica» que están siguiendo tanto ETA como el Gobierno de Zapatero es la típica del que desea que quien está destinado a ser «la otra parte» en una eventual negociación «sepa» que él no va a prestarse a ella porque no pueda hacer otra cosa, sino porque quiere. Digo que es la típica, entre otras cosas, porque cada vez que ETA y el Gobierno español de turno han encarado una posible negociación han empezado por zurrarse mutuamente durante un buen rato.

Lo que me parece más grave es que ninguno de los dos haya sacado aún las conclusiones que se deducen de sus experiencias pasadas. Esas bravuconadas previas han constituido siempre, sistemáticamente, uno de los factores que más han contribuido a envenenar el clima de los contactos y a preparar su fracaso.

No es el momento de pisar fuerte y sacar pecho de cara a las respectivas galerías, sino de tender puentes y facilitar las cosas a la otra parte. Mientras no lo entiendan, mal vamos.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (26 de mayo de 2005). Subido a "Desde Jamaica" el 23 de octubre de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2005/05/26 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: apuntes 2005 | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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