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2003/10/27 08:00:00 GMT+2

Los carguistas

El libro Dos Familias Vascas. Areilza, Aznar no tiene nada de aburrido. Nos relata la pirueta vital de dos notables saltimbanquis de la política, José María Areilza y Manuel Aznar, siempre prestos a hacer lo necesario para medrar más y más rápido, sin retroceder ante los más espectaculares ­y hasta risibles­ bandazos ideológicos.

Siguiendo atenta y escrupulosamente la peripecia personal de ambos personajes, Anasagasti y Erkoreka van ofreciéndonos de paso una mirada diferente de la Historia de España durante buena parte del siglo XX. Y digo «diferente» porque se acerca a esa Historia desde el punto de vista específico de la experiencia nacionalista vasca, rara vez considerada a la hora de los análisis históricos más divulgados en el conjunto del país. Viendo el curso de los años desde esa atalaya, muchos se encontrarán con datos del mayor interés: unos por desconocidos, otros incluso por sorprendentes. Estoy seguro de que más de uno se quedará perplejo, por ejemplo, al enterarse de la elevada consideración en que Miguel de Unamuno, españolista de pro, tenía al fundador del Partido Nacionalista Vasco, Sabino de Arana Goiri.

Este libro es también, en ese sentido, una muy útil lección de Historia contemporánea. A fuerza de indagar en los orígenes de algunos fenómenos, da sólidas pistas para entender la evolución que han seguido hasta el presente.

La obra tiene el arribismo como hilo conductor. El lector sabrá apreciar ­espero­ el interesante prólogo de Xabier Arzalluz, en el que el todavía presidente del PNV contrapone dos modos de abordar la actividad política: el de quienes se dedican a ella porque realmente creen que pueden aportar algo positivo a sus conciudadanos, aún a costa de sacrificar unas u otras expectativas personales, y el de quienes ejercen de políticos con la finalidad principal de procurarse riqueza, fama o las dos cosas. Pericles versus Alcibíades.

La ventaja digamos literaria que ofrecen las carreras de Areilza y Aznar es que muestran los rasgos más arquetípicos de la ambición, con su inevitable secuela de bellaquerías y traiciones. Fueron casi la caricatura de sí mismos.

Cuenta Xabier Arzalluz en su prólogo una anécdota divertida. Relata que, allá por los comienzos del siglo anterior, había una pandilla de adinerados señoritos bilbainos que acostumbraba poner fin a sus juergas nocturnas yendo a mear al pie de la recién erigida estatua del Sagrado Corazón. En ésas estaban un noche cuando alguien le preguntó al entonces joven José Félix de Lequerica, integrante del grupete, cuál era su ideario político. La respuesta del que acabaría siendo distinguido preboste franquista dejó de piedra a su interlocutor.

-¿Tú carlista? ­le preguntó perplejo.

-¿Y quién ha dicho carlista? ­respondió airado Lequerica­. He dicho carguista, de cargo.

Hay que decir que la actitud de Lequerica sólo tuvo un punto verdaderamente extraordinario: el cinismo con que la expuso. Recuerda a la desenvoltura, también deliberadamente cómica, con la que Pío Cabanillas (padre) respondió a un periodista que le preguntó por el resultado de unas elecciones. «Hemos ganado ­respondió­. Lo que todavía no sé es quiénes».

Pero no todos los carguistas son tan descarados. Ni todos van por libre. Ni todos se declaran de derechas. Hay trepadores menos detectables, y a veces incluso más taimados. Así, los que se las arreglan para convertir su partido, entero, en una agrupación de carguistas, lo que les permite trepar a ellos a lo más alto pareciendo entregados a una causa colectiva. De ésos hay bastantes hoy en día en el PP ­empezando por el nieto de Manuel Aznar­, pero los hay asimismo en el PSOE, en CiU y también ­-no creo que ellos quieran negarlo­- en el propio partido por el que son diputados los autores de este libro.

No me extrañaría nada que en las muchas horas que Iñaki Anasagasti y Josu Erkoreka dedicaron a la investigación de sus dos personajes, más de una vez se les vinieran a la cabeza tristes paralelismos con políticos actuales, a buen seguro no tan descarados como sus dos biografiados, pero tampoco quizá mucho menos ambiciosos.

Cosas de la vida.

Javier Ortiz. Deia (27 de octubre de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 15 de abril de 2018.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2003/10/27 08:00:00 GMT+2
Etiquetas: anasagasti erkoreka apuntes areilza deia lequerica libros 2003 arzalluz euskal_herria carguista españa aznar euskadi | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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