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2000/03/25 07:00:00 GMT+1

Las calles de Santander

Entre los numerosos e indiscutibles atractivos de Santander -casi todos ampliamente glosados por las guías turísticas al uso-, hay uno, muy pintoresco, del que sorprendentemente jamás se habla. Me refiero a la posibilidad que ofrece la capital de Cantabria a sus visitantes de combinar el placer de recorrer sus bien trazadas avenidas, calles y paseos con la realización de didácticos viajes por el túnel del tiempo.

Ignoro por qué los sucesivos ayuntamientos santanderinos no han incluido hasta ahora tan fascinante opción entre las muchas que propalan sus folletos propagandísticos. A cambio, la he encontrado en un tríptico titulado Santander Monumental, editado, en gesto de encomiable civismo subsidiario, por el Ateneo Libertario de Cantabria.

Para que luego digan de los anarquistas.

Con afán sintético, recogeré aquí sólo tres posibles itinerarios de estos que Santander propicia como ninguna otra urbe española.

Primer itinerario. Se parte de la calle Alcázar de Toledo. Se toma a continuación por División Azul, se sigue por General Dávila y Héroes de Baleares y se desemboca en la Plaza Pilar Primo de Rivera para, desde allí, y atravesando la calle Sargentos Provisionales, acabar en la Plaza del Generalísimo, que es donde -lógicamente- se encuentra el Ayuntamiento.

Segundo itinerario. Se arranca de Alféreces Provisionales. Se sigue por Belchite y Columna Sagardía hasta recalar en la plaza de Matías Montero, con estatua incluida. Tras gritar «¡Presente!», el turista desvía por la calle Héroes de la Armada hasta que arriba a la Plaza del Reenganche (sic). Luego, a través de la calle Zancajo Osorio, desemboca de nuevo, cómo no, en la Plaza del Generalísimo.

Tercer itinerario. Se inicia en Almirante Cervera -un eco del 98-, se continúa por Brunete y Calvo Sotelo, se hace parada y fonda en Falange Española, se llega a General Camilo Alonso Vega y, ya de susto en susto, todo tieso por General Mola, se retorna a la tantas veces mencionada Plaza del Generalísimo.

Estos periplos permiten, ya de paso, admirar debidamente los monumentos erigidos en recuerdo de Franco, de los Caídos en el Faro, de los Caídos de la IV División de Navarra, de los Caídos en la Liberación de Santander -que, en contra de lo que podría pensarse, no es un monumento futurista-, de los Alféreces Provisionales y de las Legiones Italianas. Entre otros.

Dice José María Aznar que está muy feo resucitar el fantasma de la Guerra Civil. Qué gran verdad. Pero ése es un reproche que no cabe dirigir a sus correligionarios santanderinos. Ellos no resucitan nada. Han puesto mucho cuidado en mantener todo muy vivo.

Javier Ortiz. El Mundo (25 de marzo de 2000). Subido a "Desde Jamaica" el 28 de marzo de 2012.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2000/03/25 07:00:00 GMT+1
Etiquetas: jor anarquismo franco santander aznar aznarismo 2000 transición antología franquismo el_mundo | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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