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2001/05/15 06:00:00 GMT+2

La ruleta de Mayor

Elecciones en la Comunidad Autónoma Vasca (II)

Escribí en este mismo rincón hace meses que la apuesta que Jaime Mayor Oreja había hecho en el País Vasco venía a ser como jugar a la ruleta rusa con cinco balas en el tambor del revólver.

Es posible que me quedara corto y que el tambor estuviera al completo.

Lo suyo ha sido un suicidio político en toda regla.

El error fue de principio. Trazó una línea divisoria equivocada (nacionalistas/no nacionalistas) y cifró sus posibilidades de victoria en el trasvase al campo españolista de una parte considerable del electorado nacionalista. Para lo cual hubo de servirse de un discurso de sal gruesa que venía a equiparar en la práctica a los dirigentes del PNV con ETA, utilizando machaconamente el burdo argumento de que quien comparte los fines se convierte en cómplice de los medios.

Un plan general tan irrealista, asentado en un desconocimiento tan profundo de la realidad social vasca, no podía salir bien. Al final, lo que ha conseguido es que incluso los más notorios disidentes del campo nacionalista (caso de Cuerda en Vitoria o de Arregi en Guipúzcoa) pidieran encarecidamente el voto para Ibarretxe, y que muchos ciudadanos de sentimientos nacionalistas o simplemente vasquistas que no suelen movilizarse a la hora de las elecciones se hayan creído obligados a acudir esta vez a las urnas para impedir que triunfara lo que no podían ver sino como un proyecto de partición social de Euskadi.

Tras elegir esa estrategia general meridianamente errónea, nada de especial tiene que Mayor también se equivocara a la hora de escenificarla: llenó sus actos electorales de apoyos foráneos -genial idea ésa de permitir a Javier Arenas hacer las veces de jefe de campaña-, con lo cual trasladó a los votantes una imagen de producto de importación que sólo podía perjudicarle.

Alega ahora que, gracias a él, el PP ha obtenido más votos que nunca. El que no se consuela es porque no quiere. Su objetivo era alcanzar la Lehendakaritza y lo que ha logrado es la constitución de un Parlamento en el que su partido pinta menos que en el anterior. Tal cual.

Se defiende también afirmando que él ha articulado una alternativa y que, cuando existe una alternativa, los votos se polarizan. Lo que no dice es que en esos casos los votos suelen polarizarse, sí, pero en beneficio de la alternativa, no de quien ya gobierna.

En fin, se atribuye el mérito del descalabro sufrido por EH. Me temo que eso no valga la pena ni discutirlo: la ruina electoral de EH se la han labrado mano a mano entre ETA y la propia dirección de EH. Y si muchos votantes de EH han dado la espalda a Otegi y compañía, es porque han encontrado otra posibilidad de voto. Que no ha sido la del PP, precisamente.

Lo peor para Mayor Oreja no es que haya sufrido un revés. Lo peor es que ha demostrado ser un político incapaz de tomarle el pulso a la realidad. Y ahora ya todos lo sabemos. Incluido Aznar.

Vio que muchos vascos le aplaudían y se obnubiló. No quiso ver que eran muchísimos más los vascos que le daban la espalda.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (15 de mayo de 2001). Subido a "Desde Jamaica" el 7 de mayo de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2001/05/15 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: mayor_oreja diario 2001 euskal_herria euskadi | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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