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1996/08/24 07:00:00 GMT+2

Guiris, sí; ilegales, no

El señor gobernador civil de Girona lo tiene claro. Los señores alcaldes de Roses y Calonge también. La señora Ley de Extranjería lo mismo. Aquí no hay ningún problema de xenofobia. Y menos aún de racismo. Lo que hay es una neta y clara distinción entre extranjeros ilegales, y por tanto indeseables, y extranjeros legales, comme il faut.

El señor gobernador de Girona argumenta con lógica aplastante por qué considera delincuentes a los inmigrantes que se encuentran en España en situación irregular: si han entrado a nuestro país sin respetar las leyes de inmigración, ya han cometido un delito, lo que prueba su clara inclinación por la delincuencia. Irrefutable.

¿Quién dijo xenofobia? Este es un país que adora a los extranjeros. Cada año vienen a visitarnos varios millones de turistas, y los tratamos de cine. Algunos incluso se quedan: se calcula que hay cerca de un millón de residentes extranjeros en España. Quiero decir extranjeros bien. La mayoría procede de los países fríos del norte de Europa. Son jubilados que se compran una casita en una urbanización de la costa mediterránea o de las islas, y en ella pasan la mayor parte del año, sin necesidad de calefacción y sin correr el riesgo de resbalar en su hielo patrio y escoñarse. Y nosotros somos tan majos y tan acogedores que les servimos el agua que escasea para los cultivos en esas zonas, y ellos se ponen un césped monísimo en el jardín y llenan alegremente sus piscinas. ¿Xenófobos aquí? ¡Si queremos tanto a los extranjeros que no hemos dudado en permitir que destrozaran nuestra costa para instalar sus urbanizaciones, y ni siquiera nos hemos enfadado porque las compañías inmobiliarias que las han construido sean extranjeras, y hasta nos da igual que casi todos los productos que venden en sus markets sean de importación y no nos dejen ni un duro!

¿Racismo? ¿Quién habla de racismo? Romario no parece muy blanco, y lo queremos muchísimo. Y ese otro que está ahora en el Barcelona, el tal Ronaldo, ¿no se lleva ovación tras ovación? En la Costa del Sol hay un montón de árabes, y nadie les chista, a pesar de que alguno ha tenido sus más y sus menos con la Justicia. Y en Canal Plus sale un japonés con el que todo el mundo se parte de risa.

No; en España no molestan en absoluto ni los extranjeros ni los de razas raras. Lo que no queremos es que se nos llene el país de gente que -como muy bien ha hecho notar el señor gobernador civil de Girona- tiene una clara tendencia a la delincuencia, patente en el hecho mismo de haber entrado en España sin papeles. Gente que, si te la encuentras por la calle de noche, te asusta, con ese aspecto suyo tan de miserable, o sea, tan de delincuente. ¡Si aún recogieran la fruta, o los claveles, y se quedaran encerrados el resto del día! Pero, qué va: se empeñan en exhibirse.

Ni racistas ni xenófobos. Solo queremos que nos dejen en paz y no vengan a restregarnos por las narices que se mueren de hambre.

Javier Ortiz. El Mundo (24 de agosto de 1996). Subido a "Desde Jamaica" el 29 de agosto de 2011.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1996/08/24 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: el_mundo cataluña 1996 racismo girona xenofobia | Permalink | Comentarios (1) | Referencias (0)

Comentarios

El hecho de llamarlos guiris ya es una muestra de xenofobia.

Escrito por: John.2019/08/04 11:41:36.252016 GMT+2

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