Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

2002/01/17 06:00:00 GMT+1

Fuera de juego

Vuelvo con asuntos futbolísticos pero, para que nadie crea que sangro por ninguna herida, lo hago a cuento de un partido jugado entre dos equipos que no me despiertan pasión alguna, ni a favor ni en contra: el Depor y el Valladolid, que se enfrentaron ayer en cuartos de final de la Copa de Su Bajestad el Rey.

Relato la escena, por lo demás harto frecuente en los campos de fútbol: el árbitro -Fernández Marín, un señor con permanente gesto de estar muy a disgusto en esta vida- va y pita un fuera de juego contra el Valladolid. La televisión reproduce la filmación de la jugada y se comprueba que no hay off side ni de coña. El comentarista dice: «Es lógico que el árbitro se haya equivocado, porque daba la sensación visual de fuera de juego». La sensación visual. Ya. Un efecto óptico.

Pues muy mal. Porque la especialización de los árbitros, sea principales o asistentes, debería incluir el necesario entrenamiento para que las sensaciones visuales no les induzcan a error.

En el viejo oficio del periodismo, los que hacíamos carpintería -que es como se llama la labor de los que se encargan de que todo lo que escriben los demás se convierta en páginas enviables a la rotativa- teníamos una especialidad, entre otras: darnos cuenta de lo que estaba torcido. Como se montaba a mano, era fácil que los montadores cometieran pequeños fallos. Llegabas y decías: «Esa foto está torcida». Lo comprobaban y se quejaban: «¡Medio milímetro, tío!». Y entonces a ti te tocaba sonreír: «Pues eso: torcida».

Ahora, como los ordenadores se encargan del montaje, esa habilidad no sirve ya más que para poner derechos los cuadros en la sala de espera de la consulta del médico. Pero entonces era muy útil.

Los árbitros deberían aprender a trazar mentalmente la recta del fuera de juego. Si cobran como especialistas, que lo sean.

Pero es que además, y en todo caso, un juez -sea de fútbol o de lo contencioso-administrativo- tiene que aplicar el viejo y sensato principio del Derecho Romano: in dubio, pro reo. Si dudas, no condenes, hijo. Si te parece que hay fuera de juego, pero no estás seguro de que lo haya, deja seguir. Es así de sencillo.

La jugada era de gol. De haberlo marcado, es muy probable que el Valladolid hubiera pasado a semifinales. No lo marcó, fueron a la prórroga y, al final, el Depor se salvó gracias a un penalti.

Insisto: hablo del Valladolid-Deportivo de La Coruña. No de otros partidos recientes.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (17 de enero de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 26 de febrero de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2002/01/17 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: 2002 diario | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)