Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

1999/07/31 07:00:00 GMT+2

Extraños oficios

Imagínese usted que soy propietario de un hermoso local al borde de la carretera general en un pueblecito cercano a una gran capital. Me decido a poner un taller de reparación de automóviles. Genial. Como pasan por delante la tira de coches, tengo clientes a porrillo. Me va de cine. Me forro.

Pero, un mal día, llega el Arias Salgado de turno y decide que mi pueblo es un embudo y manda hacer una vía de circunvalación, para que los coches no tengan que atravesarlo. Resultado: me quedo sin clientes y me arruino. ¿Qué puedo hacer? Pues, a ver: cerrar el taller y chincharme.

La culpa es mía. Si, en vez de poner un taller de coches, hubiera optado por dedicarme a armador de pesca o a propietario agrícola, habría podido reclamar a voces que el Gobierno me indemnizara por la pérdida.

¿Que hay sequía? Al punto salen las patronales agrícolas pidiendo ayuda oficial. ¿Que llueve más de lo necesario? Lo mismo. ¿Que cae pedrisco? Idem. De hacerles caso, sus propiedades contarían con una declaración permanente de zona catastrófica.

Tal cual ocurre con la pesca. ¿Que hay una parada biológica? ¿Que se cierra un caladero? ¿Que se agota otra pesquería, de las muchas esquilmadas? A reclamar la subvención correspondiente. «Es que son casos de auténtico desastre», alegan. Ya. La carretera de circunvalación de mi pueblo hipotético también es un auténtico desastre para mí, pero nadie me indemniza. Y cuando ellos carecen de labor para sus curritos, también es un desastre, pero los ponen en la calle y se quedan tan anchos.

Sé que la agricultura cumple una importante función social y ecológica. Me consta que se enfrenta a la competencia desleal de los explotadores del Tercer Mundo. Apoyaría con entusiasmo que la UE prohibiera comerciar con los países que carecen de las necesarias leyes de protección y seguridad social, así fuera sólo para contrarrestar su dumping. Pero no veo por qué el Estado ha de socorrer a algunos empresarios cuando pasan por apuros -los banqueros: otros que tal bailan- y puede dejar en la estacada, en cambio, a quienes han invertido sus perras en otros ramos. ¿Por qué España tiene una seguridad social específica para la pesca? «Es un sector económico peculiar», responden. Ah, y la minería, ¿no? Paparruchas. Es el paternalismo discriminador del franquismo, que perdura a través de los tiempos.

Me dirán ustedes: «¿Y la prensa? ¿No hay periódicos y revistas que, si no recibieran ayudas oficiales más o menos encubiertas, se irían al garete?». Respuesta: sin duda. Y con una circunstancia agravante decisiva: que lo que producen ni siquiera se come.

Javier Ortiz. El Mundo (31 de julio de 1999). Subido a "Desde Jamaica" el 31 de julio de 2010.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1999/07/31 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: 1999 el_mundo miscelánea economía | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)