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2001/03/14 06:00:00 GMT+1

Euskadi lo tapa todo

Metido de lleno en la conclusión del libro que se va a publicar con una amplia selección de los apuntes de este Diario, repaso la totalidad de lo que llevo escrito en el último curso: para El Mundo, para el propio Diario, para algunas revistas, para charlas y conferencias... Me asusto yo mismo: de las cerca de 600 páginas que suma, casi la mitad tienen algo que ver con el problema vasco.

Es a todas luces excesivo.

Me pregunto sobre qué hubiera escrito, caso de no existir eso que los pedantones de mi tierra llaman «el contencioso». Concluyo que me hubiera animado a hincar el diente a muchas otras realidades, problemas y conflictos, locales y foráneos: la inmigración, la crisis alimentaria, la errática Unión Europea, esa nebulosa que se dice «la izquierda», el fraude de la narrativa española actual, la pena de muerte, las mujeres afganas (y los monumentos afganos), el caos en que ha quedado sumida la ex Yugoslavia, el estado de la enseñanza pública en China, con el profesorado y el alumnado sometidos a trabajos forzados, el Sáhara preterido, la deprimente depresión -y no me disculpo por la redundancia, porque no la hay- en que malvive la Federación Rusa, el terrorismo en América Latina -en todas sus variedades-, los sin tierra del Brasil, los indígenas de México, la coña del sistema financiero internacional y de las nuevas tecnologías, la estación Mir, El Ejido, la singular sintaxis y el creciente malhumor de José María Aznar, el espantoso abandono del África subsahariana... Y la sexualidad juvenil, y la sexualidad senil, y los teléfonos móviles, y los juegos de ordenador, y el tabaco, y el porvenir de Iberia, y las cuentas de Arias Cañete...

De casi todo eso he dicho algo, pero ¡tan poco! A cambio, he estudiado con lupa todos los comunicados de ETA, he analizado mil veces los debates internos de HB y EH, he pasado por el tamiz cada uno de los gestos de Mayor Oreja, visibles o disimulados, he entrado al trapo de todas las polémicas sobre Lizarra, el PNV, Udalbiltza, el pacto PP-PSOE, las manifestaciones pro esto y contra aquello...

Si aún fuera cosa exclusivamente mía, con hacérmelo mirar podría estar todo resuelto. Pero es que la proporción -la desproporción- alcanza dimensiones colectivas. Varía lo que unos y otros decimos; no de qué hablamos.

Euskadi es un gran problema, sin duda. O varios grandes problemas. Pero el conflicto vasco es también la tapadera que oculta de la vista de la opinión pública un sinfín de otros problemas, igual de importantes, no menos trascendentes... o aún más trascendentes para la vida de millones de humanos, de aquí mismo o de justo al lado, que todo es ya lo mismo.

Haría de tripas corazón y volvería una y otra vez a la carga con el monotema si pensara que insistiendo en él iba a conseguir algo: algún avance, una cierta aproximación, una mano tendida, algo de raciocinio. Pero es que, además, ni eso.

Así que para qué. Es preferible hablar más del resto de la vida.

Y de las demás muertes.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (14 de marzo de 2001). Subido a "Desde Jamaica" el 6 de mayo de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2001/03/14 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: diario 2001 | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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