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2000/02/11 07:00:00 GMT+1

Ellos los primeros

Claro que los ganaderos son responsables del mal de las vacas locas. No todos ellos. No sólo ellos. Pero ellos también. Ellos los primeros.

No estamos hablando aquí de cualquier tipo de ganadería, sino de la que ha acabado imponiendo su ley en esta hora de mercado enloquecido y de producción intensiva. Hoy en día, la ganadería puntera tiene poco que ver con el campo. Es, más propiamente, industria. Adiós a las reses que vivían y pacían por pastizales y rastrojeras, contribuyendo a limpiar y abonar las tierras. Es la hora de los bichos genéticamente seleccionados con criterios de rentabilidad y sometidos a vigilancia, que lo mismo podían estar recluidos en el centro de Madrid y que son intensivamente alimentados con oleaginosas y piensos de los más variopintos orígenes, con tal de que engorden.

Leo un documentado de trabajo de Isabel Bermejo en Página Abierta. Habla del modelo que se ha impuesto en EE.UU. y que se extiende por todo el mundo avanzado. En el país de Bush se ha pasado en las últimas tres décadas de una ganadería en la que predominaban las explotaciones de 50 vacas a otra en la que el 90% de la carne de vacuno procede de explotaciones de más de 1.000 animales. Hay 100 firmas que cuentan con más de 30.000 cabezas de ganado. Sus bichos están tratados sistemáticamente para que produzcan el máximo de carne, de leche o de grasas. Malviven hacinados en cuadras, están atiborrados de hormonas y antibióticos y son alimentados con cualquier cosa con tal de que engorde mucho y cueste poco. Hace un par de meses, leí un informe sobre un experimento que se había hecho en los EEUU para comprobar si cabía aumentar el peso de las reses mezclando en su alimentación... ¡cemento!

Es el caldo de cultivo más propicio para la aparición de extrañas enfermedades. No sólo la Encefalopatía Espongiforme, sino también la tuberculosis, la brucelosis y otros males que, además, son cada vez más difíciles de tratar, porque los agentes infecciosos se vuelven resistentes a los antibióticos.

Los ganaderos españoles se revuelven. Dicen que su problema debe ser considerado «cuestión de Estado». Y lo dicen el mismo día en que se anuncia que se han descubierto cinco mataderos clandestinos, se han inmovilizado cinco toneladas de piensos cárnicos ilegales y han sido detenidas siete personas acusadas de atentar contra la salud pública y el medio ambiente. Las autoridades alemanas ya han comprendido la raíz del problema. Han decidido no fomentar explotaciones ganaderas industriales y ayudar a la regeneración de las naturales.

Si los ganaderos españoles quieren apoyo, que empiecen por denunciar ellos mismos a las malas bestias de su sector que quieren hacernos comer cualquier cosa para hacerse de oro a costa de nuestra salud.

Javier Ortiz. El Mundo (11 de febrero de 2001). Subido a "Desde Jamaica" el 10 de febrero de 2012.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2000/02/11 07:00:00 GMT+1
Etiquetas: europa el_mundo 2001 reino_unido vacas_locas españa | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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