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2003/02/25 06:00:00 GMT+1

Dos riesgos

Mesa redonda ayer en Madrid, organizada por la UNED para hablar de la guerra inminente y el papel de los grandes medios de comunicación. Hacemos de ponentes Román Orozco, Manuel Revuelta y yo mismo.

Cuando terminamos nuestros respectivos exordios -probablemente más largos de lo conveniente- comenzó eso que suele llamarse «un animado coloquio».

Temo los coloquios. Sé por amarga experiencia que Madrid -no sólo Madrid, pero muy principalmente Madrid- cuenta con una abundante nómina de conferenciantes frustrados que se sirven de los coloquios para largar su propio discurso. Con la excusa de plantear «varias preguntas» a quienes ocupan el estrado, dedican sus buenos cinco o diez minutos a exponer a la ciudad y al mundo sus propios puntos de vista. Es relativamente frecuente que, en el entusiasmo del discurso, se olviden al final de plantear ninguna pregunta concreta, o se salgan por peteneras con un genérico: «Me gustaría saber qué piensan ustedes sobre esto».

Ayer nos surgió un simpático orador incontinente que se extendió profusamente explicándonos que, según él, tanto dan los que hacen propaganda de la guerra como los que hacemos lo que él llamó «contrapropaganda», porque los unos y los otros arrimamos el ascua a nuestras respectivas sardinas, con lo cual «el ciudadano» -él mismo, se supone- no sabe a qué atenerse, porque «¿Cómo sabemos quién dice la verdad, eh?» y «¿Quién está seguro de que no se equivoca, eh?» y «¿Cómo orientarse en medio de tanto dato contradictorio, eh?».

Lacónico, le sugerí que tratara de hacerse un criterio propio, como acostumbramos a hacer los demás. Pero mi respuesta, lejos de satisfacerle, excitó su ansia preguntante, y volvió a la carga: «¿No creen que hay tanto riesgo de que se equivoquen los que preconizan la guerra contra Irak como quienes se oponen a ella, eh?».

Tomó entonces la palabra un caballero sentado al fondo de la sala y le respondió de manera escueta y clara. Efectivamente -le dijo-, todo el mundo puede equivocarse, pero hace infinito más daño el que se equivoca al optar por matar que aquel otro que decide no matar a nadie.

Ignoro si convenció a nuestro orador espontáneo.

Por lo menos consiguió que se callara, que no fue poco.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (25 de febrero de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 25 de febrero de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2003/02/25 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: irak aznarismo guerra madrid diario 2003 | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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