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1995/09/06 08:00:00 GMT+2

Cristina Albergue

Ministrología: Mujeres discriminadas, inmigrantes sin integrar, niños maltratados, jóvenes marginados, minorías étnicas, minusválidos, drogadictos... Eso, más que un Ministerio, parece un albergue para desheredados. Un albergue con tantos extremos y tan pocos medios que su jefa debería ser considerada prácticamente ministra sin cartera. En realidad, más que titular de un Ministerio, parece suplente. Lo suyo son todo misiones ingratas, por imposibles. Ahora está en Pekín, representando a la UE en un tinglado que la ONU ha montado para acallar su mala conciencia: hasta en eso le ha tocado la China.

La mini-ministra: Cristina Alberdi Alonso. 49 años. Nacida en Los Rosales (Sevilla). Abogada. Ministra de Asuntos Sociales.

Estudió con las ursulinas. Sí, con las de Loreto, en Madrid. Aunque, viendo el look que exhibe, lacitos incluidos, tal se diría que más bien fue educada por las cursilinas.

¿Es tan feminista como se pretende? Todo lo que le deja su pasión felipista y su gusto por el banco azul. Por estas dos limitaciones, alguien la bautizó como feministra. Y, en efecto, es una ministra con fe. Cree que González es honrado. Eso sí que es creer lo que no vimos.

Dicen que vale mucho más que algunos otros ministros... ¿Y quién no?

Declaraciones tontas. No suele hacer muchas. Pero, a fuerza de hablar, alguna se le escapa. Por ejemplo: «Si lográramos recuperar la confianza de los ciudadanos, ganaríamos las elecciones» (1-V-1995). No te fastidia. Otra, dicha cuando se supo que Roldán había amasado una considerable fortuna. Contestó a quienes miraban la cosa con malos ojos: «¡Ponemos en cuestión el sistema capitalista que tenemos! También un guardia civil podría decir: "Pues me voy a lanzar al mercado, a realizar inversiones y a ganar dinero". Pero no se lanza» (26-XII-1993). Un lince, la chica.

Propone que no se distinga en el trato social a señoras y señoritas. Y hace bien. Pero pone un ejemplo desafortunado. Dice: «Si se dijera "el señorito Borrell" quedaría fatal». Y la verdad es que no. Con Borrell, en concreto, no queda fatal.

Javier Ortiz. Zooilógico, El Mundo (6 de septiembre de 1995). Subido a "Desde Jamaica" el 8 de septiembre de 2013.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1995/09/06 08:00:00 GMT+2
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