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2004/07/24 07:00:00 GMT+2

Cataluña, Estado

Observo que bastantes medios informativos se han hecho un lío con la afirmación que hizo el miércoles Pasqual Maragall tras su entrevista con José Luis Rodríguez Zapatero: «Cataluña es Estado».

Algunos han creído ver en ello un reflejo del deseo de los socialistas catalanes de convertir a Cataluña es un Estado-nación. Es una conclusión abusiva, si es que no maliciosa. Lo que Maragall apuntó es que, puesto que la estructura territorial del Estado es autonómica, los órganos de gobierno de las comunidades autónomas son Estado, es decir, ejercen la representación del Estado en su territorio. No en todos los ámbitos -ya sabemos que hay funciones del Estado que no son descentralizables, por imperativo constitucional-, pero sí en la mayor parte de los asuntos.

Por ello mismo, resulta erróneo identificar al Gobierno central con el Estado. El Estado está integrado por la suma de todas las instituciones, sean cuales sean sus respectivos ámbitos de actuación. En consecuencia, tampoco es correcto interpretar que, cuando una comunidad autónoma reclama que se le transfiera el control de este o aquel órgano de gestión, esté tratando de arrebatar al Estado una competencia. No es así porque, una vez tales funciones estén en sus manos, seguirá siendo el Estado -una parte de su aparato- quien las ejerza.

Otra conclusión, no menos inevitable, derivada del carácter autonómico del Estado: Pasqual Maragall es la máxima autoridad permanente del Estado en Cataluña. Igual que Juan José Ibarretxe en Euskadi.

Ya sé que este planteamiento choca a muchos, que siguen abordando las relaciones del poder central con los órganos de gobierno de las nacionalidades vasca y catalana como una continuación de la guerra por otros medios y no como una vía para tratar de superar de manera relajada y amistosa los viejos defectos de fábrica de los que aún adolece el Estado español. Para ellos, cada atribución que obtienen los gobiernos de Cataluña o Euskadi es una amputación que sufre «España». No digamos nada si los gobernantes catalanes o vascos que la obtienen son nacionalistas. Entonces la sombra del crimen de lesa patria oscurece inevitablemente el conjunto de la escena.

Es sólo en esa línea de pensamiento en la que me encaja el hecho de que tantos comentaristas hayan abordado la entrevista del miércoles entre Rodríguez Zapatero y Maragall como si el primero estuviera allí en representación del Estado español, o incluso de «España», y el otro hubiera acudido a La Moncloa a arañarle poder para nutrir con él una institución extraña, si es que no hostil.

De todos modos, tampoco cabe olvidarse de la trampa que hizo Maragall. ¿«Cataluña es Estado»? El sabe muy bien que no. Quien es Estado -un poder territorial del Estado- es la Generalitat. Pero la Generalitat no es Cataluña.

Cataluña es una nación sin Estado.

Javier Ortiz. El Mundo (24 de julio de 2004). Basado en un apunte del mismo nombre (Cataluña, Estado) publicado dos días antes. Subido a "Desde Jamaica" el 22 de abril de 2018.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/07/24 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: maragall cataluña zapatero 2004 euskadi estado ibarretxe el_mundo españa | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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