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1997/07/09 07:00:00 GMT+2

Almunia y la izquierda

Almunia emplaza a Anguita: quiere unidad. Dice que es necesaria la unidad de la izquierda. Pero la propuesta tiene dos partes. Para que haya unidad de la izquierda es preciso que haya unidad, pero también hace falta que haya izquierda.

Almunia da por hecho que el PSOE es de izquierdas. Pero eso dista de estar claro. Que sus dirigentes sean casi todos pasablemente anticlericales, se tomen con resignación las aventuras extramatrimoniales de sus parejas, tengan en su casa grabados de Úrculo y gusten del cine de arte y ensayo no nos obliga a considerarlos de izquierdas. Más que nada porque sabemos que son capaces de hacer eso y mucho más. Por ejemplo, justificar los GAL diciendo que «son cosas que ocurren en todos los países democráticos», apoyar la Guerra del Golfo, patrocinar los contratos basura y peregrinar ahinojados hasta Maastricht como quien va a Lourdes pidiendo divinas mercedes.

Almunia reclama unidad. Pues que empiece dándola. Porque tiene un modo rarísimo de atraer aliados: de momento, se limita a insultar a Anguita. «Queremos comprobar si se ha olvidado ya de la tontería ésa de las dos orillas», dijo el otro día, en tono despectivo. Si lo de las dos orillas fuera una tontería, se situaría en todo caso en el inocente terreno de las ideas. Por las mismas, Anguita podría responderle que él necesita saber si el PSOE se ha olvidado ya de la barbaridad esa de la cal viva, que no se sitúa en ningún terreno, sino un par de metros por debajo.

Muy concretamente, lo que Almunia debería hacer es algo elementalísimo: aclarar si lo que está ofreciendo a Izquierda Unida es una alianza para gobernar juntos, si llegaran a ganar unas futuras elecciones, a la francesa, o si simplemente le está pidiendo que respalde sus ambiciones para regresar a La Moncloa y volver a pactar con Pujol. Porque, si de lo que habla es de un frente común para gobernar juntos, tendrá que decir sobre qué bases, y para hacer qué. Y, si no, lo que planea no va por ahí, deberá explicar de qué va.

Ya me hago cargo de que a Almunia lo que le gustaría es que toda Izquierda Unida fuera orégano, o sea, como el Guerreiro de Galicia, o como López Garrido, que estaría dispuesto a respaldar al PSOE -ya lo hace- a cualquier precio. Hay gente que ni siquiera se plantea que sus alianzas se basen en principios, porque carece de ellos. Le da igual cien que cinco, siempre que no se trate de su bolsillo, y siempre que en lo que se decida finalmente haya un hueco para su poltrona.

Pero otros no son así, y se empeñan en hacer preguntas tontas. Por ejemplo: unirse, ¿para qué? ¿Para hacer qué? Unirse, ¿cómo? ¿Unirse sólo de cara a las elecciones, o combatir también en el día a día? Y, en este caso, ¿en pro de qué?

Estoy viendo en la televisión a Rafael Vera, que ha ido a declarar al juicio de Roldán. ¿También Vera estará en la unidad de la izquierda? Puf.

Javier Ortiz. El Mundo (9 de julio de 1997). Subido a "Desde Jamaica" el 23 de abril de 2013.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1997/07/09 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: anguita el_mundo 1997 almunia iu izquierda psoe | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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