Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

2001/06/19 06:00:00 GMT+2

Acabar con «la Realidad»

Hago recuento de los insultos que se están llevando los pilotos del Sepla. Ayer escuché cómo un periodista los calificaba de «sinvergüenzas». Hoy leo en un editorial de Prensa que son «chantajistas», amén de «prescindibles». De piedra me dejan: para lo primero están los tribunales de Justicia -el chantaje está tipificado como delito- y para lo segundo, el mercado: si tan prescindibles son, nada mejor que prescindir de ellos.

No voy a defender su causa, aunque, tratándose de Iberia, ganas que me dan: por lo menos, los pilotos te avisan; Iberia te deja en tierra en cuanto te descuidas, overbooking mediante, y ni siquiera te previene.

A lo que quiero referirme hoy es a la cosa de los epítetos: a los del Sepla -o sea, a los pilotos, en general, porque el Sepla tiene el 98% de afiliación- se les ha llamado de todo. Y ellos a aguantar, ajo y agua. Porque, según me explicaron ayer en una tertulia radiofónica, calificar a alguien de «sinvergüenza» no pasa de ser «una crítica».

Algo parecido me respondieron hace unos días cuando me quejé de las barbaridades que algunos periodistas dicen de Arzalluz. Día sí día también le acusan de cualquier cosa -de cómplice del terrorismo, sin ir más lejos- y, como les pidas que justifiquen tamaño improperio, te responden que eso «entra dentro de la labor de vigilancia de la Prensa hacia los políticos». Se ve que pueden tildar a cualquiera de asesino, aunque no lo sea ni por el forro, y él no tiene derecho a quejarse, porque lo hacen por su propio bien: para que se ande con ojito.

Un semanario cántabro, «la Realidad», está sufriendo una gravísima asfixia económica por culpa de las querellas, puntualmente atendidas por los jueces, que le larga la clase política santanderina. «la Realidad» acaba de ser condenada al pago de 20 millones de pesetas por un supuesto atentado contra el «buen nombre» de Carlos Sáiz, menda que es presidente de Caja Cantabria y secretario general del PP comarcal (cargos que, en contra de lo que el buen sentido común debería dictar, resultan perfectamente compatibles, por lo visto). Una juez ha considerado que, dada la excelsa calidad del personaje, es gravísimo insinuar que tal vez no sea el sudor de su frente el que le ha permitido pasar de ser un don Nadie a ser un don Todo en un abrir y cerrar de ventanillas bancarias. La juez dice que «la Realidad» no ha demostrado que sus insinuaciones respondan a la verdad y que, en consecuencia, son falsas. Como se ve, la magistrada tiene un sistema de raciocinio curiosísimo. No lo aplica sólo a eso: pese a que le han explicado que la columna en la que se hacían las insinuaciones presuntamente dolosas sobre el señor Sáiz estaba firmada con un seudónimo, ella insiste en que comparezca ante su autoridad «el señor Quintacolumna», al que, para ir haciendo boca, ha declarado en rebeldía. Y, ante el argumento de que la información estaba basada en conversaciones de sobremesa «más bien cutres» de los propios políticos del PP, replica acusando a los periodistas de «la Realidad» de trabajar en ambientes indecorosos.

Sería de broma si no fuera porque, querella tras querella, el caciquerío santanderino, todo él fabricado a imagen y semejanza del excelso Hormaechea, guía y luz de la política local, está logrando ahogar al único medio de comunicación de Cantabria que se ha atrevido a ponerle las peras al cuarto.

A los pilotos del Sepla se les puede acusar de rematados canallas y no pasa a nada. De Arzalluz, Vd. puede decir lo que le dé la gana: de asesino para arriba. Pero no se le ocurra escribir que el presidente de la Caja del PP santanderina hace extraños viajes a Suiza, que le dejan sin un duro hasta el siglo venidero. En nombre del buen nombre. Ésa es la realidad. O sea, «la Realidad».

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (19 de junio de 2001). Subido a "Desde Jamaica" el 7 de mayo de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2001/06/19 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: diario 2001 | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)