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2007/11/11 07:00:00 GMT+1

Pendencias televisivas

Detesto las tertulias agresivas de televisión. Me refiero a ésas en las que se supone que los participantes deben zurrarse la badana a base de bien, lanzándose improperios a voz en cuello y soltando sus opiniones como latigazos.

Tampoco me postulo como experto en la materia, porque lo cierto es que sólo he visto alguna vez algún retazo de alguna. Huyo de ellas porque me ponen de mal humor por partida cuádruple: no me gusta que la gente se falte al respeto, detesto las acusaciones ad hominem, me revienta que la gente se chille y, en fin, los argumentos que cruzan el aire a la velocidad del rayo me recuerdan demasiado a los fuegos fatuos.

No voy a referirme a ninguna tertulia en concreto, haya sido o no noticia reciente. Hablo en general.

Cuando acepto participar en tertulias de televisión –lo que suele ocurrirme–, me aseguro de que rigen en ellas normas de otro género. Normas elementales como, por ejemplo, comportarse con cierta urbanidad, no recurrir al insulto, dejar hablar a los demás y no pegar voces.

Pero incluso esas tertulias, siendo netamente distintas –no circenses, para empezar–, también tienen lo suyo de insatisfactorias. No por culpa de sus promotores, sino porque los debates en televisión tienen algo de intrínsecamente perverso.

Suelo recordar algo que le leí hace años al crítico de televisión del semanario satírico francés Le Canard Enchaîné. Según él –un tipo brillante, acerado, sin pelos en la pluma–, los debates de televisión son “esencialmente imbéciles” porque –escribía– “en televisión, toda exposición argumental que dure más de tres minutos resulta insoportablemente pesada. Pero toda exposición argumental sobre algo mínimamente complejo que dure menos de tres minutos resulta insoportablemente superficial”.

De lo que él deducía que la televisión, sencillamente, no tiene remedio.

Él era un revolucionario. Yo, en cambio, soy un pobre reformista. No reclamo que la televisión sea un medio inteligente. Ni siquiera le exijo que no sea imbécil. Me conformo con que no me tome a mí por imbécil. Y que no me presente como discusiones de principios las pendencias entre gente que sólo discute de sus negocios.


Javier Ortiz. El dedo en la llaga, diario Público (11 de noviembre de 2007).

Escrito por: ortiz.2007/11/11 07:00:00 GMT+1
Etiquetas: público le_canard_enchaîné 2007 dedo televisión | Permalink | Comentarios (10) | Referencias (0)

Comentarios

Escrito por: .2007/11/11 09:47:51.787000 GMT+1

  Por fin Javier,ya era hora que pusieses las cartas boca arriba:eres un reformista,no un revolucionario.Me decepcionas.Quieres cambiarlo todo para que todo siga igual.No entiendes que este régimen partitocrático no es susceptible de reformar para ganar la libertad política.Tiene que haber una revolución,pacífica e inteligente,pero revolución.

De todas formas...me temía esta salida tuya.Ya sé que no es hasta pronto,adios.

Escrito por: isidro.2007/11/11 11:14:22.229000 GMT+1

Fascinante comentario de Isidro, que esperaba confirmar lo que ya temía tal vez después de años de lectura: que eras un reformista. Dios mío, pecado que producirá su doliente baja como lector. Oh.

Para no creer. Espero que no se trate de que algunos columnistas tienen los lectores que merecen... :-)

Hay cosas peores que ser reformista, revolucionario o conservador, incluso: carecer de sentido del humor, de un mínimo potencial autocrítico... y leer sólo para confirmar lo que ya creíamos saber, Isidoro, majo.

 

Escrito por: Jon Goiko.2007/11/11 11:37:13.990000 GMT+1

No hay tanta diferencia pues entre el binomio políticos-taxistas de apunte de ayer y el binomio televisión-audiencia de hoy.

Escrito por: un lector de libros sobre periódicos.2007/11/11 12:08:36.403000 GMT+1

Es tan estúpido, si es cierto, lo de este Isidro, que hasta pienso que es un forofo lector pro-Ortiz que haciendo un bucle, tiene aún más sentido del humor, y suelta esa pavada para que unos cuantos salgamos diciendo, "no puede ser"  y "ánimo, Javier" (como si le hiciera falta)

 

 

Escrito por: josé lucía.2007/11/11 13:21:1.985000 GMT+1

Isidro hombre,para hacer una tortilla hay que romper huevos y para coger ¨mocejones´ hay que mojarse los c.....

Escrito por: MAX.2007/11/11 13:37:46.048000 GMT+1

Veo que algunos contertulios critican mi escrito pero no entiendo las razones.Yo critico a J.Ortiz por ser reformista y no revolucionario,pero eso no es una ofensa para nadie.Todos los partidos políticos son también reformistas,quieren cambiar algunas cosas pero no lo principal:la manera de elegir y deponer a nuestros representantes...que se la reservan para si los partidos.

.Que ahora no hay un sólo político elegido por los españoles no es muy difícil de demostrar:los eligen las cúpulas de los partidos en listas pactadas y cerradas,y eso se llama partitocracia(oligocracia),y llevamos ya para 40 años sufriéndola,y es un mal de raiz del régimen,no se puede podar una rama cuando las raices están podridas cada vez más.Hay que talar el árbol y sembrar uno nuevo.

Yo pensaba que Javier podría optar por luchar por la libertad política(precioso árbol),pero me equivoqué.El seguramente apoyará iniciativas(república federal,etc...)en las que esa cuestión decisiva siga en manos de oligarquías partidistas,sin rey tal vez,pero igual que ahora.

Escrito por: isidro.2007/11/11 15:47:7.937000 GMT+1

Supongo que dedicará unas líneas al rifirrafe entre el Rey y Hugo Chávez.

Me he quedado estupefacto al escuchar el tono con el que el rey se dirigió al Presidente de Venezuela. Es un tono de superioridad, autoritario, impropio de una reunión entre pares. Para acabar de colmar el vaso, el rey se ausentó de la sala después de escuchar a Daniel Ortega defender a Chávez y acusar a la empresa Unión Fenosa de ser “una estructura mafiosa, con tácticas gansteriles (...) de las que son víctimas nuestros países por culpa de los (gobiernos) peleles” (El País 11.11.2007).

La prensa española ha transmitido los sucesos diciendo que el rey puso en su sitio a Chávez, pero muchos sabemos que eso no es verdad, que lo cierto es que el rey perdió los papeles.

Las mayorías sociales de esos países se sienten con cierta frecuencia no escuchadas o engañadas por otros países con más fuerza que el suyo. Cuando sus gobiernos pertenecen a las élites oligárquicas nacionales, se mantienen las formas y todo parece que va bien, pero cuando acceden al poder partidos con planteamientos políticos y sociales diferentes (izquierdistas, indigenistas, populistas…) las formas pueden perderse y saltar lo que venía siendo negado o no renocido.

El tono empleado por el rey es un tono despectivo que se presta a ser interpretado como un juicio previo, un prejuicio, contra determinadas ideologías. Para colmo, levantarse y ausentarse de una reunión que pretende crear lazos entre países con una cultura común no parece que sea lo más apropiado por parte de quien ostenta la máxima representación de un estado.

Es cierto que hay maneras y maneras de exponer un problema o una queja, pero también lo es que la falta de atención o la postergación permanente de algo que para el otro es importante acaba crispando ¿O es que acaso debajo de todo lo acontecido no latía la realidad de que cada día son más el número de países con dificultades para crecer dignamente que rechazan el neo-liberalismo porque los devora y los  mata?

A todo esto hay que añadir que Aznar, desde que dejó la presidencia del gobierno, ha realizado declaraciones tendenciosas e inoportunas que han exacerbado mucho los ánimos. Realmente qué ex presidente tan poco cabal está resultando. Pasará a la historia por su resentimiento y por su incapacidad para saber estar después de haber abandonado el cargo.

Todo lo ocurrido es lamentable. Un país con un gobierno socialista que pretende convencer a países “hermanos” para que transiten por la senda del capitalismo puro y duro. Y una familia, la Familia real (uno de cuyos miembros hereda por imperativo legal la Jefatura del Estado), fuertemente escorada hacia el pensamiento conservador y de derechas (aunque hasta ahora haya hecho enormes esfuerzos para que no se notara).

Escrito por: Kepa.2007/11/11 22:48:53.126000 GMT+1

Don Javier, una pregunta así que se me acaba de ocurrir: me pregunto si quienes se han pasado tres años y medio rebozándonos la bandera por la cara e insinuando que quienes no comulgamos con sus ideas no somos “españoles de bien” (o en su defecto, que si no acudimos a sus manifestaciones es porque “estamos haciéndonos la foto con ETA”), me pregunto, repito, si acaso no podrían ser también considerados, según ese extraño conjunto de normas que rige su imaginario mundo, “inductores intelectuales” del asesinato de hoy de un muchacho de 16 años a manos de un ultraderechista que acudía a una manifestación legal armado hasta los dientes. Me pregunto también, ya que estamos, si existen dos Estados de derechos e izquierdos: derechos para manifestarse armados en Madrid con un ideario nazi, a izquierdos para los ciudadanos vascos que no pueden manifestarse públicamente en las calles de San Sebastián. No sé, usted que sabe más que yo de esto... respóndanos, porque a mí me parece que vivo en un país al borde de la esquizofrenia, víctima de la hipocresía y de la desmemoria, y cuyos medios de comunicación sólo saben lamerle el culo al poder (incluso Público, el periódico en el que usted escribe, habla de una "reyerta" en el Metro, pero no utiliza "ataque neonazi" para referirse a la agrsión). ¿Qué coño está pasando?

Escrito por: Ave.2007/11/11 23:09:4.551000 GMT+1

Otra pregunta (que hoy estoy preguntona, hombre, y perdone esta intromisión tan repentina). ¿Cabe imputar algún tipo de responsabilidad penal al partido convocante de la autorización, si como además para ser el caso, el asesino es miembro del mismo? Otra pregunta: ¿cabe imputar algún tipo de repsonsabilidad subsidiaria a la subdelegación del Gobierno e incluso, por qué no, a la Comunidad de Madrid, por haber autorizado una manifestación de contenido marcadamente violento? ¿Recibirá la familia del muchacho asesinado la condición de "familiares de víctimas del terrorismo" y serán consecuentemente indemnizados por el Estado, o caerán más bien en el más absoluto de los olvidos, como ha ocurrido con la inmensa mayoría de las víctimas del terrorismo de ultraderecha en este país?

Hace tiempo que me bajé de la idea de España, pero incidentes como el de hoy no sólo me reafirman en este punto: ahora, por primera vez, me animan a combatirla con el poder de la palabra. Que se queden con su España miserable, inculta, asesina, vengativa y rencorosa, que se queden con ella. Yo no la quiero.

Escrito por: Ave.2007/11/11 23:15:35.591000 GMT+1

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