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2006/03/06 06:09:25 GMT+1

Una idea de España

Nunca me ha convencido la idea, muy difundida en Euskadi, de que el Estado español encierra cuatro naciones. Por bastantes motivos, el principal de los cuales es que la defensa de esa concepción obliga a convertir en una nación a todo lo que no es ni Euskadi, ni Cataluña, ni Galicia: una amalgama de carácter utilitario, sin demasiado fundamento. Algunos amigos míos de ideología nacionalista descartan las definiciones de nación que toman en cuenta sólo los rasgos objetivos y se inclinan por basar el hecho nacional en el sentimiento de identidad de los pueblos. No tengo nada en contra de esa preferencia conceptual –tampoco mucho a favor: es un asunto que dista de apasionarme–, pero no puedo por menos que llamar la atención sobre las incongruencias a las que puede dar origen. Porque la población no vasca-no catalana-no gallega del Estado español no manifiesta el menor interés en constituir una nación de no vascos-no catalanes-no gallegos. Son un conjunto de poblaciones que no se ven como una entidad única y, a la vez, distinta.

A la hora de establecer mi «idea de España», hace años que siento una instintiva predilección por lo práctico y funcional o, si se prefiere, una precavida aversión por las ideas esencialistas, tanto favorables como contrarias.

Acabo de mencionar una «contraria». Me referiré ahora a otra «favorable».

El ejemplo me ha venido sugerido esta mañana por la lectura de la prensa. He leído que gentes afines al PP temen que, si no se pone límites concretos e infranqueables al proceso de autonomización del Estado –lo dicen, claro está, a propósito del Estatut, pero más en general, «España» se convierta dentro de nada en «un cascarón vacío».

Es obvio que para esa gente la Generalitat y demás instituciones autonómicas quedan fuera de su «idea de España». La misma lógica podrían aplicar a las diputaciones, a los ayuntamientos, y hasta a las juntas municipales de distrito. Para ellos, sencillamente, un poder descentralizado no es un poder. Su idea de «España» se concentra en el poder central, y toda cesión de poder hacia abajo es un vaciamiento «de España» que tiende a convertirla  en «un cascarón vacío».

Existe otra posible «idea de España», que es la que se deduce de los hechos prácticos. Consiste en constatar –más que en creer– que España es uno de los estados componentes de la Unión Europea, que tiene cedidas a las instituciones comunitarias buena parte de los poderes que antes se consideraban específicamente nacionales y que, en su organización interna, ha estructurado las funciones que le quedan, que no son pocas, de un modo en el que se mezclan sus tradiciones centralistas con nuevas fórmulas federalizantes, que no federales, que tratan de dar respuesta a lo abigarrado de su composición nacional. Si «España» frenara o recortara su proceso de autonomización, sería «España». Pero si lo acentuara y se convirtiera en un estado federal, o incluso confederal, seguiría siendo también «España». Porque el «cascarón vacío» puede llenarse con lo que mejor convenga a la voluntad popular en cada momento, y tan ricamente.

Vistas las cosas así –que es como son o, por lo menos, como están– la Generalitat de Cataluña, con o sin nuevo Estatut, forma parte del Estado español, esto es, «de España», y el trasvase de poderes que pueda recibir de la autoridad central no será, en realidad, más que una operación de vasos comunicantes dentro del poder del Estado, esto es, «de España».

Cosa que a algunos parecerá mejor, a otros peor y a otros indiferente, pero real como la vida misma.

Nota de edicion: Javier dictó una conferencia el 5 de mayo de 1999 en el Ateneo de Madrid. Lo hizo en unas jornadas organizadas por la Revista Página Abierta. La conferencia, Una cierta idea de España, está en la sección de conferencias de la vieja PWJO.

Escrito por: ortiz.2006/03/06 06:09:25 GMT+1
Etiquetas: pp estatut europa españa cataluña preantología euskal_herria galicia 2006 euskadi apuntes | Permalink | Comentarios (1) | Referencias (0)

Comentarios

Siempre es interesante leer las reflexiones de Javier Ortiz que, además de no dejar a nadie indiferente, suelen poner en funcionamiento las máquinas de pensar ajenas.

Se me ocurre que en la construcción de esa España en la que a todos nos “enseñaron” a hablar “en cristiano” de buen grado o por la fuerza -con excesiva frecuencia de esta última manera- se olvidaron (¿se olvidaron…?) de catalanizar y/o euskerizar y/o galleguizar a los castellano-hablantes, con lo que muchos de ellos quedaron convertidos, tristemente, en monolingües a perpetuidad.

De haber tomado unas medidas mínimas, como la enseñanza escolar de canciones en estos idiomas desde la infancia y un mayor conocimiento de estas lenguas para quienes así lo desearan, nunca se habría  podido argumentar “yo no sé hablar…yo no tengo por qué saber… a mí no me han enseñado…”. Y, no sólo se habría  tenido la riqueza de poseer al menos un bilingüismo estatal, sino que se habría conseguido una España mucho más cohesionada cultural y emocionalmente.

A mi juicio es empobrecedor que, una lengua como el euskera, cuyo conocimiento supone no sólo una  riqueza y una mayor sensibilidad cultural, sino que aporta gran facilidad para  la adquisición de cualquier otro código lingüístico, les resulte a los castellano-hablantes tan extranjera como el chino.

Europa nos ofrece ejemplos como Suiza, donde sus ciudadanos  manejan con fluidez tres o cuatro idiomas desde la infancia.

Acaba de llegarme por correo electrónico  una carta que puede ser ilustrativa al respecto. 

“””””””””Tema: Carta de un alumno CATALAN a TELEMADRID
Carta des de Capellades.
Aquí us envio una carta feta per un noi de Capellades dirigint-se a Telemadrid.
M'agradaria que la féssiu córrer a tots els vostres contactes perquè  així coneguin el que realment passa a Catalunya .
A veure si enviant-ho a força gent pot arribar als mateixos ulls que el programa de Telemadrid. La informació ens farà lliures...o això és el que diuen.
Aquí va la carta:
Escribo esta carta para Telemadrid, espero que la lean y se pongan en mi
lugar (sé que no va a ser así). Les hablo en castellano para que me entiendan
con facilidad  y no se tengan que esforzar en usar un traductor.
He visto su documental llamado 'Ciudadanos de segunda' ¿y saben qué? Me han hecho llorar. Suena penoso, ¿no? Me da igual, no tengo reparo en mostrar mis sentimientos.
Les contaré, me llamo Arnau, soy de un pueblo de ' la Anoia' (provincia de Barcelona) llamado Capellades, de unos 5000 habitantes, he sido escolarizado toda mi vida en la escuela pública, donde nunca he destacado y siempre he ido justo a la hora de pasar cursos,  llegando a repetir 1º de bachillerato. Actualmente estoy cursando 2º del  ya dicho curso,  tengo dieciocho años. Sin embargo, me considero plenamente capaz de presentarles ya sea verbalmente o escrita cualquier tipo de argumentación en su lengua, el  argentino.
Y no solo me atrevo a decirles esto, sino que también me atrevo a  decirles que desconozco cualquier persona que no sea capaz de hacerlo. También me considero capaz de hablarles con suma facilidad en su lengua, me siento capaz de sentarme delante de ustedes y expresarles en castellano mis sentimientos con toda facilidad.
La supuesta discriminación que he sufrido en la educación catalana, me permite saber un idioma más que ustedes y utilizar el suyo en su máximo nivel, no tengo nada que envidiar a una persona de mi edad que resida en Madrid y se lo digo por experiencia.
¿Se creen que no soy capaz de leer el Quijote? Lo he leído, es más, hace dos años, a los 16. ¿Me creen incapaz de leer El Lazarillo de Tormes o ' la Celestina' ? Se equivocan. ¿Creen que no me gusta Lorca? ¿Creen que no me gusta Machado? Se equivocan. ¿Creen que el castellano es una lengua extraña para mí? ¡Pero si es mi segunda lengua!, la domino a la perfección; ¡leo libros en castellano desde siempre!; de hecho, desde primero de ESO estoy obligado a leer tres libros de castellano por año y en primaria también tenía que leer uno por año, además, mi bachillerato incluye una asignatura llamada Literatura Castellana. Pero también leo por iniciativa propia en castellano, en mi tiempo de ocio me he leído todas las novelas de Harry Potter en castellano.
No soy de mente cerrada, la diversidad bien entendida, en la que una cultura no se come a la otra es un hecho enriquecedor desde mi humilde punto de vista. Yo soy catalán, independentista, de estos malos, como diría Joel Joan o Mikimoto. Les podría meter un rollo de 25 páginas del porqué me siento catalán y no español, pero se lo resumiré en una frase:
Porque estamos en el siglo XXI y me da la gana.
¿Qué van a hacer señores? ¿Lo que hizo Felipe V? ¿Lo que hizo Primo de Rivera? ¿Lo que hizo Franco? ¿O acaso estoy manipulando la historia y estas ilustres personas (para ustedes) fueron una eminencia respetando los derechos humanos y la libertad de expresión? No quiero entrar en detalles históricos de cada uno de estos personajes, porque así no me pueden acusar de modificar la historia, como siempre hacen ustedes. Todos sabemos que la historia la escriben los vencedores. Por cierto, mi bisabuelo era católico, pero catalanista, lo mató uno de estos tres señores que hicieron lo que ustedes quieren hacer a mi país, destruirlo.
Decirles también, y retomando el hilo anterior, que en mi instituto no todas las asignaturas comunes se hacen en valenciano: he hecho, matemáticas, filosofía, literatura, inglés y sociales en castellano, además, en el resto de asignaturas, la mayoría de profesores optan por contestar en el idioma en que se les pregunta, cosa que encuentro totalmente mal ya que creo que a la larga, el castellano acabará sustituyendo el catalán en las aulas, relegándolo, pues, al uso familiar.
Las lenguas son como las especies, hay que protegerlas, la extinción de una lengua, tendría que ser traumática en ojos de cualquier humano (un español, por ejemplo), de lo contrario, éste demuestra un racismo lingüístico total, un imperialismo, una poca sensibilidad que creía desaparecida del ciudadano español.
No hablamos catalán para molestar. Si no mantenemos el catalán vivo, nadie lo va a hacer por nosotros, nos vemos con esta obligación moral. ¿Racistas, nosotros? En absoluto, acogemos a todo el mundo que no quiera destruir nuestra cultura imponiendo la suya, me da igual qué vecino tenga, pero que respete el estatuto de la escalera y si no lo hace, si busca destruir mi escalera, le pediré con toda la educación del mundo que se vaya. Los catalanes no podemos ser racistas, nuestras raíces son mestizas al 100% y orgullosos, si señores, estoy orgulloso de la inmigración andaluza de los 60, orgullosísimo, la mayoría de mis amigos tienen raíces andaluzas, pero ellos se consideran catalanes y lo son tanto como yo, sin lugar a dudas...
Además, como nos pueden considerar racistas si tenemos como presidente un hombre de origen andaluz y con mucha dificultad para hablar el valenciano, ¿seria el caso a la inversa  posible en Andalucía o Madrid? No lo entiendo. Los racistas son ustedes, que quieren imponer su pensamiento en un lugar ajeno, considerando pues, el pensamiento de la gente de este lugar, inferior y menos válido, creando una discriminación evidente entre personas, que se puede tachar, pues, de racista.
Espero que lean mi carta, la he hecho rápido, desordenada y no he hecho un esquema previo como mi profesora de argentino dice. Espero que sepan leer entre líneas. Que sepan ustedes, que las lágrimas que me han hecho derramar riegan mi conciencia, que reside abierta y con ansias de libertad para mi pueblo. 'Ladran, luego cabalgamos', como se dice en castellano.
Les dejo con una frase en catalán, como en su documental:
Que les meves llàgrimes de ràbia ofeguin la vostra ignorància “””””””””””””

Escrito por: miren.2010/03/12 15:43:48.826000 GMT+1

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