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2008/08/12 05:00:00 GMT+2

Los ocho de Burgos

Mi columna de hoy para Público menciona un recuerdo de hace 20 años. “¿Lo dobla o lo deja?” Lo doblo. Éste otro recuerdo es de dos décadas antes.

Fue hace 40 años, y en pleno agosto, como ahora. Mi compañera de entonces y yo acabábamos de poner fin a un rocambolesco periplo en Simca 1000, que nos había llevado de Donostia a Madrid y a Galicia bajo un sol de injusticia para rescatar a una menor de la tiranía de su padre. Regresamos a nuestra ciudad de origen el 2 de agosto, justo a tiempo para enterarnos de que ETA había matado a Melitón Manzanas, el prototorturador de la policía política de Franco.

Pocos días después, recogí en una farmacia de la calle de San Martín los resultados de una prueba de orina (“la prueba de la rana” se llamaba por entonces a eso) que atestiguaba que mi chica, Begoña, estaba embarazada. Fui a buscarla a su trabajo, le pedí que se sentara en las escaleras del portal y se lo comuniqué.

“¿Qué hacemos?”, nos dijimos.

“Tenerlo, ¿verdad?”, nos respondimos.

A los dos nos hacía ilusión. Llevábamos 13 meses casados. Dijimos “tenerlo”, aunque deberíamos haber dicho “tenerla”, porque nació niña en la primavera siguiente. (Se llama Ane y es estupenda y muy buena hija. Gracias.)

Pocas fechas después me tocó salir otra vez de viaje. En esta ocasión tenía que ir con tres amigos más a Burgos, siempre al volante, para encontrarnos allí con otros cuatro jóvenes de origen vasco afincados en Madrid, con los que debíamos coordinar la puesta en marcha de una pequeña organización de estudiantes muy rojo-separatistas que se suponía que yo tenía que encabezar.  Al parecer, alguno de los que nos juntamos tenía su teléfono pinchado por la BPS (Brigada Político-Social) lo que les permitió enterarse de nuestro proyecto de vernos en la capital castellana, aunque no supieran ni dónde habíamos quedado ni a qué hora. Fueron a Burgos... y nos encontraron. Tiene narices. Primero a seis y luego a los otros dos que quedamos despistados. Yo arrastraba un cabreo de mil pares, porque me había pasado el viaje entero reclamando que fijáramos una coartada, pero no hubo modo: enterados del embarazo de mi compañera, todos prefirieron dedicarse a hacer chanzas hablando del inminente nacimiento de “los quintillizos Ortiz”.

Tuvimos suerte de que los policías no andaban muy duchos en idiomas, de modo que, cuando nos encerraron en los calabozos de Burgos, pudimos ponernos de acuerdo en lo que íbamos a declarar a base de cantar a voz en cuello en francés Los paraguas de Cherburgo (¡no es broma!) cambiando la letra a voluntad: “Moi je te connais de ce jour-là...”, etc.

Todavía me pregunto cómo aquellos zopencos no se mosquearon ante el fervor coral que mostraba su colla de detenidos, por muy vascos que fueran. Convengamos, de todos modos, en que la sagacidad no era su fuerte, porque lo único que yo admití durante los ocho días de interrogatorio que pasamos en la Comisaría de San Sebastián, una vez que nos trasladaron ilegalmente allí para poder aplicarnos el estado de excepción que se había decretado en Guipúzcoa tras la muerte a tiros de Manzanas, es que, de todos los demás detenidos, sólo conocía a uno, con el que me veía de vez en cuando... ¡para hablar de la poesía de Gonzalo de Berceo! (si no fuera porque todo esto está documentado, no me atrevería ni a contarlo).

Lo más cómico es que tragaron.

Si relatara toda la tragicómica peripecia que vivimos durante aquella quincena surrealista, entre Burgos, la comisaría de San Sebastián y la cárcel de Martutene –de la que fuimos rescatados por la voluntad férrea de un juez demócrata y honrado, Julián Serrano, a cuyo entierro acudí hace pocos años en Madrid, como tardío gesto de reconocimiento–, os quedaríais con la duda razonable de si os estoy tomando el pelo o qué. Y eso que no os cuento ni lo del plato de pitilines de cerdo, ni lo del tío de ETA que destilaba patatas para hacer explosivo, ni lo de los dos dominicos obsesionados porque no se supiera dónde escondían una multicopista que jamás habían tenido (según ellos), ni lo del estudiante detenido por traerse de Francia unos cuantos libros y que con los años llegaría a ser presidente de la Asociación de la Banca Privada...

Pero hay algo que no puedo dejar de citar más en concreto. Hablo del 20 de agosto de 1968, cuando uno de los principales jefes de la BPS, de cuyo nombre no logro acordarme (¿Sainz Rodríguez?), entró en los calabozos de San Sebastián, nos miró con sorna y nos dijo: “¡Atención! ¡Vuestros amigos, los rusos, han invadido Checoslovaquia!”. 

Me entró la risa.

“¿De qué te ríes?”, me preguntó, mosqueado.

No le respondí. ¿Qué sentido habría tenido explicar a aquel torturador que las tropas del Pacto de Varsovia me despertaban casi tanta simpatía como él?

_______

Post data 1ª.– Esto es una pequeña muestra de por qué, cuando me dicen que escriba mis memorias, me entra una enorme pereza.

Post data 2ª.– Dedico toda la parrafada anterior a la memoria de Francisco Javier Rámila Benito del Valle, que es el único de los ocho que ya nos ha dejado para siempre.

Escrito por: ortiz.2008/08/12 05:00:00 GMT+2
Etiquetas: burgos apuntes donostia jor melitón_manzanas 2008 cárcel franquismo | Permalink | Comentarios (7) | Referencias (0)

Comentarios

Javier, diría que lo de la invasión de Checoslovaquia te lo dijeron en 1968, no en 2008...

Abraçada

 

Escrito por: llorenç.2008/08/12 08:47:9.984000 GMT+2

Pues razón de más para que te libres de esa pereza y cuentes lo que sabes, por lo menos, aunque lo que sospechas también sería interesante...

Escrito por: Antonio Gil.2008/08/12 10:16:57.094000 GMT+2

Pués no lo hagas querido Javier eso de escribir tus memorias. Ni aunque me lo juraras por todos los dioses del Olimpo, daría por verdadero ni un tercio de ellas.

Ten en cuenta que la memoria "presente" es el producto de guardar tus conclusiones "posteriores" a los hechos. Por lo tanto es una memoria "adaptada" a tus intereses.

Escrito por: Abate Marchena.2008/08/12 11:50:22.591000 GMT+2

Escrito por: Toni Pizà.2008/08/12 13:13:50.624000 GMT+2
http://servomac.blogspot.com

Es bonito lo que escribes,  pero ese afan de atizar a diestro y siniestro puede ser una forma de no mojarte. Las izquierdas mundiales quiza no hayan sido un dechado de virtudes, pero visto lo visto me pongo de su lado casi incondicionalmente

Escrito por: capitan tan.2008/08/12 15:37:30.800000 GMT+2

Escrito por: LEIRE.2009/10/14 16:15:12.797000 GMT+2

Gracias Javier,

De la hija pequeña de Javi Rámila

Saludos

Escrito por: LEIRE.2010/12/14 16:30:39.104000 GMT+1

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