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2006/01/26 06:00:00 GMT+1

Del referéndum como excusa

Sigo con la propuesta de referéndum que ha hecho Rajoy, a ver si dejo el asunto visto para sentencia.

Empezaré por su pretensión de que la referencia a Cataluña como nación que Zapatero y Mas han acordado meter en el Preámbulo del Estatut supone un cambio constitucional, que debe ser afrontado como la ley prevé que se aborden los cambios de ese género.

Es falso.

En primer lugar, él no puede decir en este preciso momento lo que implica o deja de implicar el texto del Estatut, porque su redacción todavía no está cerrada y puede recibir cambios sustanciales en una u otra dirección, sea en estos mismos días, sea durante su tramitación parlamentaria. En la práctica, está promoviendo la realización de un referéndum contra algo que aún no existe y que no se sabe muy bien cómo será cuando exista. 

En segundo término, Rajoy hace trampa cuando dice que tanto da que se hable de Cataluña como nación en el Preámbulo del Estatut como en su articulado, porque todo está en la misma ley. Es falso. Lo contenido en los preámbulos de las leyes no tiene fuerza normativa. Tan es así que el Tribunal Constitucional, que está para esas cosas, ni siquiera admite a trámite los recursos que apuntan contra lo afirmado en esa parte introductoria de las leyes.

En tercer lugar, la catalogación de una u otra comunidad autónoma como nación no supone la quiebra de ningún fundamento de la Constitución Española. Aquellos que pretenden que no hay problema en definirla como pueblo o como nacionalidad, pero sí como nación, porque eso abriría las puertas al derecho de autodeterminación, deberían recordar que, desde que fue formulado por primera vez, ese derecho ha aparecido asociado indistintamente a las naciones, las nacionalidades y los pueblos, utilizados los tres términos como sinónimos a estos efectos.  De hecho, los documentos de las plataformas unitarias de la oposición antifranquista, en los albores de la Transición, hablaban del «derecho de autodeterminación de las nacionalidades». Si la Constitución pudo hacer compatibles en 1978 el reconocimiento teórico de la existencia en España de diversos pueblos y nacionalidades y la negación práctica del derecho de autodeterminación, nada hay que impida seguir en las mismas en 2006 tras aceptar su calificación como naciones.

Otro argumento de Rajoy, aún más exótico si cabe, es el que le lleva a reclamar la celebración de un referéndum sobre el Estatut porque «es un asunto que afecta a todos los españoles». ¡El mismo individuo que creyó correcto meter a España en una guerra sin ni siquiera consultar al Parlamento pretende ahora que los asuntos que afectan de manera especial al conjunto de la ciudadanía deben ser abordados por la vía de la democracia directa, porque la parlamentaria resulta insuficiente! ¡El mismo que aplaudió que la Constitución se reformara para adaptarla a las exigencias del Tratado de Maastricht sin más trámite que el visto bueno de las Cortes sostiene ahora que lo que afecta «a todos los españoles» debe ser sometido obligatoriamente a plebiscito!

El planteamiento de Rajoy es de una falta de rigor apabullante.

Pero no creo que eso le preocupe gran cosa. Porque él no pretende formular una propuesta que se distinga por su rigor político, jurídico e intelectual. Le basta con dar más carnaza a sus huestes, entregadas al alegre ejercicio de la agitación demagógica. Y para esos fines su propuesta de referéndum le viene de perlas.

 Cambios

Hasta los habituales de este rincón de la Red con menos capacidad de observación se habrán dado cuenta de que javierortiz.net ha cambiado mucho. Ahora ofrece bastantes más posibilidades en cuanto al uso de sus contenidos (que siguen siendo sustancialmente los mismos) y, a la vez, presenta un aspecto externo más elaborado (aunque igual de sobrio) y menos tosco.

En alguna otra ocasión he explicado que este nuevo sistema tiene, además, un buen número de ventajas para mí, porque permite automatizar no pocos de los trabajos de los que hasta ahora tenía que encargarme personalmente.

Las reacciones que me están llegando son, hasta ahora, unánimemente favorables. Siempre habrá alguien a quien no le guste el cambio, supongo, pero, por lo que llevo visto, me da que las reticencias van a ser pocas y nada furibundas.

Me consta que, como en todos los estrenos, también éste ha tenido –y tiene aún– algunos fallos, que vamos corrigiendo sobre la marcha. Agradeceré a quien haya localizado alguno de esos fallos y vea que pasan los días y no se corrige que me lo haga saber, porque lo mismo a nosotros se nos ha escapado.

Pido disculpas por la excesiva influencia que tienen la lengua inglesa y las costumbres anglosajonas en este nuevo formato. Se debe, en primer lugar, claro está, a que el lenguaje informático es una auténtica fiesta del barbarismo, pero también, en este caso, a que las plantillas del sistema que hemos utilizado son de origen norteamericano y no siempre es fácil dar el cambiazo a sus fórmulas. Así nos pasa, por ejemplo, con el modo en que aparecen fechados los artículos (AÑO / MES / DÍA, en lugar de DÍA / MES / AÑO). Estamos trabajando para tratar de solucionar esas pequeñas disfunciones.

Escrito por: ortiz.2006/01/26 06:00:00 GMT+1
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