Películas estrenadas en el segundo semestre de 2000



LA VIUDA DE SAINT-PIERRE
Amor, humanismo, guillotina, muerte





FICHA TÉCNICA
Título Original: La veuve de Saint-Pierre
Francia-Canadá. 1999. 112 min.
Director: Patrice Leconte
Guión: Claude Faraldo
Intérpretes: Juliette Binoche, Daniel Auteuil, Emir Kusturica, Michel Duchaussoy, Philippe Magnan, Christian Charmetant.




                  Una película emocionante, apasionante, de ésas que no te dejan indiferente; que te atrapan en la butaca mientras pasan los títulos de crédito y reflexionas, intentando recomponerte. La viuda de Saint-Pierre transcurre durante la Segunda República Francesa, a mediados del XIX; aunque por ello no deja de ser actual: el amor y todo lo que rodea a la condición humana es intemporal. Un capitán (Daniel Auteuil) y su mujer, Madame La (Juliette Binoche), son trasladados a Saint-Pierre, isla francesa situada junto a Terranova. Allí Neel (Emir Kusturica) asesina a un hombre del pueblo y es condenado a muerte. Pero surge un importante inconveniente: no disponen ni de guillotina ni, menos aún, de verdugo. El gobernador, después de rechazar el indulto, pide los utensilios a París para realizar la ejecución. Sin embargo la espera se hace eterna y Neel se convierte en el protegido de Madame La, y, gracias a ella y con la ayuda del capitán –un hombre de principios, que además es capaz de todo por su mujer– en una de las personas más queridas por el pueblo, que ya no quiere que lo ejecuten. El insuperable amor entre el capitán y su mujer, que los llevará a la peor de las consecuencias, y la hermosa relación de éstos con el entrañable condenado, cuyo final no es menos cruel –la película está parcialmente basada en un caso real–, hacen que la historia te atrape, te envuelva y no te suelte aunque ya estés en casa. La puesta en escena es inmejorable, el entorno es precioso y la interpretación (incluida la de Kusturica, debutante como actor) a la altura del resto. Además, se tratan muy bien las contradicciones en las que incurrimos las personas según pensemos en caliente o reflexionemos en frío; actitud, esta última, de la que deberían, deberíamos, aprender muchos (o todos). Y más todavía en los tiempos que corren.

Advertencia: lo de "la viuda" del título va por la guillotina: veuve (viuda), en francés popular.



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