FICHA TÉCNICA
Título Original: The Others
España-EUA.2001.109 minutos.
Guión y Dirección: Alejandro Amenábar
Productores: Tom Cruise, José Luis Cuerda
Música: Alejandro Amenábar
Intérpretes: Nicole Kidman, Fionnula Flanagan, Christopher Eccleston, Alakina Mann, James Bentley, Alexander Vince, Keith Allen, Michelle Fairley, Gordon Reid
Nicole Kidman en un momento de la película
Después de sus dos exitosas primeras películas, tras la sorpresa que supuso Tesis, su admirable ópera prima, y la consolidación que logró tras la inquietante, agobiante y desconcertante historia que planteaba con Abre los ojos Alejandro Amenábar se hace mayor, artísticamente hablando, y ha hecho con Los Otros una película mucho más elegante, más sosegada e infinitamente más simple que cualquiera de las anteriores. Pero también inferior en el contenido al plantear un relato menos inteligente, con muchas menos profundidad y más cercano a ese estricto cine comercial espectacular y vacío.
Los Otros es un relato plagado de un bello misterio, logrado con excelente maestría, que transcurre en un enorme caserón donde reina la oscuridad. Es una película que se ve con gusto, con una creciente intriga, que atrapa con un misterio envolvente, que está rodada con una hermosa elegancia, con un estilo perfecto, impecable, que no deja lugar a la crítica. Un relato cuyo mayor sustento, aparte de la exquisita fotografía y el intachable trabajo técnico, es la portentosa interpretación de Nicole Kidman, una mujer que ha sabido darle al personaje todo su poder de seducción, haciendo un trabajo redondo que va ganando durante toda la proyección.
Pero en Los Otros hay algo que no funciona. Ese oscuro y tenebroso misterio no se apodera de ti, sientes y disfrutas con el acojone de los habitantes de la mansión, con la continua tensión que rodea a esa madre y a sus dos hijos, de sus constantes preguntas sin respuesta, de su creciente miedo a lo desconocido, pero todas esas sensaciones no traspasan la pantalla, no te engullen en la historia, no se adentran en tu sistema nervioso aunque estés expectante ante los silencios y las incidencias y disfrutes con la belleza del relato. Un relato que pierde mucho conforme pasan los minutos, cuando abandona el hermoso misterio y se adentra en el titubeante desenlace, que se pega dos enormes batacazos con un par de sustos que no vienen a cuento, que no aportan nada y que Amenábar se saca caprichosamente de la manga. A pesar de todo la inteligencia y el cine de Amenábar tienen un sabor especial que se deja ver, que hace que pongas los ojos en la pantalla y no los separes, que le dé la vuelta al cuento sin que te enteres e incluso lo aplaudas. En fin, que con esta película llena de altibajos, que no te transmite el miedo, de la que la memoria sólo retendrá en la retina a Nicole Kidman y su blanca belleza, Amenábar no consigue superarse. Aunque transmita buenas expectativas de hacia dónde puede llegar en la madurez.
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