Esencia de mujer
María Dolores Pradera
BMG España
2000 (3 CDs)



Sucede que en ocasiones vamos cercando una música sin saberlo. Vamos escuchando otras músicas, otras voces, y llega un momento, con los oídos ya maduros, que la música que nos aguardaba regresa con toda su belleza, con todo su significado. Escuchamos, por ejemplo, a Amalia Rodrígues cantando fados, o a Carlos Cano con sus coplas. Tenemos entre nuestros más preciados tesoros la música de Caetano Veloso y los llantos del piano de Chano Domínguez. Vamos escuchando la, en principio, superficial música de un sabio profundo llamado Joaquín Sabina, y nos reímos de un tal Javier Ortiz porque le gusta la música mejicana.

Poco a poco, nuestros prejuicios van rompiéndose, y entran otros sones, otras melodías alejadas de nosotros, siempre presentadas por gente valiente como, por ejemplo, Martirio. O retornan canciones de Alberto Cortez que hace años nada nos decían y hoy pulsan partes interiores de nuestro cerebro. También está, cómo no, Serrat, siempre él, nunca del todo abandonado y muchas veces redescubierto.

Y con todo ese bagaje, con toda esa vida encima, un día tomamos con reparos un disco y ahí está toda la síntesis, ahí está lo que llevábamos tiempo esquivando y a la vez buscando: un disco horriblemente presentado y con título de película televisiva, pero que en su interior guarda tres cedes a cada cual mejor, a cada cual más oído y a cada cual más sentido.

Haced la prueba y escuchadlo sin prejuicios, merece la pena.

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