Se vende felicidad

(pagadera en cómodos plazos)

 

 

La fotografía fue tomada hace escasos días en Donostia por un lector recién estrenado como padre, que pasa todos los días por delante del anuncio tirando del cochecito de su bebé y se agarra unos mosqueos de aúpa (por el anuncio, no por el bebé; por ése se le cae la baba). La verdad es que el reclamo tiene bemoles para dar y tirar.

 

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