Educación vial

El franquismo, Franco mediante, dejó muchas heces repartidas por todos los sectores de la sociedad española. Resulta hartamente difícil desprenderse del recurso escatológico para sacar a la luz tanta mierda.

Los jardineros de la transición la aprovecharon para abonar el jardín de nuestra democracia, convertida hoy en rosaleda de orgullo patrio (al menos, de eso nos han obligado a presumir  nuestros horticultores).

Retirando la última estatua que quedaba en Madrid del dictadorzuelo sanguinario Francisco Franco,  no se ha hecho sino limpiar la acera. El ministerio de Fomento ha guardado la caquita, como si  se  tratase de la de un can,  en una bolsita negra, por el bien de los viandantes.

Educación vial, sin más. Otra cosa es la nostalgia de los cropófagos. Ésos, que se vayan a la m...

 

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